Noviembre 22, 2024

Conflictos Cataluña-España y Chile-Bolivia

Dos noticias importantes han copado estos los primeros días del mes de octubre: el fallo del Tribunal Internacional de Justicia de La  Haya y el primer año de la conmemoración del plebiscito, en que se acordó la independencia de la República de Cataluña.

 

 

A primera vista, la comparación de estos dos acontecimientos parece absurda, pero más allá de las apariencias, hay elementos que  permiten intentar un análisis comparativo.

 

La Metrópolis española, balcanizada por varias nacionalidades – vasca, catalana, gallega, andaluza – produjo en América la unidad colonial: Virreinatos, Capitanías generales, Reales Audiencias y Presidencias, y lo que no pudieron los borbones en la Península Ibérica, sí lograron en sus colonias de América: consolidar la unidad.

 

José Ortega y Gasset, en su obra La España invertebrada, y el historiador chileno hispanista, Jaime Eyzaguirre, Fisonomía histórica de Chile, cuya posición es explicable por su admiración a la España de los Austria y, en ese tiempo, al dictador Francisco Franco, resaltan el carácter municipal de los cabildos y la España que incluye varias nacionalidades, culturas e idiomas.

 

El culpar al imperio español de las dificultades limítrofes en los distintos países hispanoamericanos parece, a mi modo de ver, un tanto desfasado: tanto Bolívar como  San  Martín buscaron, por distintos caminos, formar, en América del Sur, una gran potencia que pudiera enfrentarse a la Norteamérica anglosajona, y al Brasil lusitano. San Martín buscó a un monarca europeo que se instalara en el Virreinato de Perú y, por su parte, Simón Bolívar quería conformar un gran país que incluyera la Gran Colombia, Colombia, Venezuela y Ecuador y el ex Virreinato del Perú, con el alto y bajo Perú incluidos.

 

Los historiadores que se dedican al análisis de los temas limítrofes pueden darse muchas vueltas analizando mapas y crónicas históricas para definir, desde el punto de vista colonial, las actuales fronteras de los países de América, pero es muy difícil delimitarlas solamente sobre la base de estas fuentes, por lo tanto, en la historia contemporánea, los mejores clientes de la Corte Internacional de La Haya son los gobiernos y países latinoamericanos, (algunos de ellos, en la práctica, salen muy perjudicados como Colombia ).

 

A un día después del fallo de La  Haya a favor de Chile hay un hecho geográfico indiscutible: Chile y Bolivia van a tener que ponerse de acuerdo en una salida soberana al mar, por muy difícil que sea esta tarea. El Acuerdo tripartito – Chile-Perú-Bolivia – es un imperativo categórico. La única salida soberana al mar para Bolivia es por el norte de Arica.

 

Si revisamos la historia diplomática y las negociaciones entre estos tres países, el centro del debate siempre ha sido Arica – lo argumenta muy bien Rodríguez Elizondo -, pues a Bolivia le ha interesado, históricamente, mucho más Arica que el antiguo Litoral y Cobija.

 

Si nos detenemos en el tema catalán España no ha podido incorporar plenamente a Cataluña a su cultura, salvo cuando usó la fuerza y las armas durante la cruel dictadura  de Francisco Franco.

 

En la II República se intentó la autonomía de la   Generalitat con sus Presidentes Francesc Maciá y Lluis Companys. Companys proclamó la República catalana en plena rebelión de la izquierda y de los anarquistas contra el gobierno de los radicales y la Confederación de Derechas Autónomas (CEDA), en 1934. (Este líder se ha convertido en ícono de los independentistas al ser raptado por la Gestapo, en Francia, y entregado al gobierno de Franco, quien ordenó su fusilamiento en Montjuic).

 

El conflicto entre los  unitarios españoles y los independentistas se ha radicalizado, tanto por la intervención brutal y criminal de la Guardia Civil durante el plebiscito del 1º de octubre de 2017, y posteriormente, la intervención del gobierno de Mariano Rajoy, sobre la base de la aplicación del art. 155 de la Constitución. La justicia española, que no tiene nada de independiente, ha aplicado penas de cárcel para los principales líderes independentistas, así como para miembros del gobierno, que lograron huir del país forzándolos al exilio, entre ellos, el Presidente Carles Puigdemont.

 

Ya sin Rajoy, alejado del gobierno por corrupción, y con un Presidente de Gobierno de la Generalitat  (Quim Torra)  que reemplaza a Puigdemont, sumado a un gobierno español socialista, el Presidente Pedro Sánchez, mucho más proclive al diálogo con los catalanes  que Mariano Rajoy y, mediante una elección que dio mayoría a los independentistas en el Parlamento catalán, la situación hoy sigue más radicalizada aún que el 1º de octubre de 2017: en las calles se enfrentan independistas  republicanos, a los Mossos d Esquadra.

 

Cataluña sigue dividida en dos mitades irreconciliables hoy por hoy: republicanos independentistas y los partidarios de seguir unidos a España. El conflicto ha escalado y traspasa, no solamente el escenario político catalán y español, sino que también actúa en la vida cotidiana social y familiar, (como esos matrimonios que se enfrentan constantemente como gatos y perros) y, tanto Chile con Bolivia y España  con Cataluña, están obligados por la ley de la vida y por imperativos geográficos y culturales a convivir.

 

Por lo demás, en el caso de Chile y Bolivia la unión y el acuerdo entre ambos es conveniente para ambos países. Un acuerdo del norte de Chile y Argentina, el sur de Perú y Bolivia nos permitiría formar un bloque de enormes potencialidades, no sólo modelo para el hemisferio, sino también para todo el mundo. Estos cuatro países poseen un potencial de energías no convencionales – fotovoltaicas y de litio – que les permitiría convertirse en monopólicos en el caso de la energía y en el transporte, sobre la base baterías de litio y de subproductos del cobre.

 

Por su parte, parece muy difícil que se consolide a corto plazo una república catalana, pues la mitad de la población está en contra. Además, el nacionalismo es una ideología infantil y una de las peores estupideces a las cuales, en determinadas ocasiones, se ha enfrentado la humanidad, (fascismo, nazismo, patrioterismo, chauvinismo).

 

Rafael Luis Gumucio Rivas (El Viejo)

02/10/2018                     

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