Todos los argumentos que se han visto en estos últimos días respecto a las elecciones en Venezuela, y que se han manifestado favor de ese proceso son válidas incluso legítimas, dado que, el abstencionismo no es un hecho singular de Venezuela. Lo que no puede desconocerse es que estas elecciones se desarrollaron en un ambiente de total anormalidad. Cuando por parte de quienes se han alineado irrestrictamente con este proceso, se desconoce minimiza o disminuyen el impacto que tienen las condiciones sociales, económicas y políticas que hoy se viven en ese país.
En el terreno político, se entiende la abstención que se produjo, porque las figuras más importantes de la oposición no se encuentran habilitadas, sea porque están procesadas y en prisión o fuera del país, también puede ser que para los venezolanos la oposición más extrema represente algo peor que la gestión de gobierno, lo que no puede negarse, es que en Venezuela se vive una crisis que abarca distintas dimensiones, y que difícilmente será superada a partir de los resultados de las elecciones del domingo recién pasado.
Por otra parte, quienes, en Chile, destacan la diferencia de un poco más de cuatro millones de votos entre Maduro y Falcón, (su más cercano competidor) sin considerar que en estas elecciones no se expresó todo el potencial opositor debido a lo que más arriba se destaca, y al mismo tiempo comparan, la abstención de Venezuela con la de Chile y otros países, se confunden, porque ésta es diferente -al menos a la de Chile- tanto por sus causas como por sus efectos. Lo que sí es un hecho indesmentible es que la abstención en el caso de Venezuela fue de un 54 % -una de las más altas en su historia- lo cual es un hecho que no puede desconocerse.
Hay quienes han cuestionado el proceso mismo por considerarlo viciado, y en esa dirección argumentan que el sistema electrónico que posee Venezuela ha perdido legitimidad debido al retiro de la empresa que daba soporte a este, más otros aspectos que señalan que durante el desarrollo del mismo se produjeron actos de cohecho, al repartirse fuera de los locales de votación la tarjeta de la patria la cual permite abastecerse de alimentos en medio de la crisis que se vive en Venezuela. En contrario argumentan los observadores internacionales que avalan el sistema de sufragio que pese a la denuncia anterior mantiene los estándares de transparencia destacados anteriormente.
La mala noticia es que el cerco internacional sobre Venezuela seguirá –ya lo ha anunciado el gobierno de EEUU, varios países de la comunidad europea, y el grupo de Lima, etc. -con sus nefastas consecuencias para la población de ese hermano país, siendo este, un hecho gravísimo que afecta no sólo la estabilidad de Venezuela sino de toda la región, otro hecho del que no hay signos de recuperación y como resultado de lo anterior es la situación económica, la que se ha visto agravada por la corrupción de gobernantes y opositores, desgraciadamente, estos son los signos y presagios que hoy resaltan y son parte de la realidad de Venezuela.
El escenario futuro de Venezuela es incierto y peligroso, pareciera que las salidas a la actual situación de ese país, en el terreno estrictamente político se han alejado, ello teniendo en cuenta que los actores más relevantes de ese conflicto están incomunicados, y considerando, que en el campo opositor hay quienes buscan como único objetivo la desestabilización y la caída del gobierno de Maduro, sin siquiera descartar una intervención extranjera de carácter militar. Ello, sin contar las disidencias y conflictos propios del campo opositor, lo que hace más compleja la interlocución. En el terreno internacional, es donde pareciera se atrincherará la más importante y enconada oposición al gobierno de Maduro, es donde se abrirán los mayores y más inquietantes flancos para Venezuela y su gobierno.
Haciendo un balance de esta coyuntura, desde todo punto de vista, la situación de Venezuela es compleja y grave, internacionalmente aislada en la región, con la censura diplomática a que le someten los países del continente, con una crisis económica que tiene indicadores alarmantes en el plano interno, con un cerco mediático asfixiante etc. Habrá que ver cuán influyente es el potencial apoyo de Rusia y China en el terreno internacional, y si estos eventuales apoyos contrarrestan el acoso de los otros actores internacionales.
En lo inmediato, la estabilidad de aquí a seis años, fecha de las próximas elecciones, va a depender del apoyo que le proporcionen y le sigan dando las fuerzas armadas bolivarianas, las que hasta el momento han sido el elemento estabilizador fundamental para el régimen de Maduro, y que como contrapartida le da argumentos a sus enemigos y adversarios para acusarla de dictadura.
· Cientista Político