Las feministas anarquistas tiene otro slogan: “ni Dios, ni patrón, ni marido”. Las dos noticias más importantes de estos días son los escándalos en la iglesia católica y la toma de universidades por movimientos feministas; ambas tienen la misma raíz: el abuso de poder.
Las violaciones de niños en los colegios por parte de sacerdotes son muy antiguos en la historia de Chile; Belén de Sárraga, la gran libertaria española y que murió en la miseria, en México, relata la historia de los Jacintos, hacia el año 1913, congregación que regentaba un colegio para niños aristócratas; uno de los estudiantes lo denunció ante su familia, hecho que provocó un gran escándalo en la sociedad y, por primera vez, la Corte de Justicia condenó a estos sacerdotes.
Alejandro Venegas, eximio profesor del Liceo No. 1, de Talca, enunciaba cómo la congregación de los salesianos – la misma de Ricardo Ezzati y de Silva Henríquez – algunos curas manoseaban a los niños pobres.
En cuanto a los movimientos feministas, su lucha es muy justa: Chile no sólo es un país machista, patriarcal y, además racista y clasista, (es de lógica preguntarse por qué el cura John O´Reiyan, perteneciente a los <millonarios> de Cristo, haya pasado desapercibido durante cuatro años, por la justicia católica).
Una mujer en Chile se arriesga a salir a la calle, pero se encuentra con un abusador que la acosa en el metro o en la misma calle; un profesor de la Escuela de Derecho de la Universidad de Chile se puede dar el lujo de decirle a una joven que muestra el escote “quiere que la ordeñe o que la examine? A una mujer bonita la acusarán de ir a la universidad a buscar novio, o a otras, que más les valiera quedarse en casa y ayudar a su mamá en la cocina.
El el siglo XIX, cuando dos mujeres decidieron estudiar medicina, los profesores hombres se divertían mostrándole los genitales de los cadáveres. Hoy, los profesores de Derecho les encantan interrogarlas sobre temas de delitos sexuales y las distintas formas de penetración.
No cabe duda de que las manifestaciones feministas van a provocar un cambio cultural radical en la historia de Chile. Los cambios profundos en la sociedad nunca son por decreto: los hombres no dejarán de ser machistas, ni siquiera lo amenazan con amputarle su miembro viril, (pues aceptarían un puesto en el coro de los Niños Cantores de Viena), por eso las reformas que piensa implementar Sebastián Piñera son puramente cosméticas.
El progreso no vendrá nunca del Estado, sino que parte desde abajo, de la misma sociedad. El feminismo congenia perfectamente con el anarquismo: Emma Goldman, rusa de nacimiento (1869) y que murió en la ciudad de Toronto,(1940), tuvo una vida novelesca, pues en pleno período de los zares emigró a los Estados Unidos, país en que se convirtió en gran luchadora social, especialmente en pro de los derechos de la mujer. (Si algún lector quiere saber más sobre ella, los remito al libro Viviendo mi vida, (1931). Además, publicó Anarquismo y otros ensayos, (1910), y Madre tierra, (1917). En Estados Unidos fue acusada de ser la inspiradora del asesinato del Presidente M. C. Kinley.
Goldman profesaba el culto al amor libre y según su historia, era bastante apasionada; era partidaria de la contracepción, a comienzos del siglo XX, es decir, fue pionero de algo que ocurrió en Chile hacia los años 60. Era contraria al matrimonio, que lo consideraba una forma de esclavitud.
Por esa época surgieron Las Sufragistas y Emma Goldman, consecuente con su anarquismo, se mostró contraria al sufragio femenino por considerar que la igualdad de votos entre hombres y mujeres sólo serviría para reafirmar el Estado explotador, y con hombres y mujeres, el Congreso seguiría aprobando leyes contra los trabajadores. La participación de las mujeres en política no limpiaría para nada las instituciones corruptas; en ese tiempo, la estrategia anarquista consistía en la propaganda por los hechos y la huelga general.
Otra gran mujer anarquista feminista fue Belén de Sárraga, quien visitó Chile en dos ocasiones: en 1913 y 1915; en la primera ocasión, invitada por Luis Emilio Recabarren a las minas de salitre del Norte; en esa ocasión se fundaron varios Centros feministas anticlericales “Belén de Sárraga”; en la ocasión dictó varias conferencias y, emocionados los asistentes, quitaron los caballos del coche y la llevaron en andas, (entre ellos se encontraba el escritor Manuel Rojas y José Santos González Vera. (Este hecho se había producido sólo una vez, en 1891, con la venida de la actriz Sara Bernard).
Otra anarquista feminista es Federica Montseny, de origen catalán, que se declara anarquista no-violenta, y que participó en el corto gobierno de la Generalitat, en que los anarquistas formaron parte.
Estoy convencido de apenas estamos en el comienzo de un poderoso cambio cultural, y que no será vencer sociedad patriarcal. Una frase de Nietzsche. “cuando andes con una mujer no olvides el látigo”, o la de Schopenhauer, “las mujeres tienen cabello largo e ideas cortas”, pensamientos que siguen arraigados en toda sociedad machista.
Rafael Luis Gumucio Rivas (El Viejo)
24/05/2018