En la RDA, 1980, el compañero Ampuero fue recibido por el PSUA, partido comunista alemán, el CHAF (organización chilena Chile Antifascista, que se preocupaba de atender allí a los exiliados) y los militantes del MAPU OC nuestro que allí residían, bajo la dirección del compañero Enrique Correa Rios. Militantes como Juan Carlos Concha, ex ministro de Allende; el “Merluza ”Flores; su amigo Jorge Gilles; su amigo Oscar Knut y otros compañeros. Allí la conducta de Ampuero fue ejemplar y no se le conoció, aunque por cierto en el Mapu OC se discutía y opinaba con libertad, se entraba y se salía, ninguna crítica dura contra el sistema comunista o sus partidos, como tampoco se le había conocido en su primera estadía allí (como comunista) en 1973 o, después, en su estadía en La Habana por siete años (como comunista primero y Mapu OC más tarde).
Después de un tiempo en la RDA y para prepararse de mejor manera para tareas democráticas en Chile, el compañero Ampuero, apoyado por el Mapu OC y su juventud en Berlín Occidental, se trasladó a éste, en contacto con su dirección y los compañeros G y K. (no he pedido autorización a ellos para dar sus nombres) y trabajó en la RFA con la agencia de noticias IPS, que dirigía el conocido periodista argentino Roberto Savio, muy amigo del partido.
Hasta allí, señoras y señores, su vida real. No su “fake life” inventada en los noventa y aceptada por la derecha de aquí y de EEUU, que lo usa como él a ella.
De allí no volví a saber de él hasta que en 1992 escribió un libro sobre su vida (su “fake life”) en Cuba, “Nuestros años verde olivo”, en el que, por ejemplo, ninguno de los militantes del Mapu OC es nombrado por su nombre (tal vez para protegernos para cuando volviéramos a Chile) y donde son nombrados por sus nombres y apellidos militantes del Partido Comunista de Chile, algunos de los cuales se preparaban para volver a Chile.
Volví a Chile en noviembre de 1984. En 1985 fui secuestrado por los aparatos de Pinochet. Liberado, fui nombrado, como periodista, en la Subdirección de Fortín Mapocho, hasta 1987. Luego y hasta el plebiscito dirigí el semanario del NO en Santiago, Vamos Chile. Desde 1990 hasta 2004 fui funcionario de la Secretaría General de Gobierno y la Cancillería. Jubilé después de ser embajador de Chile en Haití. Nunca más supe de Ampuero, ni de su actividad política en Europa o América, menos en Chile. Nunca tampoco de su apoyo a la lucha democrática en Chile.
Sólo me enteré de él por sus libros “biográficos”, el de Cuba (Publicado veinte años después de salir de Cuba por la puerta ancha) y el de la RDA (“Detrás del muro”) publicado cuando su RDA, dos veces amada, había desaparecido. Me nombra y me da un párrafo en su libro sobre la RDA, llamándome Ismael, como me llamo, y levantándome todo tipo de falsedades y calumnias que, finalmente, viniendo de donde vienen, un ex PC y ex Mapu ambicioso sin límites, autor de su fake life, mitómano, traidor, trepador de alto nivel, candidato por sí mismo a gran empresario y al nivel más alto de la política chilena, al apa incluso de personajes neofascistas, como lo está siendo, me enorgullecen.
Ampuero no es un “convertido”, un converso. Sí un con verso.
No quema lo que ayer adoró; niega lo que ayer adoró, lo borra y lo reemplaza, lo que no deja de ser difícil, por una leyenda inventada. Y, a partir de ello, mierdea a sus antiguos protectores y camaradas, desconoce a sus cercanos, se olvida incluso de familiares, y lanza reiteradamente andanadas de fecas diarias a los países y personajes a los que chupó medias y todo lo chupable a vista y paciencia de todo el mundo. Y gana plata en el otro lado, honores en el otro lado, aplausos y embajadas y ministerio, Cancillería, en el otro lado. Su caso es inédito en Chile y en el planeta. No se ha visto otro espécimen así. Un sinvergonzón de tal nivel.
Ampuero no es solo un traidor y un aprovechador. Es un lameculo que, después de un tiempo, acostumbra a morder con tirria la mano que lo protegió y le dio de vivir, de comer y estudiar. ¿Cuándo le tocará a Piñera, a quien alaba hoy? Hace poco lo vi en TV diciendo que Sebastián Piñera fue “un gran opositor a la dictadura de Pinochet” y que su familia (la de Piñera) había sido “perseguida por Pinochet “. Puede habérselo contado el Presidente, así tendrían en el primer gabinete un perseguido por Pinochet (el jefe) y un perseguido por el comunismo internacional, su Canciller (Una dupla craneando sus fake life).
Al Canciller de Piñera, aunque pasó por la embajada en México, le falta, además, toda una vida de estudio para ocupar ese cargo. Deberá posar. Es un ignorante en la materia y, peligrosamente para el país, un aventurero. Nunca estudió ni en la Academia Diplomática ni en la universidad algo semejante. Su curriculum actual de estudiante es pura trova, aceptada por Piñera, otro trovero. Estudió verdaderamente sólo alemán, porque estudió en un colegio alemán y siempre quiso vivir en la RDA. Lo demás, barniz.
Hoy lo recibe en su gabinete Sebastián Piñera. En 1979 en Berlín del Este lo recibieron Juan Carlos Concha y Enrique Correa. Lo guió “Merluza” Flores, un gran compañero.
Yo lo había enviado desde La Habana. Aprobamos su partida desde Cuba a la RDA en la dirección del Mapu OC de la Habana, con Bernardo Salas (QEPD) y Ricardo Barros. Lo había propuesto el Dr. Alejandro Barra, médico de prestigio y gran compañero. La autorización la dio el Partido Comunista de Cuba, que puso además los pasajes.
Chile debe estar preparado para…cualquier cosa con este Canciller. Que apoye, por ejemplo, pronunciamientos golpistas, como el propuesto recién por el ex alcalde de Caracas en su visita a Chile, o corte relaciones con Cuba, aunque “los Castro” no estén ya en el gobierno. Es tan mitómano y sinvergüenza que Piñera lo mira para arriba.
¿Cuándo volverá a escribir una nueva “fake life”? ¿Desde hoy? ¿Y para qué?