Estados Unidos concentra fuerzas para la retirada en el norte de Siria, luego de evacuar bases en las áreas de Al Yalabieh e Himmo, según reportes de la televisión nacional desde la provincia de Hasaka.
De acuerdo con las informaciones, un grupo estadounidense especializado en el desminado abandonó la región con equipamiento que era utilizado presuntamente por organizaciones ilegales bajo el pretexto de 'ayuda humanitaria'.
Los datos recopilados indican que esas tropas deben concentrarse en áreas de Al Anbar y Al Rutbah, en el borde entre la frontera de Siria con Iraq y en el norte de Hasaka, donde tienen las de Tell Baydar, Rimelan y Derek.
Por otra parte, está previsto que el Ejército Nacional y la Policía Militar de Rusia entren en la ciudad de Manbij, donde unos dos mil efectivos árabes de las llamadas Fuerzas Democráticas Sirias (FDS) se unirán a las tropas gubernamentales.
En la víspera, ocho vehículos y varios autobuses del Ejército sirio entraron a la localidad de Ameriah al oeste de Manbij, en el norte de la provincia de Alepo y donde instalaron puntos de control que separan a la zona de los extremistas apoyados por Turquía.
En las cercanías de la localidad mencionada están desplazadas tropas turcas desde el año 2016, junto a bases estadounidenses previstas a desalojar en Jarablus, Kobane, Tell Samn y Ain Isa.
Recientemente, el canciller ruso, Serguei Lavrov, afirmó que en la zona oriental del río Eúfrates, justo donde ahora se trasladan los efectivos estadounidenses, Washington reconstruye las infraestructuras locales, y redes sociales y económicas.
'Eso es precupante porque puede provocar intentos de dividir Siria', precisó el ministro ruso de Relaciones Exteriores.
No obstante, para analistas y observadores de la situación las evidencias en el terreno permiten evaluar una intensas negociaciones entre todas las partes involucradas y de las que están marginadas las organizaciones terroristas que, como el Estado Islámico, Daesh, se mantienen al norte de Deir Ezzor, cerca de la frontera con Iraq.