Ahora me entero en México que el señor Sebastián Piñera estuvo delirando y se puso a denostar a Salvador Allende. ¿Vaya, qué pasó?, me pregunto, porque estos desatinos hace tiempo que se habían abandonado por vergüenza. Dijo el presidente de Chile: “Yo creo que la izquierda, desde el presidente Allende que validaba la violencia y los mecanismos no democráticos, ha evolucionado y aprendido a reconocer y respetar la democracia”.
Pues yo soy de izquierda y no respeto la democracia chilena porque Chile no es un país democrático, aunque la Mesa Ejecutiva del Partido Socialista lo diga. No es democrático porque es uno de los más desiguales del mundo y cada día la desigualdad va aumentando. No es democrático porque no existe prensa de oposición. ¿Asesinan a los periodistas en Chile, como en México? Ahora no, porque los periodistas de izquierda o simplemente independientes no tienen donde escribir. Pero los asesinados o desaparecidos bajo la dictadura son incontables. Ahora los diarios y periódicos de oposición no pueden subsistir y se van cerrando uno tras otro: Punto Final ha sido el último, pero ha habido muchos antes. ¿Tiene algo que ver el gobierno en esto? Por supuesto. Ningún diario ni ningún periódico se financia con sus ventas. Se financian con los avisos, tanto de particulares como del gobierno. Estos últimos son fundamentales. ¿Y qué creen ustedes? Pues lo inimaginable: todo el avisaje fiscal se lo dan a El Mercurio y a COPESA. Que esto lo haga el gobierno actual no extraña, pero lo raro es que lo hacían todos los gobiernos anteriores, los de la Concertación y los de la Nueva Mayoría también. Le daba los a visos fiscales a la empresa El Mercurio, cuyo diario La Segunda dijo aquello de “Exterminados como ratones” y otras cosas parecidas. Y cuyo dueño, Agustín Edwards, fue a Estados Unidos a hablar con Nixon y con Kissinger para que invadieran Chile. Y hay muchas más razones para afirmar qué Chile no es democrático. Porque se persigue y se asesina impunemente al pueblo mapuche; porque a los estudiantes y a quien se atreva a salir a la calle a manifestarse por cualquier cosa, los carabineros lo golpean sin piedad. ¿Es democrático porque hay elecciones, que le permitieron ganar la presidencia al señor Piñera? Pues esa es otra demostración de que no es democrático, porque al pueblo lo mantienen deliberadamente desinformado, endeudado y engañado a tal punto que no sabe que está votando por sus enemigos.
Pero voy al fondo del asunto: ¿El compañero Salvador Allende no era democrático porque validó la violencia y los mecanismos no democráticos? ¿De donde habrá sacado esto Sebastián Piñera? Pues es absolutamente falso y lo sabe todo el mundo. Estas afirmaciones denotan su proverbial ignorancia o más bien su mala fe. Porque además, si el presidente Salvador Allende hubiera validado la violencia, hubiera permitido que se formaran milicias populares y otras organizaciones defensivas, si se hubiera dado cuenta a tiempo de que Pinochet era un traidor solapado e hipócrita, no estaríamos donde estamos. No nos habría derrotado la dictadura y no habría muerto toda la gente que fue asesinada, torturada y hecha desaparecer. Salvador Allende creía en la democracia, en que los militares chilenos eran legalistas y estaban dispuestos a defender a cualquier gobierno legítimamente elegido y confiaba en que se podía hacer un socialismo con sabor a empanadas y vino tinto. Muchos lo creyeron también, y así les fue.
No es tolerable que ahora un señor, por muy presidente que sea (también Trump es presidente) un hombre que ha sido prófugo de la justicia por estafar a un banco y que no tiene calidad moral o intelectual ninguna, se atreva a proferir absurdos ataque contra nuestro presidente mártir, que recibe honores en el mundo entero menos en Chile.
Parece que la derecha quiere ahora levantar cabeza y por eso Piñera pone de ministro de cultura a un hombre al que tuvo que sacar a los tres días. Y por eso todavía mantiene de Ministro de Relaciones Exteriores a otro que se las da de escritor y que ha traicionado todo lo que se puede traicionar: ideas, países de acogida, amigos, compañeros, todo. Este señor fue embajador en México, donde pasó sin pena ni gloria, lógicamente.
En fin, no sigo, pero sólo diré que me espanta que en Chile alguien se atreva a hacer aserciones tan absurdas y desatinadas. Porque la derecha, los fascistas y su gente cargan en sus conciencias con la defensa y muchos también con la participación en los crímenes de la dictadura.
Salvador Allende puso a Chile en la mente y en el corazón de los hombres y mujeres de bien de todo el mundo. Allende es uno de los gigantes políticos del siglo XX que ya ha pasado a la historia por su dedicación y amor al pueblo, por su honestidad política e intelectual, por su inteligencia, su dignidad y su sentido del honor, por su grandeza y su sensibilidad, por su heroísmo y valentía en la adversidad y por muchas cosas más. Quien intente atacarlo está atacando a Chile y a lo mejor de su historia.