Septiembre 20, 2024

¿Qué está pasando en México? Entérense

Andrés Manuel López Obrador (AMLO) todavía no asume la presidencia, lo hará el primero de diciembre, falta poquito.  Pero ya ha anunciado  algunas medidas que va a tomar, y se ha enemistado con los empresarios, con los poderes fácticos que dominan en México. Porque mientras el país crece a un modesto dos por ciento, los empresarios, unos 10 o 12 grupos empresariales, acrecientan sus fortunas en un 20% anual.

 

 

La cosa no es pareja, por lo tanto. Hasta hace pocos días AMLO estaba en la buena con los poderosos, pero decidió darles de inmediato un golpazo tan contundente como el que les dio a los partidos políticos tradicionales el primero de julio, en las elecciones en que arrasó. Eligió su campo de batalla -muy al estilo Sun Tzu-“El Arte de la Guerra: El atacante para ser exitoso debe elegir el campo de batalla”. Y AMLO eligió el aeropuerto. Hace años se estaba construyendo aquí un nuevo aeropuerto en lo que fue el lago Texcoco. Es un mega aeropuerto, naturalmente, como deben serlo todos los que reciben y despachan montones de vuelos. Desde luego, en el aeropuerto Benito Juárez, el que está actualmente en funciones, despegan alrededor de 700 aviones diarios y aterrizan más de 1.200 al día, aunque estas cifras pueden aumentar mucho según las estaciones y otras circunstancias.

 

El nuevo aeropuerto de Texcoco  requiere inversiones de millones de millones de dólares. Los grandes grupos económicos de México y del extranjero metieron su dinero allí, comenzando por Slim, uno de los hombres más ricos del mundo y cuyo yerno es  el arquitecto encargado del diseño, asociado con un inglés que parece ser el más cotizado arquitecto del mundo especializado en aeropuertos. Esto en contubernio con el gobierno del PRI, por supuesto, como sucede con todas las grandes obras públicas. Pues AMLO hizo una propuesta alternativa, construirlo en Santa Lucía, Estado de México, donde hay un pequeño aeropuerto militar que se puede aprovechar en parte. Hizo una consulta pública y ganó Santa Lucía. Por lo tanto, el presidente electo declaró que se haría en Santa Lucía. Éste  también tiene sus inconvenientes, porque no hay un lugar perfecto para hacer un aeropuerto en la Ciudad de México. El escándalo que se armó fue mayúsculo. Toda la prensa, la televisión y otros medios de comunicación le cayeron encima,  le llovieron descalificaciones e insultos, pero él muy tranquilo. Es que no fue un asunto técnico, como dicen los empresarios, sino un asunto político. Lo que se quiso decir y se dijo, es que aquí ya no mandan los poderes fácticos, como ocurría hasta ahora, sino que el que manda es el pueblo, que eligió a AMLO para que fuera su presidente.

 

La segunda medida que está causando escándalo es que en el Senado -Morena tiene mayoría en las dos cámaras- el jueves 8 de noviembre se presentó un proyecto de ley para regular la actividad bancaria. Allí se pone límites a las comisiones leoninas que cobran en México los bancos por cualquier operación, comisiones que son mayores que las del resto del mundo. Atienden mal, cobran por respirar. En fin, son súper abusivos y todo el mundo los detesta.

 

Pues para qué les digo: el viernes la bolsa de valores tuvo una caída desusada, más del 5%, el dólar se fue a las nubes, más de 20 pesos por dólar, en fin, los mercados se volvieron locos. Los bancos –la mayoría son propiedad  de empresas trasnacionales- acusan a AMLO de haberlos engañado, de haberles mentido, porque les dijo que no iba a cambiar las reglas bancarias  durante los tres primeros años de su gobierno. ¿Y qué responde Andrés Manuel? Pues que esta es ahora una democracia en que se respeta la división de poderes, y que los diputados y senadores son dueños de presentar las iniciativas que quieran. Pero nadie cree que los congresistas de Morena  vayan a presentar una iniciativa tan conflictiva sin consultar a AMLO. Pero Andrés Manuel repite: “Esta es ahora una democracia en que impera la división de poderes y la libertad, yo no les doy línea a los parlamentarios, ¡Amor y Paz!”

 

El sábado 10 de noviembre, el coordinador del grupo parlamentario  de Morena  anunció que el proyecto sobre los Bancos no se dictaminará de forma precipitada y habrá un compás de espera para escuchar a inversionistas y banqueros.

 

De inmediato la Bolsa de Valores se recuperó. Hoy, lunes 12 de noviembre, el dólar se vende a poco más de 19 pesos, y se acabaron los problemas. ¡A bon entendeur, salut!

 

Creo que AMLO tuvo razón, porque no se deben abrir tantos frentes de batalla al mismo tiempo. Quizás Salvador Allende o Sun Tzu lo están orientando desde algún lado.

 

Pero lo importante es que Andrés Manuel está apoyado por un pueblo valiente y decidido, que hizo la primera revolución del siglo XX y ahora se apronta a iniciar  la revolución del siglo XXI.

Agregar un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos requeridos están marcados *