“Al Consejo Nacional de la Magistratura, (CNM) no entran los mejores, sino los mejores amigos” (Walter Ríos, Presidente del Tribunal Supremo del Callao)
Este relato, que tiene convulsionado al Poder Judicial peruano comenzó con la petición de interceptar llamadas telefónicas, solicitadas al juez por la fiscal Rocío Sánchez, con el propósito de investigar una banda de narcotraficantes, dirigida por Elías Pérez, correspondiente a la Red Caracol. Sus miembros tenían tal facilidad para llegar a los magistrados que, en una comunicación, Renzito acusa a un fiscal de cobrar 30 lucas para dejarlo en libertad.
La revista Idl Reporteros, encabezada por Gustavo Gorriti y dedicada a la investigación periodística, ha ido entregando diversos videos de diálogos entre los jueces de más alto rango de los Tribunales de Justicia de ese país, algunos de carácter delictual y, otros, de simples faltas. En estas conversaciones también aparecen involucrados empresarios de discutible catadura moral Mario Mendoza Antonio Camayo : el presidente de la Corte Suprema, Duverlìn Rodríguez, el presidente de la Federación Peruana de Futbol, César Oviedo, el ministro de Justicia, César Heresi, el asesor comunicacional de la Corte Suprema, Salvador Díaz y los Consejeros CNM, Julio Gutiérrez e Iván Noguera y Guido Aguila.
A la vacancia de PPK, a causa de su inmoralidad en negociados con Odebrech, le sucedió la expulsión del Congreso de Kinji Fujimori y Bienvenido Ramírez, acusados de cohecho y de otros delitos, sobre la base de los videos filmados por el congresal Manami. En Perú, los últimos seis Presidentes de la República están acusados de corrupción: Alejandro Toledo, (prófugo, ahora en Estados Unidos), Ollanta Humala (él y su mujer salieron de prisión gracias a un fallo del Tribunal Constitucional), Alan García, (muy inteligentemente ha logrado zafar de la justicia) y PPK (le confiscaron el pasaporte).
Perú no es considerado un Estado inviable, pues no existe una parte del territorio que no sea controlada por el gobierno, pero sì tienen en todas las instituciones un amplio predominio de la corrupción, (el problema no sólo consiste en cambiar personas, sino en practicar una cirugía profunda, pues hay una corrupción estructural y generalizada).
Salidas como cerrar el Congreso, medida propuesta por algunos ciudadanos y medios de comunicación, sólo llevaría a una dictadura en que “el poder absoluto corrompe absolutamente”. El hecho de que en los audios hubiesen aparecido el congresal aprista, Mauricio Mulder, y el de Fuerza Popular fujimorista, Héctor Becerril, este último bastante comprometido en una mafiosa relacionada con la intención de imponer en la presidencia del CNN a Julio Gutiérrez, cercano a los fujimoristas y, además que el actual Congreso esté dominado por fujimoristas y apristas, no justifica cerrar el Legislativo, (el pueblo peruano tiene tan mal criterio que aplaudió cuando otrora Fujimori cerró el Congreso y se declaró dictador), pues si fuera así, tendríamos que suprimir el sufragio universal porque muchas veces los sufragantes votan por dictadores.
Walter Ríos, presidente del Tribunal Supremo del Callao, es el rey de los sinvergüenzas y cínicos: en sus conversaciones con Antonio Camayo, dueño de la cadena ISA Motors, con mucha desfachatez ha hecho presión ante sus colegas para solucionar algunos asuntos judiciales que le incumben a Antonio Camayo. En el caso del nombramiento de un fiscal, Ríos le dice a su interlocutor que “sería necesario colocar en custodia diez verdecitos”, (se supone 10 mil dólares), seguramente para pagar a sus pares para que den su voto al señor Manami, a fin de que logre el nombramiento de fiscal de Tacna, y si no resulta, se los devolverían.
El otro personaje en cuestión es Julio César Hinostroza Pariachi, juez de la segunda sala de la Corte Suprema en lo Penal, quien en una de las comunicaciones expresó que una niña de 13 años, que había sido violada, preguntó “si había sido desflorada”, y que si el acusado quería que le rebajaran la pena o que lo declarara inocente.
En un fallo de casación el juez hace casi imposible que alguien pueda ser acusado de lavado de activos, pues las condiciones para probar el delito base, es decir, el dinero mal adquirido, son casi imposibles de cumplirse, lo que dejaría libre a Keiko Fijimori, a Alejandro Toledo y a Humala y su mujer; por lo demás, Toledo, por ejemplo, tendría toda la razón de protestar ante los Tribunales norteamericanos de que en Perù no se hace justicia.
En uno de los audios, Hinostroza, hablando con uno de los empresarios, Antonio Camayo, se pone de acuerdo para reunirse en la casa del segundo junto a la señora K, pero como el interlocutor se hace el que no entiende, le agrega la expresión “fuerza no. 1”, es decir Fuerza Popular, (la expresión Sra. K y Fuerza n.1 está en casi todos los memes peruanos, y sólo Keiko niega que ella sea la aludida y que haya concurrido a la mencionada reunión con el magistrado. (Hay que recordar que Keiko Fujimori recurrió en casación frente a un fallo que la acusaba de lavado de dinero, y raramente, esta causa ha sido tramitada muy rápido y entró en el Tribunal que preside Hinostroza, <sospechoso, ¿no?>).
De todos los involucrados en el “Lava Jueces” sólo se encuentra preso Walter Ríos; destituidos cinco magistrados del CNM y se ha aceptado la renuncia de César Heresi, ministro de Justicia. El juez de la Corte Suprema, César Hinostroza, está solamente suspendido de sus funciones.
El Presidente de la República, Martín Vizcarra, nombró una comisión especial, presidida por el ex diplomático Alan Wagner, (para algunos de los comentaristas peruanos sólo representa a la oligarquía “caviar”), encargada de investigar y redactar un informe al respecto.
Muchos de los sinvergüenzas de los jueces del CNM y de los Tribunales del Callao ni siquiera se han molestado en renunciar, como son los casos de Guido Águila, Orlando Velásquez e Iván Noguera, (Este último, recién destituido). En reemplazo de Walter Ríos fue designada como nueva presidenta del Tribunal del Callao, Flora Guerrero, (especialista en Derecho Laboral).
Por otra parte, el presidente de la Federación Peruana de Futbol, Edwin Oviedo, tenía gran familiaridad con la mayoría de los magistrados, a quienes obsequió entradas para el Mundial Rusia 2018, además de celebrar fiestas con los presidentes de la Corte Suprema y del Callao, respectivamente, a fin de rendir homenaje a algunos futbolistas destacados.
Es difícil saber en què terminará esta historia de podredumbre institucional peruana, y como en toda crisis, podría servir para depurar la democracia, o bien, un retroceso en una dictadura, con Vladi-videos incluidos.
Rafael Luis Gumucio Rivas (El Viejo)
17/07/2018