Ya Chile se abstuvo de votar en la ONU sobre el Pacto sobre Imigración presentado, que tuvo el inmenso apoyo de alrededor de 160 países de todo el mundo.
Junto a Chile votaron por no votar cuatro países más. Cuatro, en alrededor de 200 que integran Naciones Unidas.
Es el momento de mayor aislamiento internacional de Chile. Chile fue el único país de América que se abstuvo.
EEUU y República Dominicana votaron en contra. EEUU y República Dominicana están avanzando en construir muros en sus fronteras para detener la inmigración.
Por un reportaje de La Tercera (22 de diciembre de 2018) los personajes decisivos para determinar la política migratoria chilena han sido cuatro: el Subsecretario Ubilla y tres asesores “expertos en la materia”: un colombiano, un abogado cubano y un abogado chileno.
Ahora, resuelta la postura chilena ante la ONU, los cuatro presentarán en enero la postura chilena ante el Congreso Nacional para dictar una nueva ley de inmigración.
Los tres mosqueteros ordenadores y Dartagnan Ubilla, el fusible que va a todos los duelos para que no toquen al Cardenal Mazarino ni, por cierto, a Luis XIII.
Ellos, los cuatro, concuerdan en que la migración No es un derecho humano, y que el ridículo en la ONU y ante el mundo había que correrlo con el fin de “ordenar la casa”, porque la política de migración es una política de inmigración, esto es, una política interna (!) .
Ahora, mirando sus currículos, esa postura ideológica “piñerista” se entiende absolutamente.
Estos son los tres:
-José María Hurtado, chileno, abogado de Renovación Nacional, homónimo de un ex diputado del mismo partido de derecha ya fallecido.
-Julián Flores, colombiano, administrador público, llegó a Chile hace solo cinco años con beca del Ministerio de Relaciones Exteriores de acá. Se mantuvo militando en el Partido Conservador de Colombia (el que hoy está en el poder) pero además participó en el Comando de Extranjeros de Piñera. El histórico Partido Conservador de Colombia ha atizado y participado en enfrentamientos armados de más de un siglo y en las últimas décadas ha apoyado a Álvaro Uribe y al actual Presidente Duque, su marioneta. Julián Flores tiene hoy oficina en La Moneda, junto a los otros teóricos de la migración.
-Mijail Bonito (no es chapa, es nombre legal) cubano, nacionalizado chileno, aquí militante de Evópoli y candidato a diputado derrotado en la última elección chilena. Llegó a Chile en el año 2000. Es abogado, titulado en La Habana. Según La Tercera ha estado públicamente relacionado con viejos y nuevos anticastristas destacados, entre ellos Hubert Matos y María Rosa Payá. Tiene buenas relaciones con Alfredo Moreno, ex canciller y actual Ministro de Desarrollo Social, y con Gutenberg Martínez, ex DC, hoy rector y comentarista radial.
Hubert Matos cumplió veinte años de prisión en Cuba por alzarse contra Fidel Castro y murió en Miami en 2014 a los 98 años. María Rosa Payá encabeza una agrupación cubana social cristiana y vive en Miami y en La Habana. Ha estado en Chile varias veces.
Los tres, o los cuatro si todos piensan, son contrarios al “ingreso indiscriminado” de migrantes a Chile y repiten la peregrina idea de que el derecho de migración no es un derecho humano, cuestión irredargüiblemente pollina, en la que se contradicen con la última posición doctrinaria del pragmático canciller Ampuero.
Un pesado tufillo racista y reaccionario se percibe en la oficina de La Moneda en la que se juntan, se sientan y trabajan estos expertos. Un tufillo inadvertido en el tufo del palacio-cuartel. Es esa atmósfera que, con desprecio, llama “ideología” el alcalde de Las Condes don Joaquín Lavín, cuando se trata de la izquierda..