Admiramos a Hitler, a Mussolini, a Franco, a Stroessner, a Somoza, a Batista, a Pinochet por cierto.
Quisiéramos en Brasil un gobierno como el de Kim Tercero pero al revés, en favor de la elite.
Las elites deben mandar siempre. No todos pueden ser ricos, no todos poderosos, no todos respetables, así como no todos descubrieron la ley de gravedad ni inventaron la pólvora.
Brasil debe dejar de ser el inmenso y hueco mundo de la zamba y el bosanova, de los negros bembones e incultos, de las negras violadas en los carnavales, de Pelé, de Garrincha o de Neymar. El hazme reír de los países grandes, de EEUU, de China, de Rusia y hasta de Argentina.
Brasil no es país de negros. Los negros y las negras son una pequeña minoría de la población y se notan más en las favelas.
La mayoría inmensa de la población brasileña es parda (caboclos, mulatos y zambos).Hay un millón, de los 204 millones de habitantes, viviendo en tribus, sólo un 0,5 por ciento. Y se calcula que en Brasil habita el porcentaje mayor de tribus no contactadas del mundo, pero allí están también el estadio más grande del mundo, el zambódromo más grande del mundo e Ipanema, la playa más hermosa del mundo.
La extensión del Brasil -la mitad de América del Sur y la más grande de América- es una de las cinco más grandes del planeta.
Cuando en Chile gobernaban liberales como Santa María y Balmaceda en Brasil lo hacía de manera absoluta un Emperador: el Emperador Pedro II de Alcántara Joao Carlos Leopoldo Salvador Bibiano Francisco Xavier de Paula Leocadio Miguel Gabriel Rafael Gonzaga de Habsburgo-Lorena e Bragadonca. Era un emperador brasileño, nacido y criado en Río de Janeiro. Gobernó como emperador durante y después de los Bonaparte en Francia. Pedro II reinó 58 años, desde 1831 (en Chile, Prieto) y 1889 (en Chile, Balmaceda) y fue llamado El Magnífico. Que no conozcamos la historia de Brasil es otra cosa.
Da risa pensar en Lula. Él no podría jamás ser emperador, por su nacimiento y su trayectoria laboral. Tiene sangre roja. Bolsonaro o Bolsoraro sí puede y quiere. Él ha sido militar y es algo rubio en un país de pardos, como el emperador Pedro II. Su alma mater, la de Bolsoraro, es la “Aguilhas Negras Military Academy”. De allí surgieron oficiales brasileños que, antes del 73, prepararon en la tortura a miembros de la DINA chilena.
Por eso han ido en peregrinaje a Río de Janeiro a besarle la esposa, como lo hacían con Karadima y Ezzati, gente chilena tan autóctona y católica como Kast y Riesselbherge.
Bolsanaro o Bolsoraro se ha declarado públicamente admirador de Piñera, por ser éste descendiente de Manco Capac, príncipe inca y emperador, como lo ha declarado el actual Presidente de Chile.
Bolsoraro o Bolsanaro ha propuesto, entre otras cosas, estrechar relaciones con Israel y esterilizar a los pobres. ¿Qué mejor?
A su vuelta a Chile, después del besamanos a Bolsoraro, Kast declaró: “Del cuchillazo que se pegó ahora está bien, sonriente y rosadito y con un 20% más de votos”. “Ganar un imperio bien vale un pinchazo”.