Si se quiere que la temperatura de la Tierra no suba más de 1.5 grados, hay que adoptar cambios rápidos y sin precedente en la forma en que se usa la energía para comer, viajar y vivir, o nos arriesgamos a sufrir un clima aún más extremo y la pérdida de especies, señaló este lunes un reporte de la Organización de Naciones Unidas (ONU).
Limitar el aumento de la temperatura promedio global a 1.5 grados Celsius, por encima de los niveles preindustriales, en lugar de cumplir con la meta de dos grados acordada en las conversaciones sobre el cambio climático de París en 2015, tendría claros beneficios para los seres humanos y los ecosistemas naturales
, indicó el Grupo Intergubernamental de Expertos sobre el Cambio Climático (IPCC, por su siglas en inglés).
Sin un cambio real, el mundo no está ni siquiera en camino de alcanzar el objetivo de dos grados, aseguraron los expertos.
Petteri Taalas, secretario general de la Organización Meteorológica Mundial, señaló a los periodistas en Ginebra que hay una clara necesidad de tener una ambición mucho mayor para alcanzar incluso el objetivo de los dos grados, ya que en este momento nos estamos moviendo hacia entre tres y cinco grados
.
Los pasados 18 años han sido los más cálidos registrados desde el comienzo de las mediciones en la década de 1850, indicó. Los científicos atribuyen el incremento de las temperaturas y el clima extremo sobre todo a gases de invernadero como el dióxido de carbono a partir de combustibles fósiles, entre ellos el carbón, el petróleo y el gas.
El reporte del IPCC señaló que al ritmo actual de calentamiento, las temperaturas mundiales serían 1.5 grados más altas entre 2030 y 2052, tras un alza de un grado por encima de los niveles preindustriales desde mediados del siglo XIX.
Cumplir con el objetivo de 1.5 grados mantendría la subida del nivel global del mar en 0.1 metros por debajo del objetivo de dos grados para 2100, según el reporte. Esto podría reducir las inundaciones y dar tiempo para adaptarse a la gente que vive en las costas, islas y deltas fluviales de todo el mundo. También se reduciría la pérdida de especies y la extinción y el impacto en los ecosistemas, agregó.
Hasta los científicos se sorprendieron al ver (…) lo grandes que serían los beneficios de limitar el calentamiento global a 1.5 grados en lugar de dos
, dijo a Reuters Thelma Krug, vicepresidenta de IPCC.
El grupo, ganador de un premio Nobel, emitió su informe desalentador en una reunión llevada a cabo en Incheon, Corea del Sur.
En el documento, de 728 páginas, el grupo detalló cómo el clima, la salud y los ecosistemas podrían estar mejor si los líderes mundiales pudieran limitar de alguna forma el calentamiento causado por el ser humano a solamente medio grado Celsius.
Panorama
En el informe también ofreció varios puntos de lo que podría ocurrir:
• Se afectaría a sólo la mitad de las personas por falta de agua.
• Habría menos muertes y enfermedades ocasionadas por el calor, contaminación y enfermedades contagiosas.
• El nivel de los océanos subiría casi 10 centímetros o menos.
• Menos de la mitad de los animales vertebrados y plantas perderían gran parte de sus hábitats.
• Habría menos ondas de calor, aguaceros y sequías.
• La capa de hielo de la Antártida occidental podría no llegar a un derretimiento irreversible.
• Y podría ser apenas suficiente para evitar que la mayor parte de los arrecifes de coral del mundo mueran.
Para algunas personas esta es una situación de vida o muerte sin lugar a duda
, señaló Natalie Mahowald, climatóloga de la Universidad de Cornell y una de las autoras principales del reporte.
Limitar el calentamiento a medio grado a partir de ahora significa que el mundo puede mantener una semblanza
de los ecosistemas que tenemos. Añadir otro medio grado –meta de los líderes mundiales– significa, en esencia, una Tierra diferente y más desafiante para la gente y las especies, señaló otro de los autores principales del reporte, Ove Hoegh-Guldberg, quien también es director del Instituto de Cambio Global de la Universidad de Queensland, en Australia.
Sin embargo, cumplir con la meta más ambiciosa de un menor calentamiento requeriría un recorte inmediato en las emisiones de gases que atrapan el calor, así como cambios drásticos en el sector energético.
Aunque el panel de la ONU dijo que técnicamente es posible, vio poca probabilidad de que vayan a ocurrir los ajustes necesarios.