Para la mayoría de los venezolanos llegó la hora de combatir la agresión económica con vistas a acallar el grito de sus bolsillos ante la incontenible escalada de los precios, no solo de los productos de primera necesidad, sino de todo lo que se vende en el país.
En opinión del abogado y columnista en el diario Últimas Noticias, Beltrán Haddad, 'hay urgencia' en enfrentar el problema y no está en mano del pueblo consumidor hacer frente a ese gusano que agujerea sus bolsillos.
Pese a los esfuerzos gubernamentales de solucionar la crisis con programas de subsidios, canastas alimenticias a muy bajos precios, aumentos de salarios y regalías, estos reciben como respuesta alzas desproporcionadas e injustificadas de los dueños de mercados, grandes cadenas de tiendas y de todo el que vende algo, es algo incontrolable.
En una feria que se abre todos los sábados en la avenida Panteón, al noroeste de la capital, los precios provocaban risa por no decir alarma, un kilogramo de carne bovina rondaba los cinco millones de bolívares, uno de tomate el millón 300 mil, el de papa algo por el estilo, dos de plátano cerca de un millón de bolívares.
Esa 'tablilla' de precios creciente se observaba en todos los productos, allí, y en cualquier lugar de Caracas, en el norte, sur, y en el este, la misma danza de los millones está presente en tiendas de ropas, ferreterías, farmacias, en todo.
Es algo que para muchos venezolanos, y más para los de a pie, no tiene explicación ni justificación. Son los efectos de la agresión económica.
El día jueves, luego de las elecciones y de los cómputos finales, amaneció el kilogramo de café con un precio desbordante de nueve millones de bolívares, hace apenas un mes se conseguía medio kilo a un millón 600, 'imagínense otros productos en esa maquinación de subir especulativamente los precios, sin parar ni ver el sufrimiento de la gente', precisa Haddad.
'Por ello no habrá otra oportunidad para el Gobierno de resolver la especulación, sino de inmediato. Llegó la hora de combatir la agresión económica y eso es ya, cueste lo que cueste', manifiesta el analista luego de las elecciones que dieron el poder al presidente Nicolás Maduro por otros seis años.
'Hay que combatir y derrotar la guerra económica comenzando por los centros de distribución de alimentos. Se trata de enfrentar una conspiración disfrazada con la excusa de que no hay producción por culpa del gobierno. Es la hora de un comienzo distinto, que satisfaga de entrada a todos en el derecho a la alimentación y a la salud', señala.
En ese sentido se pronuncia también la economista venezolana Pasqualina Cursio, quien llama a combatir la hiperinflación inducida, algo que considera es central y estratégico, derrotar el arma imperial más poderosa: la manipulación del tipo de cambio.
Al respecto de esta crisis, Cursio plantea una serie de acciones que son demandadas por la población, las cuales estarían encaminadas a resolver un problema que es para la mayoría el más apremiante que tiene el gobierno.
'Contra la especulación se sugiere revolucionar el impuesto sobre la renta. Se propone gravar toda ganancia adicional (en términos porcentuales) con respecto a los niveles de ventas', señala.
Si históricamente un negocio tiene ganancias de cinco por ciento sobre sus ventas, y de repente, sin mayor inversión ni justificación, llega por ejemplo al 50 por ciento, ésta debe ser susceptible de contribución fiscal, señala.
El uso de la tecnología blockchain para controlar de manera integrada la facturación electrónica y los ingresos bancarios es altamente recomendable, argumenta.
Asimismo sugiere en sus comentarios que 'contra el embargo comercial y el bloqueo financiero internacional, transitemos por otra ruta comercial, la de la Seda. Apostemos al ganador en esta guerra comercial entre grandes potencias. Con dignidad y de manera soberana, aliémonos a ellos'.
El próximo 4 de junio debe entrar en funcionamiento un nuevo cono monetario en el país, lo que quitaría tres ceros a las actuales monedas que dan la imagen de 'la danza de los millones' pero, el pueblo venezolano y sus autoridades están obligadas a otras acciones para poner coto al abuso especulativo.