A través de un mensaje del Ejecutivo, ingresó este martes a la Cámara de Diputados el proyecto para aprobar el Tratado Integral y Progresista de Asociación Transpacífico (TPP-11), dando inicio a su tramitación en el Congreso Nacional.
El TPP-11 o CPTPP (por su sigla en inglés) es un tratado de libre comercio entre varios países de la Cuenca del Pacífico que incluye en sus capítulos una variedad de materias de políticas públicas. El acuerdo que fue firmado en Chile el 8 de marzo de este año ha sido ratificado, hasta la fecha, por seis países de los diez que integran el tratado, cumpliéndose así el primer requisito para que éste entre en vigencia.
Este tratado ha sido fuertemente criticado por la sociedad civil de los distintos países firmantes, debido a las garantías que otorga a las grandes empresas trasnacionales y los peligros que implica su ratificación para las economías locales y los Derechos Humanos.
Por su parte, las organizaciones integrantes de la Plataforma Chile Mejor Sin TLC han rechazado tajantemente la ratificación de este acuerdo, debido a la falta de información y estudios de impacto pertinentes en ámbitos como medioambiente, acceso a medicamentos, Derechos Humanos y derechos laborales que serían afectados directamente por este tratado.
Lucía Sepúlveda, integrante de Chile mejor sin TLC y RAP-AL, considera que: “como es habitual en caso de proyectos que son lesivos para los intereses de los ciudadanos y ciudadanas, el Gobierno lo manda cuando los intereses de la gente están puestos en cómo terminar bien el año. Hay tantas cosas pasando que el Gobierno nos quiere pasar un gol con el TPP-11, por lo que generarán un escenario donde intentarán que se apruebe sin que la gente sepa nada al respecto y sin que los parlamentarios hayan profundizado en un estudio sobre los impactos que va a tener”.
Por su parte, Camila Montecinos, integrante de GRAIN, comenta que la introducción del TPP-11 en la Cámara de Diputados “es preocupante porque el TPP es un tratado que nos va a afectar profunda y muy negativamente; va a terminar con muchos derechos laborales, va a imponer la privatización de las semillas, nos va a impedir terminar con las AFPs y tener una educación pública. Es un tratado con consecuencias tan negativas y sin embargo no ha sido discutido plenamente, no se ha informado adecuadamente a la opinión pública, los parlamentarios en general tampoco han sido informados y, por lo tanto, se corre un riesgo muy grande de que la votación sea en base a la ignorancia”.
Esteban Silva, presidente de la Fundación Constituyente XXI, considera como un acto de mala fe por parte del Gobierno ingresar a estas alturas del año el proyecto que aprueba el Tratado
Transpacífico, ya que este acuerdo no ha sido discutido y tampoco lo conocen los parlamentarios. “Lo ingresan ahora una vez ha bajado los niveles de preocupación sobre el TPP-11, intentando forzar su aprobación entre gallos y media noche y probablemente en vísperas de llegar a la cumbre del G-20, donde Piñera es invitado, con la tarea cumplida, es decir con el anuncio de haber aprobado el TPP-11”.