Septiembre 20, 2024

Depositan cenizas de Patricio Bustos y Santiago Oyarzo en Memorial del MIR en el Cementerio General de Santiago

Las cenizas de los militantes Patricio Bustos Streeter y Santiago Oyarzo Pérez fueron depositadas este sábado 25 de agosto en el Memorial del Movimiento de Izquierda Revolucionaria, ubicado en el Cementerio General de Santiago, en una actividad enmarcada dentro de la conmemoración de los 53 años del MIR.

 

 

Familiares, compañeras y compañeros, amigos y amigas los despidieron con un multitudinario “abrazo mirista”, como solía decir el compañero Patricio Bustos, mediante un hermoso y emotivo homenaje materializado a través de un acto artístico cultural organizado por la Red Solidaria Casa de Miguel.

La lectura de sus respectivas semblanzas de vida y compromiso militante, además de los testimonios directos de sus familiares, fueron intercalándose con las distintas intervenciones artísticas, musicales y poéticas, ante un telón de fondo rojinegro.

 

 

 

Igor Cantillana y Rosita Ayrees, conductores de la ceremonia,  nos hablaron de Patricio y Santiago, expresando:

“En el marco del 53 Aniversario de la Fundación del Movimiento de Izquierda Revolucionaria, MIR, nos hemos convocado hoy en este Memorial para rendir homenaje a dos hombres integrales, dos compañeros consecuentes, luchadores de toda una vida, dos militantes del MIR (…).Junto con hacer este homenaje a estos dos compañeros aquí en Santiago, en Concepción también están haciendo lo mismo con otros compañeros. Nuestro homenaje para los combatientes caídos en el sur: Nelson Herrera, Mario Lagos, Luciano Aedo, Mario Mujica, Juan José Boncopte, Rogelio Tapia y Raúl Barrientos (…)Nos hemos convocado también para señalar que las causas que los llevaron a comprometerse en la lucha revolucionaria son tareas pendientes aún para todos nosotros y nosotras, así como para todos quienes luchan en las calles, poblaciones, campos y montañas.

Patricio Bustos, Médico, militante, esposo, padre y amigo entrañable, se caracterizó por su capacidad para integrar con calidez y afecto, esfuerzos y miradas diferentes, tras claros objetivos transformadores. En la lucha clandestina se la jugó con todo. Por su condición de médico asumió la orden del Partido de establecer una clínica clandestina, tarea que asumió con quien sería posteriormente su esposa Cecilia Bottai, aquí presente.

 

 

Santiago Oyarzo fue Trabajador Social, militante, fotógrafo, padre, y un incansable comunicador. Cultivó profundos compromisos políticos con sencillez, afecto y gran determinación. La dirección clandestina del MIR le encargó una vital tarea de comunicaciones: producir y hacer circular el periódico El Rebelde por medio de fotografías, Muchos y muchas en todo el país, incluso en las cárceles, recibíamos el mensaje partidario gracias a Santiago.”

 

Más adelante hicieron uso de la palabra familiares de ambos compañeros. En primer lugar intervino Paula Oyarzo, hija de Santiago, quien, entre otras cosas, manifestó:

“(…) Quiero que sepan que desde chiquitita, junto con mi Mamá, él nos inculcó que había que luchar, había que hacer una revolución para defender a aquellos que no tienen las mismas oportunidades (…) Mi Papá me mostró el mundo de una manera muy simple, sin adornarlo, íbamos por la calle caminando y me enseñaba un montón de cosas y eso se lo agradezco, porque no tenía pelos en la lengua. Las cosas eran así y me decía “hija tienes que saberlo, no tengo porque arreglarte la realidad”. Eso lo hacía muy entretenido, porque él no se complicaba con ningún tema. Eso me ayudó a mí a enfrentar la vida de una manera muy linda.”

 

 

 

Paula, la hija de Santiago Oyarzo relató en su testimonio los duros momentos que tuvo que vivir separada de su padre cuando él partió al exilio y ella tenía solo 7 años de edad, pero, asimismo, expresó la alegría inmensa que le provocó el poder reencontrarse cuando él regresó a Chile.

“Era muy cariñoso, incondicional conmigo, con mi hija. Ustedes no se pueden imaginar cómo yo lo extraño, porque era totalmente incondicional para quererte y si hacías cualquier embarrada te la celebraba, te daba un abrazo, te mandaba besos, le mandaba mensajes a la Colombita. Eso es lo que extraño hoy, eso es lo que lamentablemente se perdió. Para mí se lo llevaron antes de tiempo, pero quiero que ustedes lo recuerden junto a mí como era, un hombre cálido, con esa sonrisa que muchos dicen que han visto, con esa mirada tierna, siempre preocupado de sus amigos, de estar presente, de poder ayudar. Eso es lo que yo recuerdo también de él. A veces siento que me está mirando, que me acompaña y siempre va a estar en mi corazón. Ojalá que todos ustedes tengan el mejor recuerdo de él y lo tengan presente, porque esa es como la eternidad, no olvidarse nunca  de las personas.”

