Noviembre 15, 2024

Pérdidas de los Fondos de Pensiones en el casino especulativo global

Durante el 2017, el sistema intentó golpear con una ofensiva de retornos positivos, aprovechando un “rally” de rentabilidad de las Bolsas capitalistas extranjeras.  Fue un año de mejores resultados para el fondo A, el que mantiene más títulos de renta variable y es el más riesgoso, después de varios años de mal desempeño desde la pérdida de un 40% de este fondo como resultado de la crisis global de 2008.

 

 

Los acólitos del capitalismo a ultranza, ofrecieron a los incautos el Fondo A y B, como seguros para mejorar la capitalización de los ahorros para pensionarse, atacando al Movimiento NO + AFP por recomendar refugiarse en el Fondo E que es el menos riesgoso, con todo el poder de la prensa de los grupos económicos que controlan el país.

Sin embargo, el agotamiento del modelo capitalista, nuevamente hace caer estrepitosamente los fondos A y B, que suman entre febrero y marzo del 2018, retornos negativos, -5,89% en el Fondo A, y -4, 58% en el Fondo B.

Ningún gran medio de comunicación habla de esta caída en picado de los fondos de pensiones, ni de cuanto han perdido los incautos que se cambiaron al Fondo A. Tampoco de las pensiones pagadas en el límite de la línea de pobreza y de extrema pobreza que entrega el sistema a cientos de miles de trabajadores chilenos.

El sistema funciona en base a remesas de fondos frescos de los trabajadores a las bolsas del mundo, que hoy muestran los rendimientos negativos. Esto significa, pérdidas de dinero fresco, que no sabemos donde se invirtieron, ni a quienes pasarles la cuenta.

El mecanismo de administración delegada de fondos de pensiones a las AFP, no permite que los trabajadores sepamos quienes hacen negocios con nuestro dinero y porqué pierden la plata.

Si sabemos que por esas transacciones pagamos jugosas comisiones a brokers, tal y como el vocero de la Coordinadora NO + AFP, Luis Mesina, en su oportunidad denunció ante todo el país en TVN, al enfrentar al representante de Blackrock, un nombre de fantasía del principal brocker que se encarga de depositar dineros en las bolsas del mundo, a cambio de una buena comisión oculta de intermediación financiera que se descuenta de los fondos de los trabajadores.

Así la administración privada, entrega los fondos de nuestra jubilación al mercado del dinero, yendo y viniendo en una danza de miles de millones de dólares, que alcanza el 70% del PIB Chileno, que sin embargo, pagan pensiones de hambre a montos que también hemos estado haciendo saber, mayoritariamente bajo los cien mil pesos.

El gobierno por toda respuesta, pretende hacernos creer que la solidaridad consiste en que los empresarios aporten a los fondos de pensiones un cuatro por ciento, y que esa sería, junto a elevar la edad de jubilación, la gran panacea de solución a las bajas pensiones.

Desde luego tal concepto no es representativo de solidaridad.

La solidaridad es un sistema de reparto intergeneracional, distinto al sistema de capitalización individual, del ráscate con tus propias unas. La solidaridad del reparto, permite que todos los trabajadores activos aporten a un fondo común, el rendimiento es mucho mayor a cada fondo individualmente considerado, y eleva en consecuencia el rendimiento de todo el fondo en beneficio del colectivo.

Esto es muy distinto a que las AFP envíen dineros al extranjero, que al menos teóricamente son de propiedad de cada trabajador depositados especialmente en los fondos A y B, que después no retornan a sus pensiones

Consideramos que esta política debe cesar de inmediato, impidiendo las remesas de dinero a mercados mundiales, púes la inestabilidad global actual tendrá consecuencias muy negativas sobre las pensiones.

El único modo de protegernos frente a las amenazas de perder nuestros dineros en burbujas de especulación, como ocurrió el año 2008, 2011, 2016, entre otros, es formando un fondo de seguridad social solidario de reparto, con aporte de trabajadores, empleadores y el Estado que serviría para pagar pensiones significativamente más altas que las actuales,  y establecer un Fondo de Reservas para inversiones con valor nacional y social que aseguraría también las pensiones futuras, y no seguir perdiendo dinero de los fondos previsionales en un casino de especulación global.

 

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