Noviembre 23, 2024

Poniachick, Velasco, Navia… la ‘tríada neoyorkina’ de Rockefeller en la Concertación

Es imposible mantenerse silente ante los "pecados" cometidos por la vieja Concertación y asumidos como 'virtudes' por la Nueva Mayoría. La extinta Concertación de Partidos por la Democracia tuvo su propio incordio que terminó imponiéndose por sobre el iluso contingente de leales demócratas que conformaron, en su momento, octubre de 1988, el “pueblo del NO”.

 

Si pudiésemos llamarle de algún modo, tal asunto fue el New York Chilean Circle (nombre inexistente, nacido sólo de mi necesidad escritural de bautizarle de alguna manera), un pequeño grupo de profesionales chilenos que por diversos motivos estudiaban o trabajaban en la ciudad de los rascacielos, donde también, por motivos que el suscrito desconoce, comenzaron a reunirse  formando aquella tropilla que años más tarde regresaría a Chile para ocupar cargos relevantes y, más importante todavía, marcarle el rumbo económico, social y mediático a la siempre efervescente coalición del pálido arcoíris.

 

En el año 1999, ese grupo formó el “comando laguista” en Nueva York, dispuesto a llevar al abogado y economista Ricardo Lagos Escobar a la presidencia de Chile. ¿Quiénes conformaban esa especie de ‘círculo virtuoso’ y para quién (o quienes) trabajaban realmente? Estaban allí, entre otros personajes de menor figuración posterior, Andrés Velasco, Karen Poniachik y Patricio Navia… más tarde se incorporaría Consuelo Saavedra.

 

Un día cualquiera llegó a ese grupo una periodista joven, Claudia Heiss Bendersky, hija de ex Mapu's. Ocurrió entonces que Karen Poniachick Pollak se la presentó a Navia, iniciándose una relación sentimental entre ambos. A través de ese nuevo vínculo la cofradía judía de Chile alzó a la cúspide de algunas pequeñas pirámides gubernamentales concertacionistas a Patricio Navia. Fue así  que merced a los ‘contratos por asesorías’ -firmados en y por La Moneda- durante años (una década y más)  Navia pudo viajar a Chile donde personajes importantes, de la talla de José Miguel Insulza/Karen Poniachik/Ricardo Lagos, le abrieron puertas en algunas organizaciones como universidades, diarios y televisión.

 

En esos tiempos doña Karen era Relacionadora Pública del Council of -or- for Americas, organismo perteneciente al Grupo Rockefeller y destinado a estimular el libre comercio y las inversiones en América Latina. Entre 1995 y 2000 se desempeñó como directora de Programas Empresariales en el Council of the Americas en Nueva York. En la campaña del 99, el entorno de Lagos, consciente de la excelente relación de la Poniachick con el ámbito financiero norteamericano, le encargó la misión de lobby y relaciones públicas que culminó con la publicitada reunión de Ricardo Lagos con el millonario George Soros, una especie de liberal disidente en la danza de millones. Fue así que miss Poniachick llegó a Santiago en calidad de representante de la más absoluta confianza del grupo norteamericano perteneciente a Rockefeller, por lo cual jamás tuvo intención alguna respecto a cautelar los intereses de Chile en asuntos cupríferos…y tampoco estaba particularmente entusiasmada con algún eslogan que mencionara, por ejemplo, “el cobre es chileno.

 

Como seguramente muchos han de recordar, Karen Poniachick movió influencias e hilos políticos para dejar campo libre a empresas transnacionales interesadas en el saqueo de recursos naturales, ese fue el caso de Barrick Gold y la oposición ‘oficial’ concertacionista (aliada con la UDI-RN) a legislar por un nivel de impuestos dignos y un pago decente de royalties exigibles a esas empresas.

 

Para Michelle Bachelet, en su primer gobierno, el papel que jugaba (y aún juega) The Council of Americas en Chile era definitivamente prioritario y relevante en el afianzamiento y desarrollo del modelo neoliberal. Por ello, a objeto de promover el ingreso de Chile a una organización primermundista, doña Michelle, durante su primer mandato presidencial, designó a Karen Poniachik como su delegada personal ante la OCDE (Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico), la cual organizó la cena que el muy agradecido mundillo mega empresarial transnacional preparó el 25 de septiembre del 2009 en la ciudad de Nueva York en honor de Bachelet, quien ya se había sentado a la mesa del ‘Council of the Americas’ cuando estaba en plena campaña en el 2006.

