Diciembre 26, 2024

Allende y los actuales desafíos de América Latina

 

A 45 años de la muerte de Salvador Allende, América Latina enfrenta cruciales desafíos y grandes obstáculos para avanzar, pero con horizontes luminosos que se asoman en la distancia.

 

En nuestro continente están ocurriendo, en este instante, acontecimientos trascendentes y definitorios para las aspiraciones de paz, independencia y soberanía de los pueblos que luchan por construir sociedades más justas e igualitarias.

 

 

No es en Europa, África o Asia, sino en América Latina donde se están dando las batallas decisivas que forjarán nuevas esperanzas en un futuro mejor y definirán el destino de toda la humanidad. Es en la América Latina socialista, democrática y soberana. De modo más preciso, es en la Venezuela de la Revolución Bolivariana donde se combate y se enfrenta todos los días a la contrarrevolución burguesa e imperialista.

 

En Nicaragua, también, el Gobierno Sandinista y el pueblo nicaragüense resisten los embates de la oligarquía nacional, sectores conservadores de la Iglesia Católica y la intromisión de Washington. Con aciertos y errores el Gobierno de Daniel Ortega ha ido avanzando en la consolidación de un régimen de democracia popular participativa.

 

El intento de magnicidio en contra del Presidente Nicolás Maduro, ocurrido el 4 de agosto, es la muestra más clara de la estrategia de la oligarquía venezolana, con la complicidad de la oligarquía colombiana y la intervención de los Estados Unidos.

 

En la historia de América Latina hay lecciones valiosas que se deben aprender y que provienen de procesos democráticos revolucionarios frustrados tales como la trágica experiencia chilena, que nos enseñan acerca de los métodos inmorales y criminales de las clases dominantes y el imperio. Cuando la democracia ya no les sirve para defender sus intereses, destruyen la democracia y promueven sangrientos golpes de estado. Cuando el sufragio universal es adverso a sus propuestas políticas y son derrotados en elecciones libres, desconocen la voluntad popular y quiebran el estado de derecho. Cuando los argumentos políticos no sirven para ganar conciencias, recurren a la mentira mediática, a la violencia fascista y al asesinato.

 

Es en esta nueva y difícil realidad llena de inmensos desafíos para los movimiento populares latinoamericanos, que conmemoramos un nuevo aniversario del combate heroico del Presidente Salvador Allende en el Palacio de la Moneda, un 11 se septiembre de 1973, por la dignidad del pueblo chileno, por la democracia y el socialismo.

 

El hombre que imaginó el socialismo del siglo XXI no ha muerto, continua más vigente, más imprescindible y más apreciado que nunca en las luchas democráticas y revolucionarias de los pueblos latinoamericanos por conseguir transformaciones político-sociales profundas y reinstalar el socialismo como solución y alternativa para los grandes problemas de la humanidad.1

 

El Comandante Hugo Chávez, visionario y audaz revolucionario bolivariano, entendió mejor que nadie el desafío de Allende y lo señaló, poco antes de morir, en un sentido tributo al Presidente Mártir.

 

“Algunos (…) teorizaron diciendo que era imposible la vía al socialismo por ese camino, por el camino electoral, por la vía pacífica. Pasaron los años y yo creo que lo que está ocurriendo hoy en América Latina reivindica el intento de Allende y del pueblo chileno. No es [sensato decir] que no sea viable por la vía pacífica ir construyendo los senderos del socialismo”. 2

 

La Revolución Bolivariana en Venezuela confirma la plena vigencia, viabilidad y justeza del “camino Allendista” para construir el socialismo en libertad, pluralismo y democracia. La Revolución Bolivariana, de manera categórica, es el paradigma del Socialismo del Siglo XXI.

 

No es casualidad que Venezuela, en estos días, este siendo agredida y amenazada militarmente por las políticas intervencionistas de Donald Trump y el Gobierno de los Estados Unidos, en confabulación con la ultraderecha económica y política venezolana y la oligarquía colombiana.

