Durante el presente año en Colombia se van a realizar varias elecciones importantes: la del 11 de marzo, en que se define la composición de los miembros del Congreso – Senado y Cámara de Representantes -, además de una especie de primera para dirimir el candidato o candidata de la derecha política que representará la alianza de los ex Presidentes Álvaro Uribe y Andrés Pastrana. La Mesa deberá entregar a los votantes un tarjetón que deberá ser solicitado por los mismos electores y la primera vuelta de las presidenciales en mayo.
En la última encuesta de la Revista Semana, de la Cadena Caracol, y con un trabajo de campo, realizado durante el mes de enero, se visualizan dos escenarios: el primero, una primaria abierta, en que voten militantes de otros partidos: en este caso, Marta Lucía Ramírez – pertenecía al Partido Conservador – obtendría 52,9%; Iván Duque, el candidato de Álvaro Uribe, el 35%; el marginal candidato, Alejandro Ordóñez, el 12,1%. Si votaran solamente los militantes de partido, Álvaro Duque obtendría el 57,6% y Marta Lucía Ramírez, el 32,2%.
La segunda alianza de centro izquierda, que incluye el Partido Verde y los seguidores del senador Robledo, el Polo Democrático, sumado a Sergio Fajardo, se ve claro que el triunfo sería para el ex alcalde de Medellín y gobernador de Antioquia.
En el caso de la tercera alianza, Colombia Humana, Gustavo Petro obtendría el 84,1%, mientras que Alejandro Caicedo, el 15,9%.
En encuestas anteriores, Sergio Fajardo aparecía en primer lugar entre los candidatos a Presidente de la República y, en la segunda vuelta, ganaba en todos los escenarios; el segundo lugar lo ocupaba Petro y, el tercer, Germán Vargas Lleras, antiguo vicepresidente del gobierno de Juan Manuel Santos – cada día se acerca más a Uribe y Pastrana.
En la última encuesta de la semana pasada, Petro aparece con el 23,4% de las preferencias; Sergio Fajardo, con el 21,6%; Germán Vargas Lleras, el 14,8%; Humberto de la Calle – gestor de los Acuerdos de Paz – representante del Partido Liberal, con el 10,6%; Marta Lucía Ramírez, con 7,8%; Clara López, del Partido Verde, 4,1%; Juan Carlos Pinzón, de la derecha, 3,7%; la ex senadora Piedad Córdoba, 1,6%; Rodrigo Londoño (“Timochenco”), el 1,6%; el voto en blanco sería de 8%.
Si el candidato fuera Iván Duque – uribista – obtendría el 9,2% de los votos, y lo aventajarían Petro, Fajardo, Vargas Lleras y de la Calle.
Desde el punto de vista regional, Gustavo Petro obtendría el 35%, en Bogotá y el primer lugar en la Costa Atlántica superando, de lejos, a Fajardo y a Vargas Lleras; por el contrario, Petro llegaría sólo al 5% en la zona cafetera, en Antioquia. Fajardo tiene más de un 40% en esta región.
Respecto a la segunda vuelta, la hipótesis de una disputa entre Fajardo y Petro, es bastante remota, y lo más posible es que se dé entre la izquierda y la derecha, Petro o Fajardo, y por la derecha, Vargas Lleras o Iván Duque.
El electorado colombiano está agotado por la larga lucha entre el ex Presidente Álvaro Uribe y el actual mandatario, Juan Manuel Santos. A partir del plebiscito por el Acuerdo de Paz, en el cual ganó el NO, en contra de todas las encuestas, la implementación del Acuerdo de Paz se ha visto bastante dificultado.
En las encuestas realizadas desde el mayo del año anterior, siempre aparecía a la cabeza el candidato Sergio fajardo, profesor de matemáticas – según algunos, de un exitoso gobierno en la alcaldía de Medellín, como también en la gobernación de Antioquia -; a pesar de que ostenta el récord de 135 querellas por diversas causas, ha logrado atraer a electores de derecha e izquierda, con un discurso creativo, ajeno al clivaje Uribe-Santos, y centrado en propuestas progresistas – no muy distintas de su colega Antana Mokus, otro candidato a la presidencia de la república -.
Gustavo Petro fue dirigente del M-19, en Zipaquirá y, posteriormente, elegido senador, donde obtuvo notoriedad en la oposición al Presidente Uribe, fundamentalmente, el bullado caso de los “falsos positivos”, como también de los paramilitares, protegidos por Uribe y en los “pinchazos” telefónicos por parte del DAS a opositores políticos, que en Colombia denominan “chuzadas”. Petro fue acusado por el Procurador General de la República por el caso de “la basura”, además, del no pago de la rebaja del precio del Transmilenio en favor de adultos mayores y estudiantes.
Gustavo Petro llama al actual alcalde de Bogotá, Enrique Peñaloza, su “generalísimo”, pues su gobierno ha sido un verdadero desastre para la ciudad capital. Los “cachacos” – como llaman a los bogotanos – ni siquiera se atreven a asomarse al centro de la ciudad por temer a ser asaltados.
La derecha de Álvaro Uribe y Pastrana hasta ahora ocupa el 5º lugar en las encuestas, con un 9% de las preferencias; como ha ocurrido en otras ocasiones, de ir dividida la derecha, Gustavo Petro, quien está a menos de dos puntos del 25% necesario para pasar a segunda vuelta, tendría muchas posibilidades de amagar la hegemonía de la derecha.
Ante el “peligro” del avance de Petro en las elecciones presidenciales, la derecha ha lanzado una campaña del terror, acusando a Petro de “Castro-madurista”, (ocurrió en nuestro país, a pocos de pocos días de la elección de Presidente de la República, al referirse al candidato Guillier, de pretender instaurar el “Chilezuela”).
La candidatura de Rodrigo Londoño, de la Farc, no sólo no ha logrado cuajar en la ciudadanía, sino que también ha sido vapuleada en su recorrido por Armenia, Pereira, Cali y otras ciudades del país, por consiguiente, no representa ningún peligro político para la derecha.
Con el voto voluntario, las encuestas tienen muy poco margen de acierto, y el error superaría el 15%, por consiguiente, deben ser tomadas con “beneficio de inventario”.
Lo interesante en las próximas elecciones de Colombia es el clivaje entre ultraderecha e izquierda, dando por superada la disputa entre Uribe-Santos.
Rafael Luis Gumucio Rivas (El Viejo)
13/02/2018