 

Los éxitos de Poniachick se reflejan en que integrando la comitiva oficial chilena, el timonel del Partido Comunista, Guillermo Teillier, también viajó para asistir a esa cena preparada por el Council of the Americas, entidad privada que como ya sabemos fue fundada por David Rockefeller. El evento estuvo patrocinado por Barrick Gold, minera que en ese momento era fuertemente cuestionada por destruir un glaciar y disminuir las aguas del Valle del Huasco. Sólo un día antes de la cena, que terminó con la entrega de una medalla de oro a Bachelet, Barrick Gold había obtenido en Chile el último permiso para comenzar a operar en Pascua Lama. Triunfazo de la Poniachick.

 

Fue además ella quien, siempre esmerándose en proteger finanzas y dineros estadounidenses, no tuvo reparos en utilizar el capítulo chileno de Transparencia Internacional como blindaje de Sebastián Piñera, quien hasta hoy sigue jugando a la defensiva luego de las múltiples menciones que a través de la prensa le ha hecho una parte de la ciudadanía, y también la actual oposición política, respecto de su turbio pasado en los eventos de la quiebra del Banco de Talca, la compra de acciones de LAN con información privilegiada, su participación económica en una de las farmacias acusadas de colusión, la fuerte multa en millones de dólares que le aplicó la justicia norteamericana a LAN bajo la dirección del empresario, y su turbia, oscura y cuasi antipatriota negociación EXALMAR-CORPBANCA realizada durante el juicio que enfrentó a Chile y Perú en la Corte Internacional de Justicia en La Haya.

 

¿Y don Andrés Velasco, qué rol jugó en ese grupo y en ese tiempo? Este economista tiene también algunas responsabilidades en el permanente saqueo del cobre llevado a efecto por mega empresas mineras transnacionales, pues en su calidad de distinguido miembro y autoridad de la Concertación había declarado: “Estoy totalmente a favor de la privatización de CODELCO” en entrevista para la revista COSAS en octubre de 1998, lo que no fue óbice para ser posteriormente elevado al cargo de ministro de Hacienda por el gobierno de Bachelet (2006-2010). La entrevista fue realizada por su amiga, la periodista corresponsal de revista COSAS en Nueva York, Karen Poniachick Pollak.

 

En octubre del 2015, la página web reddigital.cl publicó lo siguiente:

 

<<Para los que se han preguntado más de una vez dónde estaba Andrés Velasco, como líder de una fuerza política que aún no logra relevancia, en medio del enjambre sísmico Caval-SQM-Corpesca que estremeció a la opinión pública chilena, un grupo de hackers internacionales (colectivo CyberBerkut) entregó una respuesta más que sorprendente: tal vez en Ucrania, y sabiéndolo o no, Velasco formó parte de una estrategia tras bambalinas del millonario Georges Soros para sostener al gobierno del presidente Petro Poroshenko, en su lucha para derrotar a Vladimir Putin (…) El grupo dio a conocer tres documentos, entre ellos una carta de Soros a Poroshenko, en el cual le comenta: “Como usted sabe, le pedí a Andrés Velasco, un destacado economista, quien fue un muy exitoso ministro de Hacienda de Chile de 2006-2010, que visitara Kiev, donde se reunió con el Primer Ministro (…). Velasco volvió con una visión calamitosa de la situación financiera”>>

 

La “tríada neoyorkina” de Rockefeller, haciendo de las suyas y sirviendo de bien pagados agentes del mega empresariado transnacional, continúa pujando por consolidar definitivamente en nuestro país el hálito salvaje de un neoliberalismo sin ataduras. ¿Alguien puede dudar hoy que los pecados de la Concertación asesinaron el alma socialista que alguna vez tuvo ese bloque? Requiescat in pace. 

 

¿No lo cree usted así? Por favor, pase y lea lo siguiente:

 

“”Estamos muy agradecidos con el Washington Post, el New York Times y la revista Time y otras grandes publicaciones cuyos directores han asistido a nuestras reuniones y han respetado sus promesas de discreción por casi cuarenta años… Habría sido imposible para nosotros desarrollar nuestro plan para el mundo si hubiéramos sido objeto de las luces brillantes de la publicidad durante esos años.  Sin embargo, el mundo es ahora mucho más sofitiscado y preparado para marchar hacia un gobierno mundial. La soberanía supranacional de una élite intelectual y banqueros mundiales es seguramente preferible a la autodeterminación nacional practicada en siglos pasados”. Esto dijo David Rockefeller en la reunión del Grupo Bilderberg el año 1991.

 

Para ese tipo de “demócratas” trabajó la mentada “tríada neoyorkina” de los chilenos Poniachick y Velasco… desconozco si Patricio Navia ha logrado evolucionar hacia corrientes de pensamiento menos totalitarias y colonizadas. Espero que sí.

 

 

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