Noviembre 15, 2024

Iván Duque creará una nueva inmensa catástrofe en Colombia

Tan pronto como el candidato derechista y reaccionario colombiano asuma el mando, se reiniciará la horrible guerra civil que ya lleva casi 60 años de penurias y castigos para el sufrido pueblo colombiano. Como resultado de la reiniciación del conflicto y luego su larga duración, los muertos y heridos alcanzarán cientos de miles y probablemente millones.

 

 

¿Cómo se puede entender y explicar tamaña  tragedia? Parte de la respuesta a esta pregunta, está en el hecho de que el candidato derechista, sufre de un profundo, patológico y gravísimo complejo de superioridad. Tiene la absoluta convicción de que la victoria derechista es ahora posible. Ha sido claro y tajante al señalar que el viejo conflicto entre ricos y pobres debe terminar con la aplastante y absoluta victoria de los ricos. Afirma que esta vez la lucha será total y sin tregua y ella se llevará a niveles jamás antes alcanzadas. Para liquidar definitivamente al odiado enemigo proletario y campesino se usarán armas de destrucción masiva en forma parecida como ellas fueron usadas en Indochina en la década de los años 60 y 70 del siglo veinte y luego ahora en la lucha del Medio Oriente que aún continúa.

El candidato derechista ha señalado muchas veces en privado que esta interminable guerra ha atrasado enormemente el desarrollo y progreso del país. Sin los pobres, Colombia seria ahora un país desarrollado. También ha dicho que esta larga contienda no se ha podido ganar debido a la gigantesca deficiencia y corrupción en las Fuerzas Armadas Colombianas. No menos culpable es la vieja elite política derechista que ha hecho muy poco por modernizar las Fuerzas Armadas, y se ha negado a equiparlas con una potente aviación dotada de armas de destrucción masiva. El candidato concluye su crítica indicando que la absurda solución de utilizar por varias décadas incompetentes mercenarios paramilitares ha sido un total fracaso. De esta forma el candidato ha llegado a la conclusión de que solo una verdadera y total guerra Santa, es decir una verdadera nueva cruzada cristiana y anticomunista es lo que Colombia urgentemente necesita. Es  preciso y necesario aterrorizar y paralizar por miedo al enemigo. Esto se consigue con eficientes campañas donde la brutalidad y el terror es cuidadosa y científicamente utilizado. La altamente efectiva guerra aérea que los Estados Unidos utilizó en Yugoslavia para liquidar a las tropas Serbias y salvar a las tropas cristianas de Croacia, es un modelo adecuado que Colombia debería seguir. Sin mayor tardanza.

¿Pero de dónde saca el candidato derechista estas ideas de una guerra santa contra el socialismo? En algunos círculos muy cercanos al candidato se comenta que este político sufre de esquizofrénica  ilusiones de grandeza y esto es mirado al mismo tiempo con alarma y satisfacción por sus partidarios. Sus cercanos dicen que constantemente sueña con campañas bélicas legendarias. También se comenta que el candidato cree a pie juntillas las leyendas que escucho de niño y contadas por sus viejos familiares. Se señala que estas leyendas se le han metido en la cabeza y así le ha pasado algo parecido a lo que le aconteció a Adolfo Hitler cuando se enteró de las míticas leyendas relacionadas con la raza aria y la participación que sus antepasados tuvieron en ella.

El candidato derechista está convencido que sus antepasados son un brillante ejemplo legendario,  y que esto debe ser ahora el camino a seguir. Les ha contado a sus amigos íntimos que sus ancestros salvaron el cristianismo en la Península Ibérica. Este salvataje ocurrió en el siglo ocho después de Cristo cuando un enorme ejército de moros invadió España. Estos ancestros fueron los valientes godos que agruparon a los sobrevivientes y a marcha forzada los condujeron hasta las cumbres de los montes Cantábricos. Allí pudieron sobrevivir y por muchos años se multiplicaron e hicieron fuertes. Eventualmente fueron tan numerosos que se pudo organizar un nuevo ejército cristiano y estas tropas bajo el mando de los duques de Cantabria, antepasados del candidato derechista, iniciaron la reconquista de España. Obtuvieron una gigantesca gran victoria en la famosa batalla de Covadonga, donde los moros sufrieron una contundente y desbastadora derrota. Años después gracias a nuevas victorias las fuerzas cristianas crearon el reino de Aragón y más tarde el de Castilla y con el paso del tiempo y la lucha incansable, estas fuerzas fueron capaces de reconquistar la mitad Norte y Occidental de la Península Ibérica.

Siglos después esta increíble leyenda continúa cuando un par de antepasados franceses del candidato comandaron un ejército cruzado que envió a España al duque de Borgoña para salvar al reino de Aragón y Castilla bajo Eduardo VI. Todo este salvataje de emergencia se produjo cuando los soberanos moros nuevamente iniciaron una nueva y peligrosa conquista de la Península Ibérica en el siglo XI.

