Rusia reiteró hoy su rechazo a la provocación orquestada, con apoyo de Occidente, por Ucrania cerca del estrecho de Kerch, a donde envió dos buques de guerra adicionales para reforzar su presencia allí con otras tres naves.
A la zona del puente de Crimea, que se encuentra a la entrada del estrecho de Kerch, la fuerza aérea ruso envío aviones de combate para observar de cerca el acto de provocación de la Armada ucraniana.
El jefe del comité de Relaciones Internacionales del Consejo de la Federación (senado ruso), Konstantin Kosachov, denunció que la acción de Kiev busca obligar a Rusia a una acción para impedir el paso de los buques de combate y con ello crear un conflicto.
La intención consiste en involucrar a Rusia en un diferendo y después acusar a este país de una agresión contra Ucrania, afirmó Kosachov, quien señaló que con la proximidad de los comicios el presidente Piotro Poroshenko, desea levantar así su popularidad.
De su lado, Olga Kavitidli, miembro del comité de Defensa del senado ruso, afirmó que la responsabilidad por las consecuencias de la provocación montada en el estrecho de Kerch será totalmente de Kiev.
Las autoridades ucranianas conscientemente violan los acuerdos internacionales para crear una abierta escala de tensión, indicó.
Para el viceprimer ministro y representante del presidente ruso en Crimea, Georgui Muratov, detrás de la acción realizada por Ucrania se encuentran los países que apadrinan a ese gobierno, que llegó al poder tras un golpe de estado, en febrero de 2014.
Dos lanchas blindadas y artilladas y un remolcador de la Marina de Guerra ucraniana partieron desde el puerto de Odesa y cruzaron de forma ilegal las aguas territoriales ucranianas, señaló el Servicio de Guardacostas de Rusia.
Los navíos del vecino país violaron los artículos 19 y 21 de la Convención de la ONU sobre derecho marítimo, efectúan maniobras peligrosas y rechazan la subordinación a las orientaciones de los guardacostas rusos.
Por esa razón, las autoridades de Crimea anunciaron el cierre temporal del paso por el puente de Crimea, situado a la entrada del estrecho de Kerch, pues la presencia allí de tres buques de combate podría desembocar en una provocación, denunció el Kremlin.
La parte ucraniana, de su lado, afirma que notificó con tiempo el paso de sus buques con dirección a la localidad de Mariupol y consideró de peligrosas las maniobras de guardacostas rusos para buscar la suspensión de la marcha de los buques.