Noviembre 16, 2024

Un ingeniero mexicano diseña una cápsula para sobrevivir a los terremotos

El ingeniero mexicano Reynaldo Vela, premio de Ingeniería Civil de la Ciudad de México 2009, presentó ante vecinos de las colonias Condesa y Roma la cápsula de salvamento K107 para sismos, la cual, de acuerdo con su desarrollador, aumenta la probabilidad de sobrevivencia en un movimiento telúrico de gran magnitud.

 

 

En el Foro Lindbergh del parque México, el inventor explicó que esta cápsula contiene un banco de baterías de litio, despresurizador de oxígeno y alimentos deshidratados para 30 días, así como cuatro geolocalizadores, que permitiría rescatar con vida al usuario en caso de algún derrumbe.

El dispositivo está sincronizado a la alerta sísmica, con lo que se asegura que el tripulante ingrese y pueda colocarse el cinturón de seguridad con cuatro puntos de sujeción similar al utilizado en la industria de la aviación a prueba de cualquier impacto de carga gravitacional.

La presentación de la cápsula de salvamento K107, que había sido anunciada con volantes y carteles, llamó la atención de los vecinos que se congregaron en el foro, donde mostraron interés por el dispositivo y expresaron sus inquietudes al respecto.

Desde el precio y el peso del mismo, la transportación e instalación, la sobrecarga que representaría en los inmuebles, la capacidad y hasta cómo hacer del baño dentro de la cápsula.

Vela explicó que el precio y el peso varían según el tamaño del dispositivo y de la altura del inmueble donde se coloque. Contiene fibra de carbón, acero con titanio y otros materiales, pero todo depende de la carga gravitacional a la que sería sometida. No es lo mismo para una casa de tres niveles a un edificio del tamaño de la torre Latino o la torre Mayor, pero hay un blindaje para cualquier tamaño, expresó.

Detalló que existen tres modelos: individual, dos personas con capacidad para incluir a un bebé o una mascota, y el colectivo para 30 personas, con un precio que va de 40 mil pesos a 250 mil pesos, y un peso de 60 a 800 kilos, según la carga que tendría que soportar en caso de colapso.

El dispositivo cuenta con un compartimiento para materia fecal, que es una bolsa con las características de un pañal desechable grande.

El inventor, egresado de la Universidad Autónoma Metropolitana Azcapotzalco, aseguró que fueron años de investigación para el desarrollo de la cápsula, que se diseñó en forma elíptica, similar a un huevo de velocirraptor, tras analizar más de 2 mil figuras geométricas.

Indicó que el sismo del 19 de septiembre volvió a recordar la vulnerabilidad que existe en la Ciudad de México.

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