Este domingo 11 de noviembre, el actor y dramaturgo Roberto Nicolini celebrará la función número 1.100 del exitoso unipersonal con el que ha recorrido Chile. En esta oportunidad, la función se realizará en apoyo a Pascuala Araya, secretaria por 38 años del Colegio Metropolitano de Periodistas, a quien la entidad niega el pago de su indemnización desde 2016.
Con una función especial en homenaje a Pascuala Araya, secretaria por 38 años del Colegio Metropolitano de Periodistas, a quien la entidad niega el pago de su indemnización desde 2016, Roberto Nicolini realizará la función 1.100 de su exitosa obra “Jodida, pero soy tu madre”. Respecto a su compromiso con los periodistas organizados para apoyar económicamente y reivindicar los vulnerados derechos de la histórica ex secretaria del gremio, señala:
-“Me importa que se respeten los derechos de una mujer trabajadora. Más si se trata de una persona de 88 años, que trabajó hasta los 86 para asegurarse de terminar su vida con dignidad. Conocí el caso a través de Facebook y me conmovió. Luego, un grupo de periodistas me pidieron ayuda. Mi obra trata de los dolores, aprendizajes y desafíos de la última etapa de la vida, así que ponerla al servicio de doña Pascuala es un modo óptimo de festejar la sintonía con el público que nos sostiene en cartelera”.
En 2017 el actor y su pareja, la productora Luz Rivanera, dieron vida al Teatro Las Tablas en la calle Crucero Exeter del Barrio Bellavista. Con ellos renació un espacio anclado en la tradición teatral capitalina, desde que el Teatro La Feria, mítica compañía de Jaime Vadell y Susana Bomchil, descubrió ese escondido rincón del barrio bohemio de la capital.
Nicolini reunió capital para su nueva sala fundamentalmente a partir del éxito de los unipersonales “Jodida pero soy tu madre” y “Viva la diferencia”. El primero de ellos recibió el 2017, vía votación del público, el Premio Clap al mejor actor, compitiendo entre cinco nominados por la plataforma Atrápalo.cl.
DE LA REGIÓN A LA CAPITAL
El Teatro Las Tablas es un proyecto nacido en Viña del Mar, el año 1984. A su alero funcionaron tres salas de cámara que, además de las producciones de Nicolini, recibieron a grandes actores y compañías, llevando a la V región lo mejor del teatro chileno. Tras seis intensos años, la sala cerró las cortinas y su creador emigró a Santiago.
El actor asumió el desafío de refaccionar el viejo galpón de Crucero Exeter con duros esfuerzos personales y aportes de sus amigos y seguidores en las redes sociales. Hoy, nuevamente consolidado como empresario teatral, define sus metas:
“Además de tener casa actoral propia, queremos albergar compañías independientes, con trayectoria o emergentes, que presenten espectáculos entretenidos y de calidad. Estamos aquí para hacer más y mejor teatro”.
Con una carrera vinculada a la radio y la TV, creó para UCV TV el programa infantil Pipiripao, que condujo entre 1984 y 1996. Tras su duro quiebre con el canal, el artista sostiene que reiventarse cuando el canal lo reemplazò en la conducción fue “difícil, pero poderoso… Descubrí que no necesito las pantallas ni estar en la prensa para seguir vivo en la memoria del público. Desde el teatro conquisté nuevas generaciones y lo haré, mientras tenga algo que decir. Eso me regala el lujo de poner hoy mi tribuna al servicio de una mujer que -como yo- trabajó desde muy joven y tiene derecho a terminar su vida con dignidad”.
Dice no tener temores de involucrarse en un conflicto ajeno:
“El grupo de periodistas que acudió a mí buscando apoyo para generar fondos que sostengan a doña Pascuala, mientras encuentran forma legal de zanjar el conflicto entre el Colegio y su antigua empleada, presentaron la sentencia emitida por los tribunales del trabajo en 2016. Allí se establece la obligación de indemnizarla. Los actores conocemos, como pocos, la fragilidad de la vejez y el desamparo económico. Imposible restarme a una iniciativa que, a través de otros artistas, los organizadores planean prolongar mes a mes, hasta que el conflicto se resuelva”, explica Nicolini.