Diciembre 28, 2024

Don Cloro cruzando la cordillera: rescatando la memoria del olvido

Memoria colectiva,  es un término acuñado por el filósofo y sociólogo Maurice Halbwachs que hace referencia a los recuerdos y memorias que atesora y destaca la sociedad en su conjunto. En sus estudios habla de la existencia de una memoria individual que está relacionada directamente a la memoria de grupo encontrándose siempre en constantes cambios.

 

 

No hay que olvidar, que la memoria es siempre social, esto lo indica el hecho de que el recuerdo solo emerge en relación con personas, grupos, lugares o palabras

Sin embargo, de alguna manera, las imágenes  de los hechos se nos pueden presentar inconexas pero gracias a los testimonios de otras personas que corrijan y/o aumenten los nuestros, los recuerdos se convierten en datos exactos que reconstruyen la memoria de un colectivo en particular.

Porque en la memoria colectiva, hay una mezcla de memorias colectivas, individual e históricas que están ligadas al tiempo y a los espacios de la experiencia, de la simultaneidad y de la contingencia. Es en este cruce de relaciones es donde se producen los recuerdos que llevamos al lenguaje oral o escrito para conservarlos.

Rescatar la memoria, es lo que llevó a Camilo Escalona Medina a escribir los recuerdos que él tenía del regreso clandestino de Clodomiro Almeyda desde Argentina el año 1987.

 

José​ Clodomiro Almeyda Medina nació en Santiago de Chile el 11 de febrero de 1923 y falleció en Santiago el 25 de agosto de 1997

 

Hizo sus primeros estudios en los liceos Alemán y de Aplicación de Santiago, estudiando más tarde en la Facultad de Derecho de la Universidad de Chile, graduándose en 1948 con una memoria de grado titulada “Hacia una teoría marxista del Estado“. Con el paso del tiempo llegaría a ser profesor de teoría política en su casa de estudios, especialmente en la Escuela de Sociología.

 

Ingresó en el Partido Socialista de Chile en 1941, participando del Partido Socialista Popular  durante el quiebre interno en la primera parte de la década de 1950.

 Durante el segundo gobierno de Carlos Ibañez del Campo, fue titular de los ministerios del Trabajo y de Minería, destacándose por ser uno de los impulsores de la Central Única de Trabajadores (CUT).  Con la reunificación del partido en 1957, se reintegra a la organización siendo electo diputado para el período entre 1961-1965.

En el año 1970, Almeyda fue designado para el cargo del Ministerio de Relaciones Exteriores. Durante el gobierno de la Unidad Popular se mantuvo en el cargo, salvo un breve período en el cual ofició en el cargo de ministro de Defensa,  cuando realizó un “enroque” con Orlando Letelier (entonces ministro del Interior), con el fin de evitar, con el fin de evitar que fuera objeto de una censura del Congreso Nacional.

Tras el Golpe de Estado del 11 de septiembre de 1973, que derrocó al gobierno constitucional , fue apresado y trasladado junto a otros 99 líderes y dirigentes de la Unidad Popular al campo de concentración de Isla Dawson, donde fue torturado y permaneció bajo arresto un largo tiempo.

Finalmente fue exiliado, viviendo en la República Democrática y México, donde trabajó como docente universitario y líder de la oposición política en el exilio.

En una audaz maniobra, regresó a Chile en marzo de 1987 clandestinamente, atravesando la cordillera de Los Andes a lomo de mula,  presentándose públicamente ante la sorpresa de las autoridades del gobierno de Pinochet.

 Esto le valió ser encarcelado y ser la única persona declarada “inconstitucional” por el Tribunal Constitucional de Chile, invocando el desaparecido artículo 8º de la Constitución, artículo que proscribía a los partidos políticos y a personas naturales que propagasen doctrinas de izquierda es decir, los que promovieran una doctrina “fundada en la lucha de clases”.

Tal condena supuso principalmente la pérdida del ejercicio de sus derechos ciudadanos y sólo pudo ser rehabilitado como ciudadano una vez vuelto el país a la normalidad democrática, por el mismo tribunal que lo condenó.

 Es lo que relata el libro, “Don Cloro cruzando la cordillera”, escrito por Camilo Escalona Medina y publicado por editorial Zig- Zag.

En el libro, se cuenta como el actual vicepresidente del PS ayudó a que Clodomiro Almeyda, ingresara a Chile en 1987, pese a estar prohibida su entrada.

Camilo Escalona comenta en el libro que “él estaba en Berlín oeste. Luego viajó a Sudamérica en el marco de actividades oficiales. Estuvo en Lima, donde se reunió con Alan García y en Buenos Aires se perdió. Ahí lo sumergimos para traerlo clandestino y eso es lo que cuento en el libro.

“Don Cloro echaba de menos su tierra, como un pedazo inarrancable  de su propia identidad.

Por ello no me sorprendí cuando, en Buenos Aires, a fines de 1986, en el marco de las sesiones de la directiva de la organización socialista que él encabezaba, me dijo: Lo envidio porque usted está en Chile” y respondí sobre la marcha: Vengase con nosotros, don Cloro”.

Ante sus dudas, insistí: Don Cloro, en el exilio ya no queda nada decisivo por hacer, ya se hizo todo lo que se podía. Ahora, usted es necesario en Chile. Cuarenta y ocho horas más tarde, en un café de Buenos Aires, cerca del estadio del club Vélez Sarfield, me confirmó lo que esperaba “Me voy a Chile”.

Años más tarde, la viuda le contaría al autor que el regreso de Almeyda a Chile fue como si le hubieran dado la posibilidad de volver a vivir.

Su motivación para realizar ese  viaje, a pesar de los peligros que involucraba tanto para él como para los que lo acompañaron y protegieron en su llegada al país,  no fue otra que la  voluntad de exigir el derecho a vivir en la patria que tanto quería y la profunda convicción de la necesidad de restaurar la democracia en su país.

Tras ingresar al país, Almeyda se presentó ante el mismo juzgado en el que se había archivado la causa que había en su contra y posteriormente, fue relegado a Chile Chico, donde recibió visitas de Chile y del mundo y desde donde, ayudó a construir el retorno a la democracia.

“El relato trata de transmitir las vivencias de la época que se han perdido. Parte de la teoría refundacional es porque se perdieron las vivencias de lo duro que fue derrotar a Pinochet, se olvidó lo tortuoso que fue”, comenta Escalona.

Durante el gobierno de Patricio Aylwin,  fue el encargado de reabrir la embajada  de Chile en la Unión Soviética, durante los últimos meses del Bloque del Este.

El ex senador recuerda además que en “Chile Chico se reencontraron los líderes máximos del socialismo histórico y el renovado, Almeyda y Ricardo Lagos.

Camilo Escalona recrea una sensible crónica de ese momento, impulsado por retransmitir a las nuevas generaciones que el fin de la dictadura en el Chile de esos años, no fue un proceso fácil y plácido, si no que una ardua disputa por la libertad y la democracia en la que se dejaron de lado resentimiento y diferencias para conseguir el objetivo de retornar a la democracia.

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