Noviembre 24, 2024

Daniel Ortega suspende reforma a la seguridad social: protestas dejan unos 30 muertos

El presidente de Nicaragua, Daniel Ortega, anunció este domingo la derogación de una polémica reforma al sistema de seguridad social que detonó una ola de protestas que se han extendido en el país durante cinco días y causaron ya la muerte de unas 30 personas, según el diario La Prensa.

 

 

La revocación de la reforma se conoció luego de que el narrador Sergio Ramírez y la poeta Gioconda Belli exigieron desde España al gobierno que devuelva la libertad y la democracia, y detenga la represión contra jóvenes que protestan en este país.

Más aún, estudiantes de la Universidad Politécnica (Unipol) advirtieron que continuarán con las movilizaciones iniciadas tras la aprobación de la controvertida norma el miércoles pasado, hasta que Ortega salga del poder.

En un mensaje televisado, el jefe de Estado dijo que el Consejo Directivo de Seguridad Social revocó la reforma que a partir del 1º de julio habría aumentado el aporte de trabajadores y empleadores de 6.25 a 7 por ciento, y habría reducido las futuras pensiones en 5 por ciento, en la más profunda crisis para Ortega desde que regresó al poder en 2007.

En un encuentro con empresarios de zonas francas, Ortega dijo que el Instituto Nicaragüense del Seguro Social (INSS) revocó la resolución del 16 de abril pasado, que fue el detonante de esta situación de protestas.

El gobierno argumentó que al aprobar la reforma se buscaba dar estabilidad financiera al sistema de pensiones. De inmediato, miles rechazaron la norma y fueron violentamente reprimidos por la policía. Además, periodistas denunciaron agresiones, detenciones temporales y el robo de sus equipos, al tiempo que el gobierno suspendió las transmisiones de cuatro televisoras independientes.

El Centro Nicaragüense de Derechos Humanos dijo que confirmó con las familias de las víctimas la muerte de 24 personas en las protestas. El diario La Prensa ubicó en unos 30 los fallecidos.

Entre las víctimas hay estudiantes que iniciaron el movimiento, policías y simpatizantes del gobernante Frente Sandinista de Liberación Nacional –acusados de atacar a los manifestantes– y el periodista Miguel Ángel Gahona, quien murió el sábado de un disparo mientras transmitía por Facebook un enfrentamiento entre manifestantes y fuerzas del orden en la ciudad de Bluefields.

En este contexto, pobladores abarrotaron supermercados y tiendas en busca de víveres, y este domingo se reportaron nuevos bloqueos y saqueos en varios establecimientos comerciales.

Además, en la catedral se celebró una misa por los fallecidos, pese a que fue tomada por manifestantes, al igual que la Universidad Politécnica, dijeron testigos de la agencia Reuters.

El diario local La Prensa reportó saqueos en el supermercado Maxi Pali, ubicado a la entrada de Sabana Grande, en Managua, que fue prácticamente desmantelado por decenas de personas, así como tiendas de electrodomésticos de El Gallo más Gallo y Almacenes Tropigas, ubicados cerca del mercado Iván Montenegro.

Luchamos contra esta opresión que el presidente Daniel Ortega y la vicepresidenta Rosario Murillo nos están imponiendo. Nosotros no queremos una guerra, afirmó la estudiante Amalia Montenegro, al recoger víveres para apoyar a sus compañeros manifestantes.

En las gasolineras de la ciudad se vieron largas filas de automóviles en busca de combustible, por temor al desabasto.

En las ciudades de León y Masaya hubo quema de vehículos particulares, saqueo y destrucción de edificios públicos así como robos en centros comerciales, informó el gobierno.

Ortega criticó a los manifestantes y los comparó con los pandilleros que siembran el terror en el norte de Centroamérica.

Esto nos obliga a poner en nuestra agenda el combate a las pandillas. Combatirlas para que no sigan actuando de esta forma, que no se sigan matando entre ellos y que no vayan a asaltar establecimientos, dijo Ortega en la reunión.

Según analistas políticos, los asaltos formaron parte de un plan organizado desde el gobierno para sembrar caos.

El mensaje de Ortega generó críticas en medio de la tensión que vive el país.

Ortega está haciendo un análisis equivocado de la realidad. No pidió perdón por los muertos, no tomó medidas para cesar la represión ni desmovilizar a grupos paramilitares y continúa amenazando con el uso de la fuerza pública, opinó el ex diputado liberal José Pallais.

Ortega llamó el sábado al diálogo con la iniciativa privada para abordar la reforma del sistema de pensiones, pero su mensaje generó repudio entre otros sectores que se sumaron espontáneamente a las protestas por sentirse excluidos.

El denominado movimiento OcupaINSS, uno de los que inició las protestas, señaló que el diálogo debería incluir las voces de todos los sectores que hemos demandado una discusión amplia e inclusiva (…) sobre la forma en que han venido tomando decisiones autoritarias y sin consulta.

Los estudiantes de la Unipol, epicentro de las protestas, dijeron que continuarán con las manifestaciones hasta que el mandatario salga del poder, reportó el rotativo La Prensa.

Líderes políticos advirtieron que el descontento de la población va más allá de la reforma al sistema de pensiones, y apuntan a la necesidad de un cambio en la dirigencia del país.

Aquí no hay más salida que hacer elecciones libres y transparentes para evitar que haya un mayor costo a la población, dijo la presidenta del opositor Frente Amplio por la Democracia Violeta Granera, cuyo movimiento fue excluido de las elecciones de 2016, cuando Ortega fue relecto.

Horas antes de la comparecencia de Ortega, el narrador Sergio Ramírez, quien este lunes recibe el Premio Cervantes 2017 y la poeta Gioconda Belli, exigieron al gobierno de Nicaragua devolver la libertad y la democracia, y detener la represión contra jóvenes que protestan en su país.

El literato participó en una concentración en la Puerta del Sol, en Madrid, con nicaragüenses residentes en España, quienes expresaron su preocupación por la violencia de estos días.

Al acto se sumó Belli, quien está en Madrid para acompañar a Ramírez en la recepción del premio de literatura más importante en lengua española, así como más de 200 conciudadanos.

En su mensaje, Ramírez expuso: queremos que nos devuelvan la paz, pero no puede ser una paz con engaños, no con una negociación de un grupo económico, ni político a espaldas del pueblo de Nicaragua. Los únicos que pueden negociar la paz son los jóvenes que están luchando en las calles, dijo.

Belli se dijo sorprendida por la saña con la que atacaron a la ciudadanía que participaba en protestas pacíficas. Agregó que está cansada de los abusos, la falta de democracia y de libertad de expresión, y solicitó el apoyo de la comunidad internacional para frenar la violencia y la represión contra los jóvenes.

Este domingo, desde la Plaza de San Pedro, en el Vaticano, el papa Francisco se dijo muy preocupado. La Unión Europea calificó de inaceptable la violencia y cuestionó los ataques a la libertad de expresión y prensa, con el bloqueo de medios de comunicación y la agresión a periodistas.

El Departamento de Estado estadunidense lamentó la pérdida de vidas en Nicaragua y pidió a las autoridades juzgar a los responsables. Argentina, Brasil, Colombia, Chile, Paraguay y Perú también pidieron, por separado, el cese de la violencia en Nicaragua.

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