Cinco golpes de puño para clavar en el pecho de los aspirantes a gendarmes una piocha con puntas, es parte del ritual de culminación de un proceso de capacitación. Lo que para los instructores de Gendarmería de Chile sería una tradición, para el Instituto Nacional de Derechos Humanos (INDH) es una práctica de tortura, por lo que presentará en los próximos días las querellas que permitan esclarecer y establecer las responsabilidades de estas condenables prácticas.
No sólo la vejación relatada es la que se pudo observar en un video denuncia que fue emitido por Televisión Nacional en los últimos días, también se pudo ver como los aspirantes a gendarmes eran obligados a beber whisky con agua ardiente sin detenerse, bajo la presión de su superior, a pesar de que su respiración se viese perturbada.
La denuncia fue realizada por funcionarios de Gendarmería de Chile de la Región de O’Higgins que participaron del curso de especialización anti motín, capacitación a la que ingresaron 18 funcionarios pero que fue culminada solo por 13. Según uno de los denunciantes por las “lesiones” y las “torturas sicológicas” que habrían afectado a quienes se retiraron.
Para el INDH la situación es de suma gravedad dado que la tortura no tiene justificación bajo ninguna circunstancia, menos en el entrenamiento de agentes del Estado que pueden hacer uso de la fuerza en el ejercicio de sus funciones.
Por este motivo el INDH iniciará una serie de acciones, entre ellas tomará contacto con las víctimas para conocer los casos más en detalle; asimismo presentará las querellas por torturas que sean necesarias para esclarecer los hechos y determinar las responsabilidades; y oficiará a gendarmería de Chile para que entregue todos los antecedentes que la institución posea respecto de lo revelado por las víctimas.
En el registro que se hizo público también se observa como los aspirantes a gendarmes son obligados a sumergirse en una piscina con agua helada durante la noche. Así también un denunciante relata que en las noches “eran obligados a ver dibujos animados, y que al que le diera sueño le pasaban una granada sin seguro”, el gendarme reveló además que “les tiraban un pan en el piso y que les ordenaban comer a 18 personas de él”.
Para Rodrigo Bustos, jefe de la Unidad Jurídica Judicial del INDH: “Las imágenes que hemos podido observar son de extrema gravedad. Se trata de actos de tortura, sin justificación, por que el INDH evaluará todos los antecedentes que reúna para presentar las acciones judiciales”.
“Esto claramente va en contra de la normativa actual, tanto de la Constitución, de las leyes y de los tratados internacionales de derechos humanos, por tanto resulta difícil esperar una cultura respetuosa de los derechos fundamentales al interior de las cárceles, si es que en los procesos formativos de los gendarmes hay prácticas tan graves como las que se pudo observar”, sentenció el abogado del Instituto.