En estos días el mundo está viviendo una situación sumamente extraña y confusa. El lugar de este muy peculiar fenómeno está en Venezuela. Ahí, en días recientes, un joven político opositor al régimen chavista y asesorado por académicos neoliberales, ha decidido nombrarse presidente interino del país.
Aparentemente esta astuta maniobra parece haber sido elaborada en Washington por la Organización de Estados Americanos (OEA). Ella consiste en revivir la caduca asamblea legislativa elegida en el año 2015. Esta institución fue posteriormente declarada ilegal y nula debido a graves violaciones del proceso electoral. Varios diputados antichavistas fueron elegidos por votos fraudulentos y las autoridades judiciales del país declararon a esta institución como ilegal y nula. No obstante todo esto, esta asamblea totalmente inoperante por muchos años, ha sido revivida por la oposición al régimen chavista. Juan Guaidó, un joven político, ha sido nombrado presidente de dicha caduca institución y posteriormente se ha auto nombrado presidente de la república, derrocando así al presidente Maduro.
No cabe la menor duda de que esta jugada política ha sido diseñada por astutos politólogos liberales trabajando bajo las órdenes del señor Luis Almagro, secretario de la OEA. Ayer el mundo vio con asombro cómo cientos de miles de venezolanos salieron a las calles de todo el país para celebrar la inauguración del nuevo presidente. Al mismo tiempo el chavismo también salió a las calles para dar su apoyo al presidente Nicolás Maduro. Al parecer, la batalla en las calles se ha reiniciado en Venezuela. Es altamente probable que de nuevo, las guarimbas vuelvan a sembrar muerte, caos y destrucción en las ciudades venezolanas. Todo esto acompañado con actos de sabotaje dirigidos por la derecha venezolana y sus aliados neoliberales en el exterior.
El presidente Maduro ha roto las relaciones diplomáticas y políticas con los Estados Unidos y ha ordenado que los diplomáticos de este país abandonen Venezuela. Por su parte el gobierno de Estados Unidos ha señalado que la única autoridad que puede tomar esta decisión es el nuevo presidente electo por la asamblea legislativa elegida el año 2015. Todo este catastrófico panorama kafkiano se ha empezado a derrumbar cuando las fuerzas armadas venezolanas señalaron con prístina claridad que ellas son totalmente leales al presidente Maduro.
Un escenario futuro
¿Que pasará en las próximas semanas y meses? Aquí se intentará delinear brevemente un probable escenario futuro. Para enfrentar este problema, las potencias nucleares de Rusia y China han formado una coalición contra los Estados Unidos. A esta coalición se ha agregado Turquía, Irán y Pakistán. Todas estas potencias son partidarias de un mundo multipolar. Es decir, un mundo dividido entre siete u ocho grandes civilizaciones y donde el estado líder de cada una de estas civilizaciones es el encargado de mantener la paz y la justicia dentro de su civilización. La ley fundamental de este mundo multipolar, es aquella que señala que hay una estricta prohibición de intervenir en los asuntos de países pertenecientes a otras áreas. Este principio no interventor, fue fundamental en las relaciones internacionales por varios siglos donde existió el realismo planetario. En otras palabras, este nuevo mundo multipolar, ha adoptado las reglas incluidas en el enfoque denominado realismo en las relaciones internacionales. Este es un mundo donde cada superpotencia respeta los intereses vitales de las otras potencias y donde hay prohibición estricta de intervenir en los asuntos de las otras potencias. Los problemas internos de cada civilización deben ser resueltos por el hegemón de dicha civilización.
En el caso de Venezuela, país que pertenece a la cultura latinoamericana, el hegemón de dicha civilización es Brasil. Por lo tanto es a esta potencia regional a quien corresponde resolver el conflicto venezolano, si estos no son capaces de lograr la paz y armonía interna. No obstante, la triste realidad es que Brasil, debido a sus gigantescos problemas internos, generalizada corrupción, y nuevo gobierno –falto de toda experiencia internacional-; no está en condiciones de intervenir militarmente en Venezuela. Tampoco lo está ningún otro país perteneciente a la civilización latinoamericana. Toda esta situación crea una necesidad imperiosa de una eventual intervención extranjera para solucionar los problemas de la política y la economía de la nación venezolana. Es altamente probable que esta tarea caiga bajo la responsabilidad de los Estados Unidos de América.
