Noviembre 23, 2024

Hasta que les duela tambien

“Si les disparan tienen derecho a defenderse” Ministra Pérez, Gobierno de Sebastián Piñera.

 

Perfectamente esta frase podría ser parte de un llamado para que el pueblo mapuche, sus organizaciones sociales abiertas, los weichafes que se encuentran en la clandestinidad, y la inmensa solidaridad comprometida con esta causa justa inicien un camino de resistencia y lucha que bajo el uso de todas las formas, ciertamente tiene espacio y legalidad para instalarse en todo el territorio de la república.

 

El pueblo mapuche está en todas las esquinas de la patria.

 

En los últimos sesenta años en diferentes lugares del mundo, otros pueblos tomaron como necesario hacer uso de la violencia bajo formas de autodefensa para intentar detener las agresiones que de forma constante eran ejercidas por agentes del Estado, o por latifundistas, o ejércitos privados, creados por determinados grupos económicos que para poder desarrollar sus proyectos donde no dudaron en asesinar a los dueños de la tierra para apropiárselas.

 

En Colombia, por ejemplo, los paramilitares fueron creados y financiados por los latifundistas, y estos a su vez levantaban y apoyaban a los candidatos de la derecha. Alvaro Uribe quien llegó a ser presidente de Colombia, y hoy ejerce como senador, ganó su elección contando con el apoyo de todo un ejército mercenario.

 

Público es que los ejecutores y los que mandaban siempre gozaron de una absoluta impunidad donde intervienen los gobiernos y poder judicial.

 

Largos decenios debieron pasar para que en Irlanda pueda tener representación el SINN FEIN. Masacrados por el ejército inglés como sucediera en el Lunes Sangriento, donde existió todo un complejo preparativo para asestar un sangriento golpe a los independentistas. Años encarcelados en juicios muy distantes de la equidad para centenares de combatientes del IRA, y que llegaron hasta la muerte en prisión para obtener su reconocimiento, y que le fuera negado por la Thatcher, esa, la amiga de Pinochet.

Las luchas de los pueblos por la conquista de sus derechos, o por la autodeterminación, o el reconocimiento como pueblo, o a la expulsión de los territorios de los invasores, no han sido ni serán asuntos de un día. Largos años marcan la historia del pueblo irlandés, el país vasco, los pueblos originarios en Canadá o Australia, pero ese recorrido está marcado por largas jornadas de lucha.

 

En Chile existen pueblos originarios por sobre los cuales el Estado ha pisoteado su dignidad. Los asesina, amparando el robo de sus tierras, y coartado su destino al estar los gobiernos siempre más cercanos a los grupos económicos, que a los que estaban antes de la llegada del imperio español.

 

Hace cien años toda una región pertenecía al Pueblo Mapuche; hoy está nuestro antiguo pueblo en la miseria y en su gran mayoría la tierra en manos de las forestales. No se logra avanzar por la presión que ejercen los grandes grupos económicos sobre los gobiernos de turno. 

 

Para los gobiernos ha sido muy fácil centrar la represión en una sola parte del territorio. Es entonces que la justa reivindicación del pueblo mapuche que tanta solidaridad mantiene, hay que hacerla llegar a todo el territorio. El uso de todas las formas de lucha acortará la victoria que es indispensable.

 

No se trata de hacer visible el pueblo mapuche cuando el Estado asesina. Es hora que su causa llegue a los colegios y las universidades, que los profesores sean los transmisores y se conviertan en voceros. Se deben generar las condiciones para que los líderes de la CAM, que todos los Loncos de todas las comunidades vayan a contar sus historias de lucha más que centenaria a los colegios, universidades, fábricas y sindicatos. La solidaridad activa debe mantenerse. Romper el cerco informativo es urgente siempre.

 

Estos combates son de marcado carácter anticapitalista, tienen el lenguaje natural que todo el pueblo comprende, que las organizaciones populares insisten de manera tozuda en hacerlo permanecer.

 

La historia ofrece un buen momento para que se levanten proyectos más amplios y populares, con más calle y trabajo territorial. Posiblemente y sin duda para muchos una foto mercurial tenga más sentido que estar en una población de la zona sur o en cualquier otro lugar que se requiera. Es buen momento también para levantar líderes jóvenes y hacer avanzar las nuevas propuestas de los tiempos y batalla que habrá que dar sin duda.

 

No debe quedar ningún espacio sin que se hable de todas las reivindicaciones de nuestros pueblos originarios, esa es la mejor manera de solidaridad activa. No se debe perder el sentido que es una lucha contra el capitalismo y para ser libres. Allá los que se lanzan a convertirse en mediadores, esos no son los necesarios en estos momentos.

 

La lección queda escrita. Al reformismo, al revisionismo, a los media tintas, a los que van con la mano a pedir el voto en cada elección, a los que por siempre los han traicionado. A los que ordenan la militarización de la Araucania, a los que los niegan y los condenan como agentes violentistas. A la derecha que les cuelgan el cartel de terroristas. A esos hay que propinarles la derrota, sencillamente porque se trata de un asunto histórico, nada más pero tampoco nada menos.

Es ahora más que nunca que abierto está el camino.

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