Siempre han negado ser los herederos de Franco. No han condenado el golpe militar franquista que robó la justa victoria republicana, y también han rechazado para saber sobre los miles y miles de españoles/vascos/catalanes/gallegos que fueron asesinados por los franquistas con sus camisas azules.
Han pasado muchos años del alzamiento contra la voluntad popular, que juntó en santa cruzada a la derecha/iglesia española. Permanecen por años otros tantos miles enterrados en los caminos de España, y que junto a Federico García Lorca se encuentran como detenidos desaparecidos, esperando se haga justicia en esa batalla contra la impunidad que tantos pueblos sostiene, como sucede en Chile.
Se caen a pedazos por corruptos y ladrones los hijos de Franco, los populares con sus ínfulas de salvadores, los adalides de Rauco Varela, los españoles dignos de ejemplo que sostiene Vargas Llosa y que durante los periodos que han gobernado como PP se han dedicado a trabajar para recortar derechos sociales que con esfuerzo, lucha y organización que los trabajadores españoles han ganado, incluso en periodos políticos estando el PSOE en el gobierno.
Han sido muchos años que la derecha española, esa que milita junto al PDC chileno en la Internacional Demócrata Cristiana, en que iniciaron un largo recorrido para convertir al PP en una bolsa de trabajo y un cartel de delincuentes para defraudar arcas de los gobiernos autonómicos. Valencia es el claro ejemplo donde el saqueo llegó a niveles ya incomprensibles, en ese lugar los dignatarios del PP de Mariano Rajoy regalaban contratos a cambio de ternos, carteras, puros. espejitos y baratijas, algo parecido a la empresa de Cristóbal Colón.
En el camino del fraude/robo/asalto la derecha de Aznar/Rajoy juntó a sus aliados que tenía enquistados en el poder Judicial, y en un acto precario y tendencioso obligó a que Baltazar Garzón, fuera obligado a abandonar la carrera judicial.
Se deja constancia que el proceso que precipita la caída de la derecha de Franco/Aznar/Rajoy comenzó justamente cuando Garzón encontrara suficientes antecedentes para caratular como Caso Gurtel, el proceso que provoca el derrumbe de la derecha rancia de sacristía, esa, una de esas que ha de helarte el corazón, como dice JM Serrat.
Hay que recordar como Fungairiño, reconocido fiscal de derechas, que luchó incansablemente para que Pinochet no fuera llevado a España y rindiera cuenta por los asesinatos de ciudadanos españoles cometidos en Chile y Argentina durante la dictadura.
También hay que decir que el PSOE no son santos ni peregrinos haciendo el camino de Santiago. Han estado vinculados a oscuros negocios sobre financiamiento de la política. Aznar no llegó a La Moncloa por ser un brillante dirigente derechista, sencillamente se instaló ante la evidente corrupción y precario de algunos dirigentes socialistas que fueron castigados en las elecciones.
La justicia española encontró evidencia, documentos, nombres, cuentas bancarias que eran casi pozos inagotables de millones para hacer política. Mariano Rajoy recibía antes de llegar a ser presidente del gobierno español, 9.000 mensuales en efectivo que nunca los escribió en su declaración fiscal. De la misma forma que en Chile lo hicieron Novoa/Golborne/Longueíra/Orpis/Délano/Lavín, lo mismo de los mismos.
Es muy largo el recorrido que hicieron los jueces para fundamentar las pruebas que eran evidentes del asalto partidario que hacia el PP para abultar con millones sus arcas partidarias. Mencionaremos que su ex tesorero un tal Bárcenas se le solicitan 35 años de prisión, y le siguen buscando millones de euros que ocultó como fortuna personal en algún banco suizo, eso tan parecido a guardar billetes y más billetes en paraísos fiscales, como las Islas Vírgenes Británicas donde reposan en tranquilo sueño los dineros de Sebastián Piñera y sus asociados, muchos actualmente trabajando esforzadamente, en el servicio público.
Caerá Rajoy con su memoria franquista, se irá dejando un reguero de españoles viejos empobrecidos al que recortó sus jubilaciones para apuntalar un modelo que se cayó por podrido que se jugaron los banqueros como si del patio de su casa se tratara. Dejan una herencia casi impagable de millones de euros que les facilitó el banco europeo para rescatarlos de la eventual quiebra, a la que llegaron por aplaudir el milagro del neoliberalismo.
Se derrumban una camarilla de políticos derechistas con pies de barro. Que durante años abultaban los números, falseaban antecedentes para demostrar que España iba bien, cuando la cruda realidad se encuentra en los miles que habitan las “chabolas” que rodean las grandes ciudades españolas.
Llora la iglesia española, sus obispos ávidos de dinero con la herencia de Torquemada. Los que vociferan y se declaran contrarios para otorgar más y justos los derechos conculcados a las mujeres. No logran entender al igual que el sequitos de pedófilos chilenos que una sociedad más justa y democrática es aquella que más derechos entrega a sus ciudadanos.
Vemos como cae el telón pasado a incienso de los aduladores de la monarquía española por creer que administrar un gobierno es transitar por la vida con patente de corso. Se van los que por años también llenaban páginas del mundo de las revistas rosa, contando su vida, sus paseos por Marbella.
De todos modos aún quedan batallas por ganar, y una de las importantes es lograr que los presos políticos sean devueltos a Euskal Herria y sus cercanos, para cerrar un largo proceso que la historia juzgará.