 

Sin dudas, la estrategia es diseñada y financiada por el Departamento de Estado y el Comando Sur de Defensa de los EEUU y contempla el desarrollo de una agresión encubierta contra el Gobierno de la República Bolivariana, llamada guerra de cuarta generación, que en el curso de los últimos años ha ido adoptando diversas formas y empleando distintas armas, tales como la psicológica, mediática, el cerco diplomático con la utilización de la Organización de Estado Americanos (OEA) y algunos gobiernos serviles de la región, el bloqueo financiero con el objetivo de quebrar la economía, la violencia insurreccional armada y últimamente el asesinato contra los líderes políticos y militares del Gobierno Bolivariano.

 

El objetivo estratégico del imperio y la contrarrevolución burguesa, no es otro que conseguir la derrota del proyecto político histórico de la Revolución Bolivariana, recuperar el poder político para la oligarquía, reimplantar un modelo económico neoliberal y desatar una represión masiva y brutal contra el movimiento popular.

 

¿Por qué Venezuela es un enemigo irreconciliable y tan peligroso para el imperio? Simplemente porque la Revolución Bolivariana representa una alternativa política distinta, que podría devolver a la humanidad entera la imprescindible utopía, de que es posible un modelo de sociedad mejor que la capitalista para organizar el crecimiento de las fuerzas productivas y la convivencia humana. Como lo señalara con brillante acierto el periodista australiano John Pilger en Entrevista a TeleSur, “si Venezuela cae, la humanidad cae”.

Han transcurrido más de cinco décadas desde los inicios de la globalización y el capitalismo ha sido incapaz de resolver los grandes problemas de la humanidad. Para entender la realidad actual no es necesario ser economista, sólo basta con encender el televisor y observar lo que está sucediendo en el mundo. Los milagros ofrecidos por el capitalismo no se ven por ninguna parte. Las guerras continúan azotando a varios países entre ellos Irak, Afganistán, Siria, Yemen y el Medio Oriente, no se ha eliminado el terrorismo, la inestabilidad política se generaliza, y las promesas de prosperidad económica se han esfumado. Por el contrario, la crisis económica y social se profundiza, la brecha entre ricos y pobres aumenta. A la par con la globalización del neoliberalismo se han globalizado también las desigualdades y aumentan, al mismo tiempo, las diferencias entre ricos y pobres dentro de los propios países desarrollados.3

 

En la medida que se profundiza la crisis del capital, y crecen las expectativas de un nuevo periodo de recesión económica, las políticas de los Estados Unidos se tornan más agresivas y peligrosas para la paz de los países democráticos, independientes y soberanos.

 

La Estrategia de Seguridad Nacional de EEUU considera el acceso y gestión de los recursos naturales como una cuestión de seguridad nacional que garantiza el crecimiento de la economía y el bienestar de su población. A partir de esta visión, los Gobiernos de la Casa Blanca han diseñado constantemente una estrategia de apropiación de recursos naturales a nivel global, que se manifiesta en un conjunto de políticas de recolonización de países, territorios y continentes que poseen estos recursos naturales.4

 

En estos tiempos de disputa global por los recursos naturales y la recolonización del mundo y, en particular, de América Latina, cobran absoluta vigencia dos rasgos del pensamiento y la acción política de Salvador Allende. Ellos son su crítica intransigente al capitalismo y su posición antiimperialista consecuente. Allende tenía la firme convicción que el sometimiento, la explotación, el atraso y la pobreza de los países latinoamericanos tenía causas conocidas y precisas. “Somos países dependientes, englobados en el proceso de desarrollo económico de las grandes metrópolis. La dialéctica se expresa con claridad. Existe subdesarrollo porque existe el imperialismo. Existe el imperialismo porque existe la pobreza”, denunciaría en cierta ocasión.5

 

Complejos y decisivos son los días que se viven en América Latina y en especial en Venezuela donde se concentra, hoy, toda la furia del imperio y la contrarrevolución. No han tenido éxito, sin embargo, en sus planes y no tendrán, porque Venezuela resiste de manera desafiante y valiente. Fracasaran en sus objetivos de restauración del modelo neoliberal, de apoderarse del petróleo y de convertir de nuevo en colonia al heroico pueblo venezolano, legítimo heredero de las ideas libertarias de Simón Bolívar.