Esta fantástica leyenda narra que gracias a los grandes servicios militares de estos dos caballeros franceses, parientes del duque de Borgoña pero sin títulos nobiliarios (Raimundo y Enrique), más las poderosas presiones de la iglesia católica, convencieron a Alfonso VI que estos dos caballeros franceses eran un buen partido para sus hijas. Fue así como la princesa Urraca se casó con Raimundo y la princesa Teresa se casó con Enrique. Por lo tanto, ambos antepasados franceses del candidato pasaron a integrar las dinastías gobernantes de España y Portugal. Al morir Alfonso VI, Urraca se transformó en reina de España y Teresa en reina de Portugal. Varios siglos después la leyenda salta a América bajo el reinado del emperador Felipe II, ya que un antepasado del candidato pasó a ocupar el alto cargo de Gobernador de la provincia de Antioquia en Colombia. Posteriormente una numerosa cantidad de caballeros, familiares del gobernador, se esparcieron por toda Colombia.

Es altamente probable que todo este cuento de hadas y princesas, sea una vulgar fantasía inventada por los ancestros del candidato. No obstante, Iván se ha creído este cuento de comienzo a fin. Todo está fantasía ha convencido a Iván de que él es el único colombiano que puede salvar a su país de la plaga del odiado socialismo del siglo XXI. En otras palabras Iván se siente predestinado por la diosa fortuna para con la ayuda de la santísima providencia destruir de una vez por todas a los enemigos de la criminal oligarquía colombiana. Estas son las nuevas cruzadas que el destino le ha presentado a Iván. Con absoluta confianza el candidato derechista piensa que él finalmente alcanzara un éxito similar como el que obtuvieron sus antepasados hace ya muchos siglos. Para Iván los pobres de Colombia son los nuevos moros a los cuales hay que exterminar sin prejuicios ni compasión alguna. Bajo su cara sonriente de político, benigno y bonachón, sus ojos brillan con un raro color endemoniado.

Es así como con Iván en la presidencia de Colombia, las posibilidades de que se reinicie una violenta y cruel guerra civil son enormes. La cavernaria derecha colombiana se lazara con todo su poder contra las fuerzas políticas de izquierda. Estas para sobrevivir se verán obligadas a tomar nuevamente las armas. Es de esta manera como un conflicto similar al que hoy sufre el Medio Oriente se dejara caer sobre la parte norte de América del Sur. Esta vez las fuerzas socialistas colombianas estarán apoyadas por Venezuela y una poderosa coalición formadas por Rusia, China e Irán. Estados Unidos ayudará a Iván al comienzo, pero a medida que los triunfos de la izquierda se consoliden, es probable que el presidente Trump decida que los Estados Unidos esta primero (America First) y así sus fuerzas se retiraran del teatro de guerra colombiano. No obstante, esta nueva guerra civil será brutal y salvaje. Las guerras civiles del Centro América de los años 70 y 80 del siglo pasado solo serán escaramuzas ante el nuevo conflicto colombiano. Está claro que la guerra de Vietnam será un referente más apropiado para entender el terrible sufrimiento que muy pronto se dejara caer sobre el sufrido pueblo colombiano.

Pero hoy día, casi a principios de la tercera década del siglo XXI, las circunstancias son completamente distintas. Los Estados Unidos,  están aún empantanados en el Medio Oriente, y continúan sin poder sacar sus tropas de Afganistán, Irak, Siria, Libia y Yemen. Últimamente se ha empezado a involucrar en el norte de la África Subsahariana. La terrible y sórdida lucha entre las fuerzas cosmopolitas, globalizantes y neoliberales aún dirigidas por el partido demócrata; no le permiten al Presidente Trump, liquidar todos estos conflictos que él ya no desea continuar. Así, el país se entierra cada vez más en un pantano bélico que solo puede producir perdidas de valiosos recursos y grandes oportunidades.  No obstante, Trump tiene ideas muy claras y ha decidido poner todas sus energías en resolver los problemas que afectan al pueblo estadounidense primero. Para reconstruir el país y su industria, Trump necesita retirarse de aquellos lugares de conflicto que solo le ocasionan gastos y pérdidas. Ya lleva muchos meses tratando de convencer a los estadounidenses que el viejo rol de poder unipolar ya no es procedente. Es probable que en esto tenga éxito y en las próximas elecciones al Congreso, logre obtener una adecuada victoria. Si ello llega a ocurrir, entonces los Estados Unidos se retiraran de todos aquellos conflictos que corresponden ser solucionados por las hegemonías regionales de otras civilizaciones. En otras palabras, el Presidente de los Estados Unidos tratará de alcanzar metas parecidas a las que tuvo en Singapur hace pocos días.

Si todo lo anterior llega a ocurrir, esto preparara el camino para que el Donald Trump se retire de América Latina y la responsabilidad por reestablecer la paz en la región, caerá sobre los hombros de los latinoamericanos, particularmente Brasil y México.  Es probable que ambos países pronto elijan líderes populistas que con la ayuda de Venezuela, podrán apoyar con éxito a los revolucionarios en Colombia. De esta forma, el ridículo Cid campeón colombiano y sus derrotadas huestes derechistas, se verán obligadas a salir de Colombia y así por fin este país podrá gozar de la paz y prosperidad que verdaderamente se merece.

 

 

F. Duque Ph.D

Cientista Político

Puerto Montt 13 de Junio 2018.

 

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