El Museo de la Memoria de Santiago de Chile ha hecho por años una denuncia seria y fría de lo que fueron los atropellos a los derechos humanos ocurridos durante la dictadura cívico militar encabezada por Augusto Pinochet Ugarte. Para que nunca más.
Ahora la UDI, que volvió al gobierno, quiere, en su reemplazo, crear un museo “con pretexto”, un museo “parejo”, equilibrado: te hice esto porque tú me hiciste esto otro.
Te torturé porque tú ¿me torturaste?
Te lancé a la calle y te exilié porque tú ¿me desterraste?
Te degollé porque tú ¿me degollaste?
Te quemé vivo porque tú ¿me incineraste?
Te lancé ilegalmente a subterráneos malolientes y a campos de concentración porque tú ¿que hiciste?
Coloqué ratones en tu vagina porque…
Te lancé de helicópteros porque…y luego te desaparecí en las profundidades del mar con pesos en los pies para que nunca más flotaras porque…
Te di un golpe de estado y me tomé el gobierno ilegalmente porque tú…
Te maté miles de veces porque tú me mataste ¿diez?
La UDI, si pudiera, pondría en Auschwitz, Polonia, donde se muestran hoy los brutales crímenes nazis, para equilibrar, lo “perverso” que fueron para Alemania los judíos con sus negocios de prestamistas y lo maléfico de los comunistas alemanes con su afán igualitarista.
Así, para “equilibrar y explicar mejor el contexto en que se estableció la dictadura hitleriana”.
El accionar de algunos prestamistas judíos y de los comunistas alemanes equivaldría así con nada menos que la masacre de un millón de judíos y comunistas asesinados por inanición o con gases Zyclon B en esos campos de concentración, en donde se hicieron experimentos inhumanos y hasta “objetos de arte” y lámparas con piel de cadáveres judíos.
Actualmente en Uganda, por iniciativa de su Ministerio de Turismo (!) se está construyendo un Museo sobre Idi Amin, pero en su “contexto”, como cree la UDI que deben ser los museos. Esa sería la novedad.
Ejemplos: se exhibirá la lucha de los vecinos kenyanos Mau Mau, que Idi Amín combatió antes de llegar al poder en 1971 por un cruento golpe de Estado. También se mostrará la violencia con que actuó el FRONSA (Frente para la Salvación Nacional) para hacer huir a Idi Amin en 1979. Ocupará un lugar en el museo la actividad de Milton Obote, que fue derrocado por Amín en 1972 y que ayudó al derrocamiento de Amín en 1979.
Sobre Amin, claro, uno de los tiranos más brutales de la historia, se detallará el asesinato de entre 300 y 500 mil personas, los más de 800 mil desterrados, las torturas y campos de concentración en toda Uganda.
Hay quienes creen que en el Museo se exhibirá también la antropofagia que se le atribuye a Idi, quien decía públicamente que la carne humana es más blanda y salada que la de animales y que él la extrañaba cuando estaba fuera de Uganda. Se dice que tuvo refrigeradores con carne humana.
Idi Amin, admirador de Hitler, quiso construir una Uganda nazi, derrocado vivió exiliado en Arabia Saudita donde murió hace 15 años a los 78 y no pagó ninguno de sus crímenes.
Esto también lo igualó con Pinochet, aunque gobernó la mitad de lo que lo hizo el dictador chileno.
El actual Museo de la Memoria de Chile, que encabeza Francisco Estévez, se alinea con el de Aushwitz-Birkenau y muchos otros. Denuncia con seriedad histórica los atropellos a los derechos humanos bajo Pinochet y es un monumento sobrio y gris en recuerdo de las víctimas.
El museo al que aspira la UDI se alinea en la misma corriente en que se construye el de Uganda.
Sobre éste un observador agudo señaló recién en Kampala, la capital de Uganda: “Hay personas que no tienen buenos recuerdos de Idi Amín. Ahora no sólo no vendrían al museo sino que podrían quemar este lugar”.
La UDI, por su parte, parece decirse: si Uganda lo está haciendo ¿por qué no Chile?