 

Por su parte, Rodrigo Bustos Bottai, hijo de Patricio, intervino para, en parte de su testimonio, expresar:

“Han pasado dos meses y medio de la muerte de mi Papá y nos hace falta. Mi hija, por ejemplo, recuerda, y se pone a llorar, de cómo la perseguía en la playa, corriendo, riéndose.

 

 

 Aparte de todo ese hombre público que era y todas esas cosas, mi Papá, Patricio, era un hombre maravilloso en lo cotidiano. Tremendamente cariñoso y nos hace falta en esa cotidianidad, en ese día a día.

(…) Para nosotros, nuestro Padre, el compañero de mi Mamá, está presente todos los días y muchas veces en el día. Le hablamos, está en nuestros pensamientos y nos acompaña. En estos dos meses y medio en que él no está, de cierta forma, con nosotros, muchas veces me he acordado de mi Papá y, por ejemplo, cuando algunos pretenden negar lo que fueron los crímenes de lesa humanidad, las violaciones masivas y graves a los Derechos Humanos, violaciones sistemáticas que ocurrieron en Chile en el tiempo más oscuro de nuestro país, y algunos se atreven a hablar de “montaje” respecto del Museo de la Memoria, mi Papá si hubiera estado les habría recordado que el montaje no es el que está en el Museo de la Memoria, les habría recordado que montaje es lo que hicieron otros. Él hablaba de la operación de encubrimiento más grande la de historia de Chile cuando estaba en el Servicio Médico Legal, de eso hablaba, y ese era el verdadero montaje habría recordado. Le habría dolido, por cierto, ver como salen libres algunos criminales de lesa humanidad, como ha ocurrido en las últimas semanas. Habría estado con Alicia Lira, con las Agrupaciones de Familiares de Detenidos Desaparecidos marchando los viernes por la Verdad y por la Justicia. En eso habría estado mi Papá en estos dos meses y medio, porque él decía que había que luchar por la Verdad y la Justicia (…) Él hablaba mucho de los pobres del campo y de la ciudad y estaba comprometido con las luchas de ayer y las luchas de hoy, para construir un Chile mejor. Estaba comprometido con la lucha del Pueblo Mapuche, con la lucha de los Estudiantes, de los Movimientos Feministas, de los Movimientos por la diversidad sexual. Creo quela mejor forma de recordarlo, de honrarlo, es que sigamos con esas luchas, y eso es lo que creemos como familia y tratamos de hacer hoy día.”

Cecilia Bottai, esposa y compañera de Patricio Bustos agregó:

(…) El año 74 conocí a Patricio, en una calle, en un punto de contacto del MIR, para comenzar a impulsar una clínica clandestina. Esa fue la forma en que inició nuestra vida desde ahí para adelante.  Lo que significó el MIR para nosotros es algo que siempre va a estar en el corazón, porque no hemos cambiado la esencia de lo que nosotros pensábamos hacer para la sociedad. Yo nunca me he sentido derrotada, aún pasando por las cárceles clandestinas, la tortura y al estar tanto tiempo detenida. Con todo lo que hemos pasado, nunca, en ningún momento, sentimos que habían sido derrotados nuestros ideales. Siguen presentes y por eso seguimos viviendo y pensando que lo que nosotros queríamos para la sociedad, lo queremos seguir impulsando. Son otros años, pero la esencia es la misma, seguir luchando por un mundo más justo para todos. El MIR es parte muy fuerte de nuestra historia.”

 

 

 

La lectura del poema “Solo digo compañeros”, de Mario Benedetti, junto con la canción “Compañero”, de Marcelo Puentes, interpretada por Claudio Villa,  trasformaron los nombres de Patricio y Santiago en sonidos rebeldes y libertarios,  sonidos que se propagaron y anidaron en las mentes y los corazones receptivos de todas y todos los presentes en esta emotiva ceremonia.

 

 

Las cenizas de los compañeros Patricio Bustos Streeter y Santiago Oyarzo Pérez, fueron trasladadas por sus familiares hasta el interior del Memorial del Movimiento de Izquierda Revolucionaria, mientras con energía resonaba el himno del MIR , “Trabajadores al Poder”, interpretado por el  Coro “Voces de la Rebeldía” , acompañado por las numerosas compañeras y compañeros presentes en este homenaje.

 

Guillermo Correa Camiroaga, Santiago 25 de agosto 2018

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