La Coordinadora Nacional de Trabajadores y Trabajadoras NO+AFP, a través de un punto de prensa levantado este viernes, apoyó la lucha que están dando cientos de miles de estudiantes contra el sexismo, la discriminación, la falta de derechos y la violencia de género, prácticas tan normalizadas en nuestra sociedad que para muchos no son evidentes.
Esta importante batalla que lideran las estudiantes, señaló la Coordinadora, es un gran impulso por la equidad y el respeto a los derechos de las mujeres en todos los aspectos de la vida. Sin lugar a dudas, nuestra sociedad saldrá con una visión más amplia, inclusiva y menos discriminadora tras la pelea que hoy protagonizan.
Para la Coordinadora, este estallido refleja la soterrada postergación que vienen sufriendo las mujeres chilenas en el tiempo y que no ha sido superada a pesar de haber tenido en dos periodos, una presidenta mujer. Este remezón de las conciencias patriarcales, apunta al corazón de la estructura de nuestra sociedad capitalista y no se reduce solo al campo estudiantil, también refleja los efectos que la cultura basada en la discriminación ha generado en el trabajo, las pensiones, la salud, la educación y en toda la sociedad. Este levantamiento feminista debe servir para avanzar en aspectos muy concretos que mantienen y reproducen la exclusión y la marginación de la que han sido víctimas las mujeres, pero también para conquistar un Estado de derechos sociales en beneficios de todas y todos.
¿Qué mejor ejemplo de discriminación el que hacen las AFP contra la mujer en Chile, condenándolas a pensiones miserables en la vejez luego de trabajar en doble y hasta triple jornada? se preguntan las trabajadoras.
Ello, porque las mujeres son las que sobrellevan todo el peso de la reproducción de la sociedad; en ellas recae mayoritariamente la responsabilidad del cuidado de los hijos, los padres y los enfermos sin retribución alguna y más encima se le castiga a la hora de la jubilación porque todo ese trabajo ahorrado a la sociedad, no es considerado como tal y aparece como laguna laboral. Asimismo, se les perjudica con el cálculo de la esperanza de vida, otorgándoles a las mujeres una longevidad que no es igual para todas, porque claramente, no vive lo mismo, ni tiene la misma calidad de vida una mujer de La Dehesa que una mujer de cualquier comuna popular, y es que no podemos desprendernos de las diferencias de clases a la hora de hablar de este tema. Y nuestra visión viene desde el mundo del trabajo, de vivir a diario lo que cuesta ser mujer de la clase trabajadora. Con salarios inferiores a los de los hombres y sometidas a abusos de todo tipo sin contar con protección alguna.