Miles de estudiantes protestaron hoy contra reformas en el sistema educativo, como la aplicación de restricciones en el acceso a la universidad y el aumento de matrículas, en medio de una crisis socioeconómica en Francia. Los jóvenes y parte del profesorado mantienen cerradas numerosas escuelas y tomaron las calles en esta capital para expresar su desacuerdo con un proyecto de ley que impulsa el Gobierno de Emmanuel Macron.
Tal iniciativa afecta a los estudiantes del bachillerato, porque implementa un nuevo sistema de acceso a la universidad y el aumento de matrículas en la educación para alumnos que no pertenecen a la Unión Europea.
Las manifestaciones se iniciaron el 3 de diciembre, en medio de una oleada de protestas del movimiento conocido como los chalecos amarillos, en contra de la política del Gobierno.
Más de 700 educandos de secundaria fueron detenidos el viernes durante una jornada de protestas contra la gestión de Macron, mientras que otros 150 resultaron arrestados el jueves en Mantes-la-Jolie, al noroccidente de París.
Según los descontentos, en esa oportunidad los alumnos fueron víctimas de tratos inhumanos, pues policías obligaron a estudiantes a arrodillarse, con las manos en la nuca e, incluso, algunos fueron esposados.
El Gobierno de Macron declaró ayer estado de emergencia económica y social al anunciar un grupo de medidas sociales con la intención de frenar a los chalecos amarillos.
Para el líder del partido de izquierda Francia Insumisa, Jean-Luc Melenchon, las disposiciones del presidente no responden a las demandas de la población, pues los sectores más ricos continúan siendo los más privilegiados, y convocó a otra marcha para el sábado.