Hugo Chávez encabezando el movimiento bolivariano desató una tremenda energía popular a través de una Asamblea Constituyente para gestar una nueva Constitución, lo que permitió por la vía democrática al pueblo venezolano iniciar un histórico camino de recuperación de sus derechos y refundar la República para construir una nueva correlación de fuerzas abriendo paso a una inédita transformación revolucionaria. Una nueva vía al socialismo profundamente democrática, redistributiva, participativa y popular.
Con la conducción del Presidente Chávez, el bravo pueblo venezolano recuperó su dignidad, protagonismo y poder. Por ello, desde Chile consideramos a Chávez el más Allendista de entre los nuestros. Hugo Chávez retomó en su tierra las banderas del Presidente Salvador Allende construyendo una nueva vía al socialismo del siglo XXI en la República Bolivariana de Venezuela.
Gracias al liderazgo regional y mundial de Hugo Chávez, la izquierda socialista antiimperialista, los más amplios movimientos sociales y de trabajadores recuperaron esperanza, fuerza y convocatoria en el imaginario de millones de personas y pueblos para luchar por otro mundo más justo y libertario.
Chávez contribuyó como ningún líder desde el sur del mundo a superar la inercia y la sensación de derrota en los movimientos populares y las izquierdas anticapitalistas y transformadoras a nivel mundial.
El Presidente Chávez abrazó con fuerza y convicción la visión que los verdaderos desafíos a los cuales nuestra sociedades están confrontadas (como bien señala el intelectual egipcio Samir Amin) es generar una transformación revolucionaria y popular desde el capitalismo periférico y para ello se requería la reconstitución de un gran frente antiimperialista entre América Latina, África y Asia y en cosecuencia, requería de la construcción y articulación de fuerzas populares y de izquierda como impulso de una estrategia global a escala mundial.
Como socialista revolucionario encabezó un proceso de profunda democratización con la irrupción de un poder popular con una perspectiva socialista no ortodoxa.
Chávez fue un gran pedagogo popular, rescató y proyectó la memoria oral de las y los oprimidos y le confirió un nuevo sentido a los conceptos de patria y soberanía desde los de abajo,Si hay alguien que ejerció como practica constante la pedagogía del oprimido de la que hablaba el maestro brasilero Paulo Freire fue el Presidente Comandante.
Con Chávez nos reconciliamos desde la izquierda con lo mejor de los soldados que son parte de nuestros pueblos. Contribuyó a recuperar la historia de luchas por la independencia de nuestra América con una nueva interpretación y re-lectura de los héroes y heroínas de nuestras luchas por nuestra independencia y la emancipación. A los próceres y libertadores los bajó de sus pedestales y los explicó popularmente proyectándolos en contraposición con las interpretaciones oficiales siempre al servicio de las oligarquías y de las élites dominantes. Los re-apropió para el pueblo desde la cultura popular y los intereses de los explotados. “A paso de vencedores” como decía a menudo evocando la batalla de Ayacucho, la revolución bolivariana avanzó en un genuino proceso transformador gestado sin “calco ni copia” como postulaba el amauta peruano José Carlos Mariátegui y en el cual Chávez encarnó “una creación heroica” hasta el final de sus días.
Chávez lideró una titánica disputa por la hegemonía contra el imperialismo y sus aliados locales sobre el sentido mismo de la democracia para avanzar hacia la transformación socialista. Combate y disputa que alcanzó una dimensión nunca antes vista y que instaló nuevas formas de poder social y de democracia directa y participativa.
Como Presidente Hugo Chávez, contribuyó de manera estratégica a la integración de nuestros pueblos y fue un genuino continuador del libertador Simón Bolívar en la lucha por la segunda independencia de nuestra América.
Fue un tenaz y decisivo impulsor de la integración de pueblos y Estados de nuestra América matetializando el ALBA TCP, la UNASUR dando un nuevo impulso y comfiguración al MERCOSUR.
Gracias a su infatigable perseverancia y liderazgo se constituyó la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños CELAC. Fue unos de los principales artifíces en el 2005 en la ciudad de Mar del Plata, Argentina para la derrota del modelo de dominación imperial del ALCA. Entendió mejor que ningún líder mundial la importancia política y estratégica de los hidrocarburos en la lucha frente al capitalismo global dominante. Planteó insistentemente la refundación de la ONU y de los Organismos multilaterales para una nueva arquitectura mundial.
Tan íntimamente se encuentra su visión bolivariana e internacionalista con la lucha antiimperialista, por un mundo multipolar que su sucesor fue su ex canciller el hoy Presidente Nicolás Maduro, quién enfrenta en la actualidad, al igual que el gobierno de la Unidad Popular de Salvador Allende, una virulenta agresión externa imperialista junto a una brutal acción de desestabilización y guerra económica al proyecto socialista basada en el acaparamiento y la especulación combinada con la acción violenta de un minoritario pero poderoso sector extremista de la oposición y del empresariado respaldado por los grandes medios de comunicación.
A Chávez su pueblo no lo olvidará , ni lo olvidarán los pueblos de nuestra América y el mundo que luchan por la justicia, la autodeterminación, el fin del colonialismo y la construcción de otro mundo posible. No lo olvidaremos los que luchamos por un socialismo liberador, insurgente, humanista y solidario.
Al conmemorar cinco años de la partida física del Comandante Hugo Chávez Frías, evocamos en su memoria las palabras que pronunciamos al presentarlo en el Velódromo del Estadio Nacional de Chile el 2007 citando a Pablo Neruda en su canto a Bolívar: “¿Eres o no eres o quién eres?. Y mirando al Cuartel de la Montaña dijo: Despierto cada cien años Cuando despierta el pueblo”.
Y Hugo Chávez despertó con su pueblo y se puso al frente de la lucha de su pueblo y de los pueblos del mundo por la dignidad, la emancipación y el socialismo del siglo XXI.