El ganador de la elección presidencial de México, Andrés Manuel López Obrador, dijo el jueves que invitará al mandatario estadounidense Donald Trump para su toma de posesión en diciembre, al tiempo que asomó un cambio de política exterior respecto a Venezuela.
El anuncio lo hizo en una conferencia de prensa en la que propuso a Marcelo Ebrard, un exalcalde de Ciudad de México, como su canciller luego de que el seleccionado inicialmente, Héctor Vasconcelos, decidió ocupar el curul de senador que ganó en las elecciones del domingo.
“Se le va a hacer la invitación a Donald Trump, somos países vecinos, tenemos relaciones económicas, comerciales, vínculos de amistad (…) Vamos a invitar al primer ministro de Canadá y a otros presidentes a la toma de posesión”, dijo López Obrador.
Por otro lado, consultado sobre qué posición adoptará su gobierno sobre Venezuela, el popularmente conocido por su acrónimo AMLO adelantó que aplicará una política de no intervención.
México, bajo el gobierno actual, forma parte del llamado Grupo de Lima, conformado por más de una decena de países de América que han criticado la gestión del presidente Nicolás Maduro así como los comicios de mayo, cuando el mandatario fue reelecto a pesar de quejas sobre el proceso.
López Obrador destacó que Ebrard “va a ayudar mucho para aplicar los principios de política exterior, los principios de no intervención, de autodeterminación de los pueblos, de solución pacífica de las controversias y mantener buenas relaciones con todos los gobiernos y todos los pueblos del mundo”.
Ebrard, quien además es uno de los líderes de su equipo de transición hasta que asuma el 1 de diciembre, ayudará en los preparativos para una reunión que se dará en el marco de una visita del secretario de Estado estadounidense, Mike Pompeo, el 13 de julio, añadió.
Quien sería el futuro canciller, de 58 años, fue diputado, trabajó en Naciones Unidas y se desempeñó como secretario de Seguridad Pública y de Desarrollo Social cuando AMLO fue alcalde de la capital, entre 2000 y 2005.
Tras su gestión como jefe de Gobierno de Ciudad de México (2006-2012) fue acusado de diversas irregularidades en la construcción de la línea 12 del metro de la capital. Ebrard negó las acusaciones y se mudó a vivir a Francia.