La 'Gobernabilidad democrática frente a la corrupción' será el plato fuerte de la VIII Cumbre de las Américas, que abrirá oficialmente el viernes en Lima, Perú, donde llegarán 20 jefes de Estado y gobierno de al menos 30 Estados, sin contar a las antípodas, los presidentes de Estados Unidos, Donald Trump, que canceló a última hora, y de Venezuela, Nicolás Maduro, que terminó por volverle la cara.
La secretaria de Prensa de la Casa Blanca, Sarah Sanders, anunció el martes de manera sorpresiva que, pendiente de la crisis siria, Trump no irá al evento para atender la respuesta al supuesto ataque químico en ese país presa de una guerra civil y "monitorear los desarrollos del mundo".
"Por petición del Presidente, el vicepresidente (Mike Pence) viajará en su lugar. El presidente se quedará en EE.UU. para supervisar la respuesta estadounidense a Siria y monitorear los desarrollos del mundo", dijo Sanders.
Entretanto, Maduro anunció que no acudirá a la cita americana porque se le habría retirado la seguridad a la delegación de su país y consideró que el evento es "una pérdida de tiempo".
"Me quedo en Venezuela, esa es mi decisión (…) No vamos a la Cumbre", concluyó el Mandatario venezolano.
Se trata del octavo encuentro continental, desde su instauración, en 1994, y el primero al que no asistirá un presidente estadounidense.
Y también el primero que podría haber echado chispas en la eventualidad de un probable 'choque en los salones entre Trump y Maduro.
A un día de inaugurarse el evento, el sitio web oficial de la cumbre confirmaba la invitación a más de 30 presidentes y primeros ministros del continente, entre ellos el presidente de Bolivia, Evo Morales.
Los representantes de los Estados de la región iniciaron desde el 8 de febrero, en Lima, las negociaciones de los compromisos contra la corrupción que adoptarán los Jefes de Estado y de Gobierno del hemisferio.
Las negociaciones se dan en el marco del Grupo de Revisión de la Implementación de Cumbres (GRIC), órgano ejecutor principal del proceso de Cumbres de las Américas, integrado por los representantes de todos los Estados de la región.
Perú, que estrena en la Cumbre a su presidente Martín Viscarra, tras la defección, por cargos de corrupción, de su antecesor Pedro Pablo Kuczynski planteó aprobar el "Compromiso de Lima: Gobernabilidad Democrática frente a la Corrupción", que debe establecer acciones concretas para el fortalecimiento de la lucha contra la corrupción, principalmente, en materia de prevención, cooperación y aplicación de la ley.
Se calcula que al menos 2.000 personas asistirán a la cumbre y hasta el momento se acreditaron más de 2.000 periodistas para cubrir el evento.