Niños y docentes de la escuela Odessa de Río Claro, en la región del Maule, sufrieron el día miércoles 10 de octubre una intoxicación masiva (brote) debido a la aplicación del fungicida Fungizeb 800 por la empresa Agrícola LC Limitada, en un predio vecino a la escuela, de manzanas para exportación. El principio activo de este agrotóxico es Mancozeb, clasificado por la Organización Mundial de la Salud y por la FAO como altamente peligroso, según los nuevos criterios vigentes.
Fungizeb 800 es un fungicida sistémico y de contacto, con efectos tanto de tipo agudo como crónicos. En este caso se trató de una intoxicación aguda pues 24 horas después, los niños presentaron vómitos, náuseas y malestar estomacal y debieron ser atendidos en la Posta de Peñaflor y el CESFAM de Culpeo.
Un cuadro alarmante
Las autoridades sólo se han referido a los efectos agudos de este incidente, y se apresuran a descartar que esto pueda tener otras implicancias, lo que los especialistas califican como una muestra de negligencia y frivolidad. Al respecto María Elena Rozas, coordinadora nacional de la Red de Acción en Plaguicidas Chile afirmó: “Es indignante comprobar que en Chile, los más vulnerables, los niños, están en el último lugar. No solo tienen la peor salud mental del mundo, según la OMS, sino también los niños de sectores rurales están en el último lugar de las prioridades de este y anteriores gobiernos. Las intoxicaciones agudas con plaguicidas altamente peligrosos sufridas en esta temporada por escolares y pequeños de la escuela Odessa de Río Claro, y en septiembre en la escuela Senderos de Culitrín de Paine y en el jardín infantil Enanitos del Bosque en Panquehue, son un ejemplo de un grave problema que se repite en los últimos meses del año, sin que nadie se haga cargo. Los agricultores siguen aplicando agrotóxicos sin respetar ninguna norma y en la más completa impunidad, y el gobierno y los legisladores continúan en la más completa inacción frente a este grave problema ambiental y de salud pública. Una vez más se han vulnerados los derechos de los niños a la salud y a vivir en un ambiente libre de contaminación.”
Violación de normas del Decreto 158
Por su parte según se lee el diario local El Centro, la Seremi de Salud del Maule, Marlenne Durán, reconoció ante los medios que efectivamente en el terreno ubicado al lado de la escuela, la empresa “el día martes había realizado una fumigación, violando muchas normativas y reglamentos”. La empresa no alertó al colegio ni cumplió con otras medidas de resguardo que deben tomarse de acuerdo al decreto Nº 158 del año 2014, sobre fumigaciones terrestres, dictado por el Ministerio de Salud y totalmente vigente, que obliga a notificar a las escuelas, informar qué agrotóxico se va a utilizar y entregar un fono denuncia para el caso que se produzcan problemas de intoxicación, entre otras medidas de seguridad. Tampoco se puede aplicar agrotóxicos si hay viento, y se debe respetar una distancia mínima de 100 metros respecto de un lugar habitado o fuente de agua.
Esta es la temporada alta en intoxicaciones por plaguicidas debido a que las empresas habitualmente no cumplen con esa normativa y tampoco existe una fiscalización permanente del Ministerio de Salud e información a la población respecto de qué hacer y a dónde denunciar en caso de una intoxicación.
Uso de plaguicidas prohibidos
En la temporada baja (desde enero a junio de 2018), según fuentes oficiales del Ministerio de Salud, se han registrado en la región del Maule 26 casos de intoxicaciones agudas. Sin embargo se sabe estos incidentes a menudo no son notificados por lo que las cifras reales pueden elevar en 5 veces esta estadística. Estudios que está realizando el equipo de la doctora María Teresa Muñoz, de la UC del Maule en el marco de un proyecto CONYCIT a partir de muestras de orina de escolares de la comuna de San Clemente y como caso control, de niños de Talca han revelado presencia de plaguicidas incluso prohibidos en la orina de los pequeños de uno y otro sector. Los resultados, que se analizan por un laboratorio especializado en Canadá, determinan que menores de las comunas a las que se hace seguimiento tienen en su organismo paratión, un herbicida prohibido desde 1999 y otros plaguicidas altamente peligrosos como clorpirifos, diazinon y 2,4 D. El paratión tiene efectos cancerígenos y neurotóxicos; clorpirifos altera el sistema reproductivo, diazinon es un probable cancerígeno en humanos y el 2,4-D altera el sistema reproductivo.
La difusión de estos resultados ha generado un cierto nivel de alerta en los sectores más informados de la región. Justo cuando se producía el brote de intoxicación masiva, se estaba desarrollando bajo la convocatoria del Centro de Alumnos de la Escuela de Agronomía, en el Centro de Extensión de la UC del Maule, un seminario sobre agroecología y experiencias exitosas de sustentabilidad en el campo que demuestran que es posible producir alimentos de otra manera. En ese seminario alertaron sobre los dañinos efectos de los plaguicidas altamente peligrosos , Lucía Sepúlveda y Pamela Contreras de RAP-Chile, quienes fueron informadas de lo que estaba ocurriendo paralelamente en la escuela Odessa, ya que incluso una de las asistentes tiene a sus niños estudiando allí.
“Es tiempo de detener esta espiral de daño a la salud de los niños y niñas de la región y el país y tomar conciencia de los costos ocultos de la agroindustria de exportación y el modelo de desarrollo vigente”, concluye María Elena Rozas.
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