Un nuevo análisis de Fundación SOL concluye que un aumento en la tasa de cotización de un 10% a un 14% no revierte el impacto de la menor rentabilidad de los fondos previsionales y advierte que incluso un aumento a un 18% sólo alcanzaría para mantener el bajo nivel de pensiones y tasas de reemplazo que se alcanzan actualmente.
Fundación SOL presentó un nuevo estudio que analiza el Proyecto de Reforma al Sistema de Pensiones propuesto por el gobierno de Sebastián Piñera. El documento entrega cifras concretas respecto al impacto que esta reforma tendría en las pensiones a corto y largo plazo y el potencial alcance de dichas medidas en la población.
Los datos del informe revelan que a diciembre de 2018 el 50% de los 684 mil jubilados en la modalidad vejez edad -la modalidad más masiva- obtuvieron una pensión inferior a $151.000, monto que incluye el Aporte Previsional del Estado.
“La realidad de los nuevos pensionados es incluso más crítica. La mitad de las personas que jubilaron durante 2018 lograron autofinanciar una pensión inferior a $48.000. En el caso de aquellas personas que cotizaron entre 30 y 35 años, lo que corresponde a toda una vida laboral, vemos que el 50% recibió una pensión menor a $246.000 un monto que es inferior al salario mínimo”, explicó el investigador de Fundación SOL, Marco Kremerman.
Respecto a la tasa de reemplazo, el estudio muestra que el 50% de los pensionados obtiene menos del 20% de su último salario, subiendo a un 40% si se considera el Aporte Previsional Solidario, situándose muy lejos de la promesa inicial que se realizó al comienzo del sistema de AFPs en los 80’ cuando se proyectaban tasas de reemplazo de entre 70% y 80%.
Marco Kremerman calificó estas cifras como “un verdadero caos previsional” y agregó que “uno esperaría que el sistema se adaptara a la realidad de las personas y resolviera el problema de las bajas pensiones garantizando estándares mínimos y asegurando tasas de reemplazo que permitan a los cotizantes mantener su calidad de vida después de jubilar. Nada de esto se cumple con el proyecto propuesto por el gobierno” afirmó el investigador.
Aumento en la tasa de cotización
El estudio de Fundación SOL analiza el potencial impacto de elevar la tasa de cotización en 4 puntos porcentuales. El documento pone el acento en la tendencia decreciente de la rentabilidad real anual promedio de los fondos de pensiones, la que durante los 80’ fue de un 12,04%, cayendo a un 9,93% en los 90’, bajando a un 5,72% en la primera década de este siglo y que actualmente acumula un promedio anual de 3,73% entre 2010 y 2018.
El informe es tajante en concluir que “dado que la rentabilidad real anual promedio de la última década se ha situado por debajo del 4% y es muy difícil que en el futuro se puedan retomar rentabilidades de largo plazo por sobre el 5%, se puede concluir que aquella persona que cotice 14% desde el inicio de su vida laboral, en cuarenta años más recibirá una pensión mucho menor que el actual pensionado que cotizó 10%. Incluso aumentando la cotización a un 18% solamente se mantendría la actual crisis previsional” señala el informe.
Pilar solidario
De acuerdo a la propuesta de gobierno, a partir de 2021 existirían cinco tipos de Pensión Básica Solidaria (PBS) diferenciadas por tramos de edad. Al hacer una comparación entre los montos finales de este subsidio con y sin reforma, el informe concluye que en 2024 la Pensión Básica Solidaria aumentaría en menos de $13.000 para el tramo que va entre los 65 y 69 años. En el caso del tramo de 85 años y más, la reforma implicaría un incremento de casi $62.000 para el 2024.
“A pesar de este aumento, la Pensión Básica Solidaria para el tramo más favorecido con el reajuste, (85 años y más) ni siquiera logrará cubrir la mitad de el Salario Mínimo en 2024 y permanecerá por debajo de la línea de pobreza proyectada para ese año”, explicó Marco Kremerman de Fundación SOL.
En el caso del Aporte Solidario el proyecto de gobierno también considera una diferenciación por tramo de edad. Para simular el efecto concreto de la propuesta, Fundación SOL midió el impacto que tendría la reforma en cuatro casos considerando pensiones bases de $350.000, $250.000, $150.000 y $50.000. El mayor impacto del aumento al Aporte Previsional Solidario se puede visualizar en 2024 cuando culmina el proceso de ajustes. Según el análisis de la fundación, el efecto de la reforma implicaría un aumento de $17.962 para una pensión base de $350.000 y de $13.548 en el caso de una pensión base de $50.000 para el tramo entre 65 y 69 años. En el tramos de 85 años o más -el tramo que obtiene las subvenciones máximas- la reforma implicaría un aumento de $67.120 para una pensión de $350.000 y de $62.706 para una pensión base de $50.000.
Las críticas de la investigación apuntan a que en promedio las personas más longevas son las de hogares de mayores ingresos por lo que existe una menor probabilidad de que los adultos mayores que pertenecen al 60% más pobre puedan acceder a las bonificaciones propuestas para el tramo de 85 años o más.
El análisis de Fundación SOL a la reforma al Pilar Solidario concluye además que la propuesta mantiene el foco en el 60% de las personas de menores ingresos “por lo que quienes autofinancien pensiones menores a la Pensión Básica Solidaria pero no pertenezcan al 60% más pobre seguirán recibiendo pensiones de $10.000, $50.000 y $90.000”, explica el documento.
Aporte a la clase media
El estudio de Fundación SOL también analiza el impacto en las pensiones y la cobertura que tendrían los aportes a la clase media, las mujeres y a quienes posterguen su edad de jubilación propuestos por el proyecto de gobierno.
“En el caso de los actuales jubilados, el proyecto establece un monto máximo de subsidio de 1 UF en el caso de las mujeres lo que actualmente equivale a $27.600 y de 0,8 UF equivalentes a $22.080 para el caso de los hombres. Esto quiere decir que recién en 2024 los actuales jubilados que hayan llegado al umbral de 16 años de cotización en el caso de las mujeres y 22 años en el de los hombres, recibirán estos montos máximos independientemente de la cantidad de años cotizados por sobre el umbral, lo que implica un aumento marginal en las pensiones de los actuales jubilados que califican para recibir el subsidio”, explicó el investigador Marco Kremerman.
En el caso de los futuros pensionados, el estudio apunta a la baja cobertura que tendrían estos beneficios. Según el informe, en el primer año de vigencia de la ley menos del 36,7% de las mujeres y el 32,6% de los hombres cumplirían con el mínimo de años cotizados para acceder al aporte a la clase media.
Desde Fundación SOL afirman que las proyecciones muestran que la Reforma de Pensiones propuesta por el gobierno tendrá un impacto acotado en el corto plazo. “Debido a que los sistemas de cuentas individuales, como el chileno, se ven particularmente afectados por factores externos como la rentabilidad, la esperanza de vida y la precarización laboral, una reforma como esta podría incluso generar un retroceso en el nivel de pensiones en los próximos 50 años, profundizando aún más la actual crisis previsional”, concluyó Marco Kremerman.