Las fuerzas armadas sudanesas derrocaron este jueves al presidente Omar al Bashir y anunciaron la integración de un consejo militar de transición que permanecerá en el poder por dos años, decisión que rechazaron miles de manifestantes que siguieron en las calles para exigir el fin del régimen.
Estados Unidos y la Unión Europea (UE) apremiaron a los militares a integrar a civiles en la transición.
António Guterres, secretario general de la Organización de las Naciones Unidas, pidió que el cambio en Sudán cumpla con las aspiraciones democráticas
de su pueblo.
Awad Ibnouf, hasta ahora ministro de Defensa, rindió protesta como líder del consejo militar en presencia del máximo representante del sistema judicial, en un acto transmitido por televisión.
Miles de personas protestaban por la noche afuera del cuartel general de las fuerzas armadas, en desafío al toque de queda impuesto por el ejército.
Los manifestantes coreaban: ¡paz, justicia y libertad!
, mientras colmaban el complejo de Jartum por sexta noche consecutiva.
Ibnouf anunció la suspensión de la Constitución de 2005, el cierre de las fronteras, del espacio aéreo y el estado de emergencia en todo el país.
Omar al Bashir, de 75 años, quien desde hace 10 enfrenta dos órdenes de arresto de la Corte Penal Internacional (CPI) por crímenes de guerra, de lesa humanidad y genocidio en la provincia de Darfur, gobernó su país con mano de hierro durante tres décadas.
El ministro de Defensa sudanés añadió que el consejo militar declaró un cese del fuego nacional, que incluye la zona en guerra de Darfur y los estados Nilo Azul y Korforán del Sur, donde el gobierno combate a minorías étnicas rebeldes.
Sudán, uno de los países más pobres del planeta y desgarrado por décadas de guerra civil, quedó sometido a un toque de queda nocturno durante un mes, añadió el ministro.
La movilización de miles de sudaneses comenzó el 19 de diciembre por la decisión del gobierno de triplicar el precio del pan, en medio de una crisis económica.
Al menos 49 personas han muerto en las marchas hasta ayer.
La Alianza para la Libertad y el Cambio, que reagrupa a los diferentes grupos opositores a Bashir, denunció en un comunicado un golpe conducido por el régimen
y pidió que continúen las manifestaciones.
En las ciudades de Madani, Gadaref, Puerto Sudán, Al Obeid y Kasala también hubo movilizaciones.
Egipto, vecino clave de Sudán, aseguró que apoya las decisiones del pueblo sudanés
y pidió a la comunidad internacional su respaldo en esta fase histórica.
La Unión Africana indicó que el golpe militar no es la respuesta adecuada a los desafíos que enfrenta Sudán
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