El expresidente de Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva, condenado este miércoles por supuesta corrupción pasiva y lavado de dinero, ratificó que la lucha por la libertad, la democracia y la esperanza del pueblo brasileño continúa. “Tengo la seguridad que solo hay una forma de quitarme la lucha y es el día que yo muera, y mientras este viejo corazón continúe latiendo la lucha de los pueblos brasileños continuará”, aseguró el exmandatario, ante más de 50 mil brasileños concentrados en la Plaza de la República en Sao Paulo, en apoyo a Lula y en defensa de la soberanía de Brasil.
A su vez, Lula confirmó su precandidatura a las elecciones presidenciales de Brasil, que se celebrarán en octubre de 2018.
El líder político hizo un llamado al pueblo brasileño a no desistir y a no desanimarse. “No se desanimen, no se desmoralicen, nunca bajen su cabeza, la lucha continua”, aseveró.
Lula fue sentenciado por el Tribunal Regional Federal de la 4ª Región (TRF-4), en Porto Alegre, conformado por los jueces Joao Pedro Gebran Neto, Leando Paulsen y Victor Luiz dos Santos Laus. Los tres votaron por aumentar la condena de 9 años y 6 meses a 12 años y un mes de prisión.
La defensa de Lula y la mayoría de los juristas descartan que el exmandatario vaya a prisión de forma automática y esto solo ocurrirá después del análisis de todos los recursos.
La condena se basó en un supuesto apartamento en una playa de São Paulo que obtuvo el exmandatario coima de la constructora OAS para favorecer contratos millonarios con Petrobras. Sin embargo, esa propiedad nunca ha estado a nombre de Lula, sino de la constructora que compró el apartamento a la cooperativa Bancoop cuando esta se declaró en bancarrota.
En decenas de ciudades del país organizaciones sociales, sindicales, de trabajadores y movimientos populares se han movilizado para denunciar las maniobras de “persecución política” que sufre el dirigente de izquierda, y en defensa de su candidatura presidencial.