Todos los países tienen cualidades, defectos y particularidades interesantes. En ese contexto, pese a nuestros errores y las dificultades diarias que vivimos, es necesario reconocer que Chile tiene características que deben enorgullecernos. Es por eso que no coincido con el filósofo Gastón Soublette cuando afirma taxativamente que somos abominablemente insípidos o cuando escucho a diario la exclamación reiterativa y preferida por nuestros compatriotas: “….este país de mierda”.
Me emocionan los adelantos que se logran con las invenciones de nuestros jóvenes, aún cuando no todos pueden gozar de sus frutos. Por ejemplo, que un jovencito regale las manos artificiales que ha logrado con su diseño y su impresora 3D. Que exista una Roja Robótica, es decir una selección de football hecha de robots, formados, diseñados y adiestrados por estudiantes de Ia Facultad de Ciencias Físicas y Matemáticas de la Universidad de Chile que comenzaron a realizar esta labor en 2003.
Este equipo de jugadores de 50 cm es el único equipo de este tipo que existe en América Latina, se encuentra entre los 10 mejores del mundo y se propone ganar a humanos en 2050. Mientras tanto, ha llegado tercera cuatro veces en los campeonatos mundiales y se prepara para competir en 2019.
Es notable que las noticias oficiales de la TV no destaquen los logros reales y más importantes que se producen a diario en nuestro país y es entendible que se traten de ocultar los referentes a las nuevas tecnologías y a la inteligencia artificial, por sus impactos y efectos secundarios. Las empresas no lo publicitan para avanzar lo más rápido posible en las inversiones tecnológicas modernas que eliminan fuentes de empleo, antes que los trabajadores se organicen y logren defenderse. Esto, porque es evidente que nuestros adelantos no solo se deben a la inteligencia de nuestros jóvenes, sino también a la debilidad del movimiento sindical, apoyada por la clase política, que permite que los empresarios se desarrollen como quieran. Desgraciadamente esto tiene límites. No puede subsistir un modelo económico que cree multimillonarios hasta la eternidad sin que estos repartan y que la contrapartida sean desempleados, enfermos, viejos y discapacitados, desprotegidos.
Chile es uno de los países con más alta automatización dentro la OCDE y esto es maravilloso, pero según el Diario Financiero estudios de Mc Kinsey concluyen que en las próximas dos a cuatro décadas 3,2 millones de empleos serán reemplazados por sistemas automatizados. La economista Andrea Tokman lo grafica diciendo que el 65% de los trabajos que existen actualmente ya no estarán cuando sus hijos ingresen al mercado laboral.
En otras notas me he referido a campos específicos como la industria, la minería, la agricultura, el sistema portuario, etc que cada vez están más mecanizados y que retienen solo al personal de alto nivel técnico y al trabajo temporero desechable y sin poder de negociación.
Felizmente, los avances, que no eliminan fuentes de trabajo, se están reconociendo públicamente y ello se expresa en el desarrollo de fuentes de energía solar y eólica a lo largo del país.
Por otra parte se impulsa a todo nivel la electromovilidad, lo que se materializó en un Acuerdo Nacional Público Privado firmado por 38 entidades, tales como el Ministro de Energía, Medio Ambiente y Transportes, además de Corfo, la Comisión Nacional de Energía, Volvo, Nissan, ABB, TurBus, Copec, Enex, las universidades de Chile, San Sebastián, Inacap y Duoc UC y otras.
Esta iniciativa ha permitido preparar profesionales especializados y ha ingresado vehículos eléctricos. El Transantiago ya ha incorporado cienbuses de este tipo que funcionan en las comunas de Peñalolén, Ñuñoa, Providencia y Santiago a través del recorrido 519 del operador Metbus. Según la Ministra de Transportes Gloria Hutt: “Estos buses permitirán entregar un servicio de mejor calidad, no solo porque no emiten ruidos ni vibraciones, sino porque cuentan con diversos atributos como wifi, aire acondicionado, accesibilidad universal, cabinas seguras para conductores, asientos acolchados y una disposición más cómoda y con mejores terminaciones en el interior”.
Además de iniciar la operación de los buses, las empresas Enel X, Metbus y BYD pusieron en marcha el primer electroterminal de Chile y Latinoamérica, donde se ubican sus cargadores. Cuentan con 11 aparcamientos solares, diseñados para soportar paneles fotovoltaicos que generan energía a partir del sol como fuente renovable y servirán como puntos de carga para estos nuevos medios de transporte. Tendrá 63 puntos de carga, mientras que un nuevo electroterminal, que se ubicará en Maipu, contará con otros 37 cargadores.
A 2040 el 100% del transporte público será eléctrico en Chile.
Pese al mérito de nuestros profesionales en los adelantos tecnológicos, también nuevamente se constata la debilidad de nuestros políticos que no pueden planificar, mínimamente, ni siquiera para las próximas dos décadas, los tremendos efectos de estos. Lo único que hacen es callar y permitir que el movimiento sindical se debilite a pasos agigantados en movimientos de los que solo nos enteramos a través de las redes sociales.
No queremos decir con esto que haya que negar los éxitos en Chile de la Cuarta Revolución Industrial ni embarcar a los más débiles y vulnerables en una guerra ciega contra las empresas más avanzadas. Lo único que es obvio para cualquier persona con dos dedos de frente es que es imprescindible preparar al país para la organización de miles de cesantes y desamparados, especialmente cuando Chile también se destaca por las cifras de aumento de la longevidad de la población. Esto se hace especialmente importante en un país donde se dio un Golpe de Estado, seguido por una dictadura cruenta, para eliminar el Estado de Bienestar. En otras palabras, a los más vulnerables ahora solo los protege Moya.
Con todos los fracasos políticos que hemos tenido es ya por todos reconocido que la violencia no nos lleva a nada. Con esto me refiero a las mayorías vulnerables, ya que esta fue un instrumento fundamental para los dueños de todo. Los que contaban con una dictadura y la fuerza de las armas.
Por lo tanto, los que pretendemos defendernos, debemos impulsar la organización comunal solidaria, donde creemos formas para la ayuda mutua, como cuando nació el movimiento obrero. Debemos estimular, en todas las formas posibles, el trabajo innovativo y el uso del tiempo libre en la creación de los jóvenes más dotados en los nuevos campos.
Los que inventaron el modelo, sin Estado y sin impuestos, deberán seguir arrinconándose hacia la cordillera, contratando vigilantes y llamando a la represión.