Noviembre 23, 2024

Humanista Boric: Piense Ud.un poquito

Boric está perdiendo la ocasión de ser un humanista de izquierda, que humanistas de derechas no hay. Empezó a repetir las viejas concergas que se han lanzado contra Cuba desde muchos antes que él naciera, por allí por 1959.

 

Yo le diría a este niño: yo era, a pesar de todo, amigo y solidario con Cuba antes que tú supieras sonarte los mocos, como Allende le espetó a un seudo revolucionario en 1971.

Amigo y solidario a pesar de todo, por cierto.

A pesar de los fusilados, tras juicios públicos, en los primeros meses del gobierno revolucionario, en enero de 1959, cuando en Chile se inventó que Castro había matado curas en plena plaza de la revolución.

A pesar de terminar con la educación privada, elitista y religiosa, y hacerla laica, gratuita y universal, lo que motivó que se inventara “la brutal persecución contra la Iglesia”. Acuérdese que tres papas – Juan Pablo II, Benedictus IV y Francisco fueron recibidos en Cuba por el propio Fidel Castro y en misas multitudinarias.

A pesar de que se estructuró un gobierno y un sistema distinto al que en Chile estábamos acostumbrados desde 1920 a 1960, un sistema capitalista con predominio de las libertades políticas.

A pesar de que durante 50 años hubo un solo Jefe de la Revolución, de la sociedad y del estado, distinto también a Arturo Alessandri, Jorge Alessandri, Frei Montalva, Frei Ruiz Tagle, Carlos Ibáñez, Michelle Bachelet, Sebastián Piñera y otros. Uno que independizó su país, in-de pen-di-zó su pa-ís, señor Boric, a 90 millas del imperio más poderoso que se tenga memoria; terminó con el apartheid en África en guerra con África del Sur (remítase a Mandela señor Boric); terminó con la producción medieval y capitalista del agro; nacionalizó la economía; terminó con el analfabetismo en poco tiempo; estableció un sistema de salud avanzado y gratuito, de verdad; dio educación a todos los que estaban en edad de estudiar, y gratis; creó un sistema social – el único conocido en el siglo XX- en que no hubo pordioseros (no hubo pordioseros señor Boric), no hubo marginados, no hubo gente que durmiera y muriera en la calle (situación de calle, señor Boric, de esa que existe en Chile, en Europa y en EEUU) con 30 veces el per cápita de Cuba; estableció un sistema de ingresos en que la mayor renta era sólo tres veces la menor, y en que todas alcanzaban para satisfacer con creces las necesidades de vivienda, alimentación, salud, educación, cultura, recreación, y hasta con puros para todos, porque los habanos venían con la libreta de racionamiento (¿usted lo sabía señor Boric?). En Cuba no hay discriminación contra la mujer en el salario ni hay embarazo adolescente.

El sistema social cubano llegó a ser de tal envergadura que, por ejemplo, un asilado chileno allí – el señor Ampuero, hoy su Canciller, pongamos por ejemplo- se va del país (en su caso a la RDA, en 1980) y deja a su esposa y sus hijos sin un peso suyo en sus bolsillos, a cargo- como todos- de la política y la protección del Estado, sin preocupación ninguna.

Para su conocimiento, amigo Boric, eso es cumplimiento de derechos humanos (léase la Declaración Universal) que en ninguna otra parte del mundo se respetan.

Por eso Cuba fue admirada en África, Asia y América Latina, y el Ché, Fidel y Camilo, muchísimo más reconocidos y respetados en el mundo, por generaciones, que Ud.,que apenas si lo conocen en la bella Punta Arenas.

Y no por cuestiones de edad, Boric. Fidel, el Che, Camilo y sus compañeros eran mucho más jóvenes que Ud. cuando se tomaron el poder e hicieron todo lo que hicieron.

¿No cree Ud. que hay que observar y estudiar someramente el mundo antes de hablar llamando la atención?

Cuando Ud., señor político, haga algo más parecido a lo hecho por ellos, critíquelos e incluso llámelos a ver cómo Ud. los ha superado, en hechos constantes y sonantes, en la larga escala de los derechos humanos.

Fidel hizo su tarea en nuestro mismo tiempo histórico y en un país muy parecido al de nosotros en cultura, religión, sistema social, idioma, educación (estudió con jesuitas españoles y cubanos), no en China ni en Rusia ni en Vietnam.

Leyó en el colegio casi los mismos libros que su papá y sus tíos, o su abuelo, y vea la diferencia. ¿No le da que pensar? Cuba, en sus mejores años (antes que se derrumbara el sistema económico internacional en que estaba integrada) alcanzó con creces todas las conquistas socio económicas por las cuales lucha o dice luchar usted: salud de alto nivel y gratuita; educación de alto nivel y gratuita; excepcionales cifras en mortalidad infantil; vivienda casi gratuita; consumo de arte al alcance de todos ( libros, cine, teatro, ballet y otros espectáculos): una sociedad de iguales en la que no se concibió ni se concibe nuestra desigualdad ni la existencia del capital financiero o de los grandes monopolios “privados”, ni la falta de respeto al trabajo, ni la imposibilidad de la mujer por ser dueña de su cuerpo, ni el costo desigual de las campañas políticas, ni la mentira de la publicidad de los bienes del mercado.

Una persona, como usted, con vocación de servicio público, tendría que luchar allá por otras conquistas; ésas por las cuales lucha hoy usted son sólo viejas reivindicaciones resueltas hace medio siglo en Cuba. Todo ello, señor Boric, en subdesarrollo, con bloqueo y guerra permanente.

¿Fue perfecto? No.

¿Es perfecto? No.

Fue y es humano.

Cuando usted crezca en todo sentido y le llegue ya a la canilla a esos gigantes, y haya hecho por su pueblo, corriendo todos los riesgos que ellos corrieron, cuestiones parecidas a lo que ha hecho la Revolución Cubana por el suyo, entonces llámesle la atención.

Antes, perdóneme, pero que lo haga hoy es un poco penoso y algo ridículo.

¿Merece Fidel Castro o el Che Guevara el mismo tratamiento que Pinochet, Videla, Stroessner, Somoza, Trump, Franco, Mussolini y Hitler?

¿Se respetan los derechos humanos, de carácter social y económico, en EEUU, México, Guatemala, Honduras, Brasil, Chile, más que en Cuba?

¿Eran lo mismo O’Higgins que Marcó del Pont? ¿Manuel Rodríguez y el capitán San Bruno?

¿Sabe Ud. que el derecho a la propiedad privada de los medios de producción, que tanto nos gusta, no es un derecho humano, y por tanto…?

¿El derecho al pluralismo partidario, que nos gusta aún más, es un derecho humano? ¿O son derechos humanos todos los que nos gustan e inventamos?

 

Ponerse a la cola para atacar a Cuba en 2018 es fácil. Hacerlo en Chile, más aún, y podría atraer votos (aquí es clara mayoría la derecha). Pero aseverar que allí desde hace muuuucho y hoy se atropellan los derechos humanos, como si estos fueran dos o tres, es bastante más difícil.

Como diría un cubano, es un problema bastante complejo, Boric. Hay, al menos, que pensar un poquito.

 

 

 

 

 

 

 

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