Noviembre 22, 2024

La amenaza de la mancha urbana contra los osos polares en Rusia

La imagen de osos polares buscando alimentos entre las casas de una aldea en el Ártico ruso podrá tornarse más común ante la creciente presencia humana en esa región, onforma la agencia AFP.

 

Más de 50 osos se aproximaron en febrero a la aldea de Beluchia Guba, en el norteño archipiélago de Nueva Zembla, y por lo menos 10 de ellos recorrieron las calles e ingresaron en varias fincas.

 

Las autoridades locales decretaron el estado de emergencia durante una semana y pidieron ayuda a Moscú.

 

Las imágenes del incidente recorrieron el mundo, y especialistas rápidamente responsabilizaron a las autoridades, en particular por el enorme depósito de residuos a un costado de la aldea, donde los mamíferos se dieron un verdadero festín.

 

Sin embargo, expertos animalistas apuntaron que la causa fundamental que motivó la aproximación a los humanos fue el congelamiento tardío del mar.

 

Esto impidió que puedan dedicarse a cazar focas y en cambio los forzó a buscar una fuente alternativa de alimentos.

 

A medida que Rusia aumenta su presencia en el Ártico –en busca de proyectos de extracción de energéticos fósiles, la navegación del Pasaje del Norte e intereses militares estratégicos– los analistas predicen que habrá más encuentros inesperados entre humanos y los más grandes carnívoros de la Tierra.

 

"El desarrollo en el Ártico definitivamente hará aumentar los conflictos con seres humanos, especialmente ahora que los osos polares están perdiendo su plataforma de vida en varias regiones", dijo el biólogo Anatoly Kochnev, quien ha estudiado a esta especie desde la década de 1980.

 

En el mar de Barents ven una rápida reducción del hielo. Según la entidad Polar Bears International, esa especie ha perdido 20 semanas de hielo al año en las últimas décadas.

 

Desde que las decenas de ursus recorrieron las calles de la aldea de Beluchia Guba, el hielo ya volvió a formarse y los animales retornaron a su hábitat natural para cazar.

 

"Pero es imposible descartar que esta situación vuelva a repetirse en el futuro", apuntó Mordvintsev.

 

Kochnev aún recuerda que en 1991 soldados hirieron con un hacha un oso que se había habituado a buscar alimentos entre los desechos de la instalación militar, y que además se había tornado muy agresivo. Los biólogos de la reserva natural en la isla nunca hallaron el oso herido.

 

De acuerdo con Kochnev, los osos polares han sido capaces de adaptarse hasta ahora a tendencias desventajosas, y aprendieron a cazar en pequeños grupos en vez de hacerlo individualmente. Pero si el calentamiento continúa "los osos simplemente abandonarán Rusia", dijo.

 

"Si el período sin hielo aumenta, los osos probablemente migrarán hacia el norte de Canadá, donde los cambios son menos evidentes", comentó.

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