El exmandatario de Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva, es blanco de una persecución judicial auspiciada por la derecha de ese país y, para lo cual, cuenta con la alianza de las corporaciones mediáticas. El delito del expresidente: reivindicar las luchas sociales.
Así lo manifestó el expresidente de Ecuador y líder de la Revolución Ciudadana, Rafael Correa, quien en Twitter ratificó su solidaridad con Lula da Silva, y a su vez denunció los planes de la derecha regional de desterrar los procesos izquierdistas.
“La venganza de las burguesías nos está retrocediendo décadas”, acotó el domingo Correa, al indicar también que sus partidos más poderosos son: el mediático y el judicial.
La embestida contra Lula escaló tras su anuncio de medirse en las elecciones presidenciales pautadas para octubre de este año, y para la cual se mantiene como favorito.
El exmandatario brasileño acató el sábado la sentencia de prisión y se entregó a las autoridades. Horas antes a su entrega, se dirigió ante un multitud en Sao Bernardo do Campo. Allí dijo: “Voy con la cabeza erguida y saliendo de pecho, porque voy a probar mi inocencia”.
Señaló que no servirán los planes dirigidos a detenerlo, porque “no voy a parar, porque no soy humano, soy una idea”.
Al respecto, Correa manifestó: “No podrán encarcelar las ideas ni el corazón de un pueblo. ¡Todos somos Lula!”.
“Nos decían que Lula era la izquierda ‘vegetariana’ y nosotros la ‘carnívora’. Nuestras burguesías sólo odian una izquierda: la verdadera. Jamás nos perdonarán la insumisión de nuestros gobiernos a sus intereses, haber repartido educación, salud, derechos, soberanía y dignidad”.
“Las burguesías latinoamericanas tolerarán un Gobierno que busque darles mejores escuelas a los hijos de sus empleadas domésticas, pero serán capaces de asesinar a aquel que quiera darles las mismas escuelas que a sus hijos. ¡Todos somos Lula!”, agregó en Twitter el líder de la Revolución Ciudadana.