Más de un centenar de ex prisioneros y prisioneras políticas, junto a compañeras, compañeros y familiares, como asimismo habitantes del sector, se dieron cita hoy sábado 01 de diciembre en la localidad de Puchuncaví de la V Región, para asistir a la ceremonia de instalación de la séptima placa de la “Enredadera de la Memoria”.
En forma lenta y constante se han ido sumando distintos sitios a la “Ruta de la Memoria de la V Región” durante estos últimos años. Son siete, hasta este momento, las Placas de Memoria instaladas en distintos lugares y localidades: Liceo N°2 de Niñas de Valparaíso – Campo de Concentración “Isla Riesco” de Colliguay- Memorial en Sector Las Coimas – Memorial en la Playa La Ballena – Memorial en Cuartel Silva Palma – Memorial en la Ex Cárcel de Valparaíso – Memorial del Campo de Concentración de Melinka en Puchuncaví.
La ceremonia, que fue organizada por la Corporación de Memoria y Cultura de Puchuncaví, junto a integrantes de la Mesa Regional de Derechos Humanos, y con el apoyo del Ministerio de la Cultura, las Artes y el Patrimonio, se desarrolló en el sector donde funcionó el Campo de Prisioneros y específicamente en el lugar donde se encontraba la cancha de básquetbol, que en el año 73 se ubicaba entremedio de las cabañas del Balneario Popular que funcionaba en dicho lugar, el cual fue ocupado y transformado por la Marina en un Campo de Prisioneros después del golpe de estado, con alambradas , torretas de vigilancia y campos minados a sus alrededor.
Durante el inicio de esta actividad, la conductora y el conductor del acto, Gwendy y Hugo respectivamente, recalcaron que esta reunión era para continuar el proceso de rescate de la memoria “que organizaciones, sitios, espacios y personas de la Región de Valparaíso han venido desarrollando por años. El Memorial Melinka-Puchuncaví, no es el simple resultado del trabajo mancomunado y colaborativo de los agentes de la memoria que se han congregado hoy, sino también son un fragmento de la esperanza de todos y todas aquellas que fueron víctimas de la dictadura cívico-militar desde el 11 de septiembre de 1973 que soñaron y pensaron una sociedad más justa.
El trabajo en DDHH trata de dar uso y dar funcionamiento a una serie amplia de recursos para evocar, rememorar y generar reflexión sobre los hechos ocurridos y que ocurren, aportar a la discusión y debate sobre los Derechos Humanos, contribuyendo a la construcción de memorias colectivas…”
Algunos ex prisioneros del Campo de Concentración Melinka de Puchuncaví, quienes además son parte del Directorio de la Corporación de Memoria y Cultura de Puchuncaví, entregaron sus testimonios, entre ellos Rodrigo del Villar, el doctor Patricio Rojas, Francisco Ruiz, y el arquitecto Miguel Montecinos.
Rodrigo del Villar, ex Prisionero Político y actual Presidente de la Corporación, durante su intervención expresó:
“(…) Por este sitio pasaron cientos de chilenos de diversas partes del país. Mineros de lota, estudiantes, profesores, trabajadores de las más diversas áreas, artistas, músicos, pintores y escritores, entre otros. Entre los hitos importantes aquí vividos, está la primera Huelga de Hambre realizada en el país y por Prisioneros Políticos. Su objetivo fue denunciar al mundo el asesinato de camaradas que habían sido vistos con vida en recintos de muerte y tortura como la nefasta Villa Grimaldi, y que no obstante aparecían en diarios apócrifos extranjeros como “ajusticiados” por sus propios camaradas, como “traidores”. Esta fue la tristemente llamada Operación Colombo, también conocida como el Caso de los 119. Claramente una operación montada por la DINA para encubrir la muerte y posterior desaparición de ciudadanos chilenos (…) Otro acontecimiento importante acaecido en este lugar, fue el nacimiento de una niña cuya madre fue asistida por nuestros médicos detenidos, hecho que caló muy hondo en todos los que aquí estábamos…¡El milagro de la vida surgía en este páramo represivo! (…) Después de cinco largos años de esfuerzo es para nosotros una gran satisfacción ver coronada esta primera etapa de nuestro proyecto, con la inauguración de esta placa conmemorativa. Más aún estando tan cerca de ese 29 de octubre de hace 42 años en que el Campo fue cerrado y los prisioneros liberados o enviados al exilio. En el día de hoy erigimos un monumento a la memoria de quienes ya no están, pero también un monumento para el futuro. Mantener viva la memoria colectiva como valor testimonial de un pueblo, es importante no solo como un homenaje a los caídos o a los que ya partieron, sino, por sobre todo, como salvaguarda para que las generaciones futuras nunca más vuelvan a padecer la época de horror que a nosotros nos tocó vivir…”
La música estuvo también presente en esta ceremonia y el dúo “Sankara”, formado por Fernanda Mosqueda y Felipe Valdés, provenientes del barrio Matta de Santiago, deleitaron a las y los asistentes con canciones latinoamericanas y creaciones propias.
Por último hizo uso de la palabra el arquitecto Miguel Montecinos, ex Prisionero y actual Vicepresidente de la Corporación Memoria y Cultura de Puchuncaví, el cual se refirió a las proyecciones y a los objetivos que buscan alcanzar en este Sitio de Memoria para transformarlo en un lugar lleno de vida, que recoja la historia pasada, pero que al mismo tiempo se haga cargo también de los problemas del presente, refiriéndose al grave daño ambiental y la contaminación que sufren desde hace casi cincuenta años los habitantes de Quintero y Puchuncaví.
Antes de dar por finalizada la ceremonia en el lugar en donde funcionó el Campo de Concentración Melinka, se rindió un homenaje al comunero Mapuche asesinado por Carabineros, Camilo Catrillanca.
Los y las asistentes se dirigieron hasta el camino principal que une a Puchuncaví con Quintero y Zapallar, respectivamente, al borde del cual se instaló e inauguró la séptima placa de la “Enredadera de la Memoria”.
A nombre de la Mesa Regional de Derechos Humanos, el ex Prisionero Político Antonio Oyarzo manifestó que: “Nuestra Mesa Regional se inició en el 2015 con el propósito de ir registrando Sitios de Memoria desde Santo Domingo hasta Cabildo y Los Vilos. Hemos identificado hasta el momento siete lugares. Primero fue el Liceo N°2 de Niñas, después subimos a Colliguay, estuvimos también en Las Coimas, posteriormente en la Ex Cárcel de Valparaíso, en los Molles, en el Silva Palma, y hoy estamos acá en Puchuncaví. La memoria va con nosotros por donde vamos caminando y tenemos que seguir adelante, puesto que nuestra memoria tiene mucho valor y debemos entregársela a las nuevas generaciones.”
Guillermo Correa Camiroaga, Valparaíso 01 de diciembre 2018