1. ¿CONDENARÁN A TRUMP EN CHILE?
Srs. Boric y Mirosevic, respetados srs. diputados:
Está en la raíz misma de los derechos humanos modernos el condenar a los estados asesinos que intervinieron en la Segunda Guerra Mundial. De allí surge también con fuerza el principio de “no intervención”.
Pues bien. En estos días, según el New York Times, “un grupo de militares venezolanos” se entrevistó con el Presidente de EEUU, Donald Trump, para tratar de acordar un golpe de Estado en Venezuela, mantener a los militares golpistas un tiempo -indeterminado- en el gobierno y llamar luego a elecciones para reemplazar al gobierno chavista de Maduro.
No se llegó a acuerdos tácticos al respecto. Por ahora.
Obama, en su gobierno, siempre rechazó el recibir a este tipo de golpistas, según el New York Times.
En agosto de 2017 Trump declaró que tenía “una opción militar” para Venezuela.
¿Los que en Chile condenan a Venezuela por asuntos de derechos humanos, condenarán a Trump por intervenir tan claramente en Venezuela pisoteando además lo más elemental del derecho internacional? ¿No es que no aceptan distintas varas para medir sino una sola?
2. ALTAMIRANO Y GARRETÓN
Carlos Altamirano (91),ex secretario general del PS y vorazmente perseguido por la dictadura en 1973, fue recién entrevistado por “El Mercurio”, que transmitió al público una versión truculenta, con música de fondo tétrica, acerca de lo dicho por el ex dirigente de izquierda, quien ahora fue reiteradamente calificado de “jerarca” socialista o “jerarca” de la UP por el decano. Altamirano, que hasta el 11 de septiembre de 1973, fue líder de una tendencia a la izquierda de Allende, ha sido muy autocrítico con respecto a su posición pre-golpe y es el único ex dirigente máximo de un partido de la UP o del Mir que, volviendo del exilio a Chile, después de la derrota política de Pinochet en 1988, renunció a continuar en la política, partidista o académica, y se recluyó dignamente al interior de su familia y su círculo más estrecho de amistades. No hicieron lo mismo Corvalán, Almeyda, Pascal, Gazmuri y Oscar Guillermo Garretón.
Pascal (75) y Garretón (75) tuvieron en el gobierno de Allende y en los primeros años después, posiciones tanto o más críticas que las de Altamirano, y desde la izquierda, al gobierno de la UP, al que calificaban como “reformista”. Desde hace un buen tiempo Garretón (ex Mapu y hoy PS) participa en la política empresarial y partidista, también en los medios mercuriales donde escribe, y no parece pensar en auto-destierros como el observado por Altamirano. Más aún. A diferencia de Altamirano escribe sucesivas columnas en favor del sistema y del empresariado, contra las reformas de Bachelet y es colaboracionista de Piñera. A Garretón no se le trata mal ni se le llama en El Mercurio ni en La Segunda (donde escribe) “jerarca de la UP” o “jerarca del Mapu” ni se musicalizan sus documentos con música de fondo terrorífica. Ha llegado a ser un buen muchacho este Garretón. El “núcleo duro” de sus adversarios juveniles, la cúpula del actual poder, más que lo perdonó…y lo coptó.
3. BOLSONARO
Bolsonaro. Tiene nombre de fascista, tiene vida de fascista, tiene actividad fascista, su palabra y su programa son fascistas.
Pero en Brasil y en Chile hay quienes, no pocos, prefieren a Bolsonaro sobre Lula. En el fondo son fascistas como Bolsonaro. Fascistas algo pasivos.
Bolsonaro se recupera de un atentado, con cuchillo, contra su vida. Es un atentado con características que se repiten. Un tajo en el vientre. Su hijo dijo que estuvo a punto de morir. Dicen que ya está bien pero que tendrá otra operación para normalizar su vida.
Bolsonaro no perderá votos con el atentado. Medios que no han hecho encuestas (los chilenos) dicen que ya subió 2%, o que ya subió 4%, o que ya llegó al 30%. ¡Tienen unas ganas que gane Bolsonaro!
El hombre del fascismo brasileño tendrá que enfrentar a Fernando Haddad, nuevo candidato del Partido de los Trabajadores, que apoyaba a Lula, impedido éste de ser candidato y nuevo Presidente del inmenso país.
Quienes hoy mandan en Brasil han propinado, en los últimos tiempos, dos golpes de estado a su pueblo: uno contra Dilma primero y otro contra Lula este 11 de septiembre. Peligro para América Latina.
4. PIÑERA CON JULEPE (*)
El Presidente de Chile está con más julepe que de costumbre. Ahora por las consecuencias del delito que cometió (aceptó haberlo hecho) al comprar acciones de LAN con información privilegiada.
Aunque en Chile se le ha tratado muy bien por meter así las manos, en julio de 2007 la SVS – Superintendencia de Valores y Seguros- multó al ahora “excmo. señor” por haber infringido la prohibición de comprar acciones que la ley impone a las personas que cuentan con información privilegiada. Piñera compró acciones de LAN -la sociedad que integraba- estando en conocimiento de los estados financieros de su compañía, sin que esta información fuera aún de conocimiento público.
Pagada la multa, el susodicho quedó tan tranquilo que se presentó de candidato a Presidente…y ganó.
La multa chilena fue sólo de 363 millones de pesos, un moco de pavo al lado de lo que Piñera ganó con su información privilegiada.
Pero ahora la justicia de los EEUU -siempre tan inclinada a juzgar más allá de sus límites y empeñada en “la libre competencia- está viendo el caso, que allí no ha prescrito, y puede dar pronto su veredicto.
En el proceso ante la SVS, de 2007, Piñera se defendió delatando a empresarios que “hacían lo mismo que él”. Fueron sancionados, como él, Juan Cueto, Luis Felipe Gazitúa, Ricardo Bachelet, Jorge Araya, Jorge Jordán, y Juan Antonio,Luis Alberto y José Miguel Gálmez Puig, ex dueños de Almacenes Paris
.
(*) Julepe= susto, miedo, cagalera.
Procede del árabe “gullab” y del persa “gol ab”.
5. OTRA DE PIÑERA
OJO: Una de las grandes empresas que podrían estar contaminando en Quintero – OXIQUIM – y que no ha sido tocada ni por el pétalo de una rosa tiene como Presidente de su Directorio al famoso abogado Fernando Barros T. Barros T. es consejero de la Sofofa, fue defensor de Pinochet en el caso “The Clinic” y es asesor de Piñera y su familia en sus negocios financieros.
Fernando Barros T. es socio de Barros & Errázuriz.