Con un documental titulado “El Baile de Los Cisnes” que investiga sobre el origen de este baile y la historia detrás de una de sus principales bailarinas, Violeta Zúñiga, este año se conmemoran 40 años desde el inicio de la cueca sola, manifestación folklórica y de protesta contra el régimen militar, que de manera pacífica expresaba la ausencia de cientos de detenidos desaparecidos.
La cueca sola se inicia el 8 de marzo de 1978, cuando en un acto en el Teatro Caupolicán para
la celebración del Día de la Mujer, organizada por agrupaciones sindicales y feministas, el
Conjunto Folklórico de la Agrupación de Familiares de Detenidos Desaparecidos (AFDD) hizo una presentación de cueca donde las mujeres salían a bailar la danza nacional sin sus parejas.
Rápidamente, comenzaron a replicar el acto en diversas manifestaciones, y llegaron a ser parte de la Campaña del No para el plebiscito de 1988.
Una de sus protagonistas, y quien baila en esa famosa escena de la campaña televisiva, es
Violeta Zúñiga, quien ha buscado incansablemente a su pareja, Pedro Silva Bustos, detenido desaparecido por la DINA en 1976, y que hasta el día de hoy marcha semanalmente alrededor de La Moneda exigiendo justicia.
Desde ese momento, Violeta se unió a la Asociación de Familiares que comenzaba a germinar y a las incipientes protestas contra el régimen.
Ahora, tras 40 años de bailar la cueca sola, Violeta se prepara para su última presentación y vuelve a recordar el camino de resistencia y sacrificio de todos estos años.
Dentro del contexto de la conmemoración de la manifestación artística y el rescate de esta memoria, el director Daniel Miranda decidió relevar el tema en el documental El Baile de los Cisnes, que rescata la cueca sola y reconstruye la memoria desde los y las sobrevivientes a la dictadura.
“Me interesa rescatar esas historias que son, muchas veces, anónimas, de las mujeres que sobrevivieron y lucharon contra la represión. Y tomar la historia de Violeta como una pionera de la cueca sola, pero también que simboliza una de las protestas más importantes, creativas y simbólicas contra la dictadura militar. En ella está arraigada el dolor y el amor de las víctimas”, expresa Daniel Miranda, su director.
El film terminó su proceso de grabación y se encuentra en la etapa de montaje.
Para finalizar el documental, el equipo busca recaudar dinero a través de una campaña de recaudación de fondos.Cualquier persona puede donar desde un pequeño monto en la plataforma Idea.me y desde ahí, participar en la concreción del proyecto.