Ya hay señales claras de que esta intervención está siendo planificada por las autoridades estadounidenses y sólo es cuestión de tiempo para que ella se concretice y de esta forma Venezuela pueda salir del abismo politológico en el que ha caído en los últimos meses. En décadas pasadas, este tipo de intervención ya habría ocurrido hace años. Pero hoy día los Estados Unidos ya no es el super hegemón planetario que dominó el mundo unipolar de la última década del siglo XX.
Hoy día existe la multipolaridad y esto significa que hay cuatro o cinco grandes polos de poder tan poderosos que juntos son capaces de paralizar, obstruir y eventualmente derrotar las intenciones estadounidenses. Este fenómeno ya ha ocurrido últimamente en Afganistán, Iraq y últimamente es Siria.
La nueva coalición de las civilizaciones china, rusa (ortodoxa) e islámica están luchando soterradamente para neutralizar el poder y la intervención de los Estados Unidos en sus respectivas áreas de influencia. Estados Unidos tiene tropas en Europa, Asia y en el Medio Oriente. Expandió a la OTAN para cubrir toda la Europa del este e injerir en los asuntos internos de la civilización rusa-ortodoxa, particularmente en Ucrania; así mismo también interviene constantemente en el mar del sur de China y en la península coreana.
Es de esta forma como la actual situación en Venezuela es una excelente oportunidad para que las potencias rusa, china, turca e iraní, le hagan saber a los Estados Unidos que estas potencias se sienten con derecho a intervenir en sus asuntos domésticos. Ellos ahora han decidido intervenir en el patio trasero de los Estados Unidos. Ya hay bombarderos rusos con armas nucleares estacionados en una isla venezolana. Es también probable que nuevos recursos militares de China Irán y Turquía, también acudan en apoyo al gobierno del presidente Maduro. Es probable que Maduro pronto reciba un fuerte contingente militar cubano. Debido a toda esta situación, es así probable que se produzca un agudo conflicto internacional. El planeta podría así sufrir varias semanas de terrible angustia parecida a la que se sufrió durante la crisis cubana de 1962.
En América Latina debido a los errores garrafales cometidos por Brasil (que no fue capaz de resolver el problema venezolano) el liderazgo de la civilización latina probablemente pasará a México.
No hay duda de que la coalición de potencias euro asiáticas no tienen ningún deseo de invadir América Latina. Al parecer, su intención es solo dar una lección a los Estados Unidos de que su presidente debe respetar los derechos de otras civilizaciones. Es probable que la crisis de Venezuela se resuelva pacíficamente con la salida de las armas rusas, chinas, turcas e iraníes de Venezuela y esto a cambio de que los Estados Unidos se retiren de la Europa Oriental, del Medio Oriente y del Sur Este de Asia. Si todo esto llega a ocurrir, el planeta habrá consolidado y fortalecido un nuevo mundo multipolar donde cada civilización es capaz de lograr su propio desarrollo y progreso civilizacional sin temor a intervenciones foráneas.
En América Latina debido a los errores garrafales cometidos por Brasil (que no fue capaz de resolver el problema venezolano) el liderazgo de la civilización latina probablemente pasará a México. El presidente Trump finalmente construirá su muro y esta gigantesca obra señalará la división definitiva entre la civilización latina en el sur y la civilización anglosajona en el norte. Los Estados Unidos se concentrarán en resolver sus enormes problemas internos y también ayudarán a resolver los graves problemas de la Europa Occidental. Todos ellos en gran parte causados por la salida del Reino Unido de la comunidad europea. Así la gran potencia estadounidense se consolidará como líder de la civilización occidental.
De esta forma el mundo verdaderamente multipolar imaginado por Samuel P. Huntington en 1996 por fin se convertirá en una concreta y palpable realidad. Es así como el planeta volverá a respirar con tranquilidad, ya que la paz mundial será parte integral del nuevo orden multipolar.
F. Duque Ph.D.
Cientista Político
Puerto Montt, enero de 2019