 

La Revolución Bolivariana y el Gobierno del Presidente Nicolás Maduro, con el apoyo mayoritario del pueblo, seguirán avanzando y venciendo en cualquier escenario. La convocatoria del poder constituyente originario del pueblo y el llamado a elecciones libres para elegir los integrantes de la Asamblea Nacional Constituyente (ANC) que culminó con la reelección del Presidente Maduro, significó una contundente derrota política a la ultraderecha fascista. Han sido derrotados militarmente en sus demenciales ataques armados a cuarteles militares y policiales, en sus múltiples intentos de golpes de estado y en sus propósitos de quebrar la monolítica unión cívico-militar de la Fuerza Armada Nacional Bolivariana (FANB).

 

Y con el anuncio reciente del Presidente Nicolás Maduro, el 22 de a Agosto, de las nueve líneas de acción del Programa de Recuperación, Crecimiento y Prosperidad Económica, también serán derrotados los siniestros planes de la ultraderecha para sabotear la economía y llevar la miseria y el hambre a los sectores sociales más humildes del país.

 

 “El programa de recuperación económica es el contraataque para retomar la vía al socialismo venezolano. Que sé que es la clase obrera el motor verdadero, real, concreto desde los consejos productivos de trabajadores, de una revolución económica productiva que estabilice el país”, señaló Maduro enfatizando el carácter socialista del plan de recuperación económica, el cual deberá tener como objetivo central asegurar que todos los trabajadores y trabajadoras “tengan un ingreso que les permita desarrollar su vida con un margen de tranquilidad y felicidad”. 6

 

Consecuente con su compromiso socialista e internacionalista, Allende ni por un instante habría dudado en ponerse al lado de la Revolución Bolivariana para levantar su voz y denunciar las agresiones imperialistas. De la misma manera que convocó, en la Conferencia Tricontinental de la Habana, a la unidad mundial antiimperialista, la cual debería estar (…) “basada en la lucha intransigente que lleva a la derrota a las fuerzas que obstaculizan el avance de los pueblos de Asia, África y América Latina hacia la democracia, el socialismo y la paz“ (…) 7

 

Decisivos son los días que se viven en Venezuela en su lucha por consolidar el proceso revolucionario bolivariano iniciado por Hugo Chávez. Sin embargo el pueblo venezolano seguirá avanzando y encontrara su camino hacia la victoria. Con la misma fe y convicción de Salvador Allende, quien con premonitorio acierto en medio del fragor de su ultimo combate en La Moneda, anunciaría que “Así se escribe la primera página de esta historia. Mi pueblo y América escribirán el resto”.

 

Escrito por Rolando H. Vergara con la colaboración de Miguel R. Sánchez. Ambos autores son  investigadores del Latin American Research Institute, Canadá.

 

 

Notas:

1.     Véase, Rolando H. Vergara, Allende y la Alternativa a Construir, PiensaChile, 2014.

http://piensachile.com/2014/09/allende-y-la-alternativa-construir/

2.     Hugo Chávez, Conferencia de Prensa del Presidente en el Hotel Alba, Caracas, Venezuela, 11 de septiembre 2012.

3.      Véase, Rolando H. Vergara, En el Centenario y Siempre Seamos como Allende, Crónicas Errantes Blog, Junio 2008.

 http://cronicaserrantes.blogspot.com/2008/06/

4.     Mónica Bruckmann, América Latina y la Nueva Dinámica del Sistema Mundial, América Latina en Movimiento, 2018.

https://www.alainet.org/es/articulo/194420

5.     Salvador Allende, Discursos, Editorial de Ciencias Sociales, La Habana, 1975.

6.     Nicolás Maduro, Venezolana de Televisión, Venezuela, Agosto de 2018.

http://vtv.mippci.gob.ve/venezuela-avanza-con-el-respaldo-de-la-clase-obrera-para-lograr-la-recuperacion-economica-asegura-presidente-maduro/

7.     Salvador Allende, Discurso en la Primera Conferencia Tricontinental, La Habana, Cuba, 1966

http://constitucionweb.blogspot.com/2014/06/discurso-de-salvador-allende-en-la.html

 

Agregar un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos requeridos están marcados *