Consecuencia del decreto ejecutivo norteamericano que declaró a la República Bolivariana de Venezuela como “un peligro inusual y extraordinario para la seguridad de EEUU”, varios gobiernos de la región se adhirieron a tal planteo y dieron inicio a acciones encubiertas contra Venezuela en la OEA. Por su parte, Heraldo Muñoz, Eladio Loizaga y María Holguin, con Luis Almagro sirviéndoles de paraguas, idearon una concertación de gobiernos que se propondría seis objetivos fundamentales:
1- Conformar un frente que superara en votos en el Consejo Permanente en OEA a la coalición ALBA-CARICOM con el fin de aplicar la Carta Democrática Interamericana;
2 – Generar condiciones para el debilitamiento político y económico de Venezuela con el objeto de lograr la imposición de un gobierno de corte neoliberal que aplicase un masivo programa de privatizaciones;
3 – Facilitar y apoyar a los EEUU en la retoma del control del petróleo, tal como lo había sido desde 1908 hasta 2002 cuando Chávez decidió cambiar la historia. Hoy los EEUU también pretenden controlar los ricos yacimientos de gas;
4 – Facilitar a Colombia, Guyana y Brasil satisfacer viejas aspiraciones geopolíticas sobre la cuenca de los ríos Orinoco, Esequibo, Lago de Maracaibo y Golfo de Venezuela. (En entregas posteriores revelaremos especificaciones);
5 – Crear las condiciones para que Paraguay solvente la enorme presión derivada de la deuda con PDVSA superior a 300 millones de dólares a la que niega reconocimiento;
6 – Imponer un gobierno que permita a los empresarios/presidentes neoliberales acceder a las generosas y ventajosas condiciones que de Venezuela reciben los países miembros de PETROCARIBE.
Para tales propósitos, Heraldo Muñoz, Eloizaga, Holguín y Almagro fundan el mal llamado Grupo de Lima, llamado El Cartel de Lima por los pueblos de nuestra América. Para guardar apariencias le asignan tal denominación, aún cuando realmente debe denominarse grupo de Santiago. Igualmente, para guardar un cierto aire de credibilidad, los EEUU no aparecen como el titiritero que mueve los hilos.
Heraldo Muñoz desempeña un papel estratégico en la implantación del modelo subversivo y desestabilizador contra Venezuela. Sirvió de caballo de Troya de Washington creando las condiciones para que, como efectivamente ocurrió, fracasasen las negociaciones entre el chavismo y la oposición fascista efectuadas en República Dominicana.
También, ante el fracaso de EEUU y el grupo de gobiernos confabulados, por propuesta de Heraldo Muñoz, los gobiernos neoliberales detonan la iniciativa de hacer desaparecer a UNASUR, cerrando así el paso a una instancia multilateral que comprobadamente daba muestras de convertirse en una opción y espacio de solución.