La industria automotriz argentina, otrora una de las más sólidas del continente, es uno de los sectores golpeados por la crisis económica imperante que hoy obligó a Renault suspender mil 500 trabajadores y parar una planta.
Esta industria, que en la década de 1960 llegó a estar entre las 15 principales productoras del mundo, siente la recesión con fuerza.
La semana pasada se conoció de 900 trabajadores de Honda y dos mil de Peugeot en suspensión por la caída de ventas, y hoy Renault Argentina dio la mala nueva de la paralización de su planta de producción en Córdoba por las mismas consecuencias.
La medida se extenderá durante el resto de esta semana, plazo en el cual la compañía de capitales franceses analizará un plan de contingencia para sortear la crisis que atraviesa, reportaron varios medios de prensa locales.
En apenas estos seis días de marzo ya son cuatro mil 440 trabajadores de diversas industrias automotrices que quedaron suspendidos de la prestación de servicios temporalmente hasta ver la evolución de la empresa.
Las suspensiones de Renault son parte de un 'plan de contingencia' que fue acordado con el Sindicato de Mecánicos y Afines del Transporte Automotor, que dio el visto bueno para evitar despidos, señalaron fuentes sindicales a Noticias Argentinas (NA).
Renault viene registrando una fuerte subida en el stock de su producción y en el recién concluido mes de febrero las ventas de sus autos cero kilómetros cayeron un 42,8 por ciento anual respecto a 2018.
Hace poco también se conoció el despido de 600 personas que ejercían como operarios, personal de limpieza y seguridad de la fábrica de carrocerías de colectivos que la empresa Metalpar tenía en la localidad bonaerense de San Martín.