La Asamblea General de la ONU adoptó hoy con el apoyo de 189 de sus miembros una nueva resolución que reclama el fin del bloqueo económico, comercial y financiero impuesto por Estados Unidos contra Cuba.
Solo Estados Unidos e Israel votaron en contra del levantamiento del bloqueo, y no hubo ninguna abstención.
Por vigesimoséptima ocasión consecutiva desde 1992, la comunidad internacional demanda de manera categórica en el principal órgano deliberativo de las Naciones Unidas el levantamiento del cerco aplicado por Washington a la isla durante más de medio siglo.
La votación de este año estuvo marcada por las presiones de Estados Unidos para desacreditar a Cuba, al presentar ocho proyectos de enmiendas que solo obstaculizaron y alargaron el proceso y no tuvieron el respaldo de los países miembros de la ONU.
En las sesiones de hoy y la víspera, diplomáticos de varios países, a nombre de organizaciones globales y regionales o en su capacidad nacional, abogaron por el cese del bloqueo y criticaron su impacto en el desarrollo socio-económico de la isla.
También coincidieron en que el bloqueo es una violación de los derechos humanos de todo el pueblo cubano y entorpece las relaciones del país caribeño con el resto del mundo.
El canciller cubano, Bruno Rodríguez, denunció que el Gobierno de Estados Unidos manipula y politiza vulgarmente el deseo universal de garantizar los derechos humanos a todas las personas y los Objetivos de Desarrollo Sostenible.
Así lo ha hecho al presentar enmiendas a la resolución 'Necesidad de poner fin al bloqueo económico, comercial y financiero impuesto por los Estados Unidos de América contra Cuba', señaló.
Cuba está dispuesta a hablar sobre derechos humanos y desarrollo sostenible en cualquier órgano, momento y bajo cualquier tema pertinente de la agenda, y alienta el diálogo y la cooperación en esas cuestiones, dijo el canciller.
Pero el Gobierno de los Estados Unidos no tiene la menor autoridad moral para criticar mi país ni a nadie en materia de derechos humanos, añadió.
Este año, la representación norteña presentó ocho enmiendas que debieron ser sometidas a votación en la Asamblea General de la ONU, pero todas recibieron el rechazo de la mayoría de la comunidad internacional.