Noviembre 16, 2024

El cierre de la Casa Blanca

El dejar sin dinero a la Casa Blanca es parte del juego político norteamericano. El partido opositor aprovecha la discusión del presupuesto para  presionar al gobierno y, así, lograr un proyecto favorable para su Partido. En 2013, se  rechazó el presupuesto del gobierno de Barack Obama, por consiguiente, los programas quedaron sin dinero, con consecuencias graves, entre ellas, el no pago a los funcionarios fiscales, (el cierre tuvo una   duración de 15 días).

 

 

 

Actualmente, el Partido Republicano cuenta con mayoría tanto en la Cámara de Representantes, como en el Senado, sin embargo, en la Cámara Alta se hace necesario el voto de 60 senadores, por consiguiente, es imprescindible el voto favorable de 12 Demócratas.

 

 

 

Donald Trump había afirmado que aprobaría cualquier proyecto que le presentara una comisión mixta de ambos Partidos. Al presentarle el acuerdo conjunto Trump agregó otras condiciones, difíciles de aceptar por el Partido Demócrata, entre ellas fondos para la construcción del muro en la frontera con México.

 

 

 

El objetivo del Partido Demócrata era la mantención del Proyecto Daca, destinado a evitar la  expulsión de los “soñadores”, (dreamers),  (niños, adolescentes y jóvenes que llegaron a Estados Unidos a quienes se les suspende la expulsión y se persigue el logro de la ciudadanía norteamericana -; en la actualidad hay cerca 800 mil “dreamers” de distintas nacionalidades. Además, los demócratas proponían crear un programa  de clínicas comunales y un seguro médico para niños.

 

 

 

Trump, en respuesta a estos requerimientos dijo que no habría Daca, si no se aprobaba el presupuesto para la construcción del muro. Ante esta situación fue imposible el acuerdo. Además, Trump agregó terminar con la lotería de Visa y, sobre todo, la reunificación familiar.

 

 

 

El viernes 19 se vencía el plazo para la aprobación del presupuesto. Los Demócratas propusieron prolongar la discusión hasta el 5 de febrero, pero el sector más derechista de los Republicanos rechazó esta proposición. A partir de las 12 de la noche los programas de gobierno quedaron sin dinero.

 

 

 

Como era de esperar, mutuamente los dos Partidos se culpan del fracaso: los Republicanos  llaman a esta derrota Schumer – apellido  del líder demócrata en el senado – y, a su vez, el Partido opositor culpa a Trump de la debacle.

 

 

 

A partir del 20 de enero, distintos funcionarios dejarán de percibir su salario quincenal; el gobierno ha dividido a sus empleados en dos categorías: los prescindibles y los imprescindibles y, entre los segundos se encuentran los militares, incluso, los que participan en las guerra de Estados Unidos en el exterior. Así, 800 mil personas no recibirán salarios, con el agravante de que muchos de ellos viven mes a mes y, además tienen deudas que pagar, sobre todo por los gastos de fin de año. Los únicos exentos de no pago son el Presidente de la República y los congresistas, que pueden jugar a la política de cerrar la Casa Blanca.

 

 

 

El día en que se cerró la Casa Blanca coincidió con la conmemoración del primer año de gobierno de Donald Trump, quien cuenta sólo con el apoyo del 37% de los encuestados, el más bajo de toda la historia de Estados Unidos, desde que las  encuestas existen.  Trump se vio forzado a suspender la celebración y obligado a quedarse en la capital.

 

 

 

Según un connotado psiquiatra norteamericano, Trump es un enfermo mental, que se cree dueño del mundo y que tiene una visión paranoica de la realidad y un extremado culto a su persona, sumado a la prepotencia e engreimiento y desprecio por los demás.

 

 

 

En días recientes se refirió a los haitianos,  salvadoreños y africanos que por qué aceptamos a gente proveniente de países de mierda y no privilegiamos a los noruegos, (hasta el propio Hitler se hubiera avergonzado de los soeces palabras del Presidente Yanqui).

 

 

 

En su pelea con tirano de Corea del  Norte, quien había afirmado que con sólo oprimir un botón desde su oficina podría lanzar un ataque de misiles contra Estados Unidos, Trump respondió, de manera muy infantil, que él tenía en su poder un botón mucho más poderoso.

 

 

 

Este primer año de gobierno Trump, con la mayoría republicana, ha logrado rebajar los impuestos a las Corporaciones del 35% al 20%, provocando un gran éxito en las Bolsas: el Dow Johns aumentó en un 28,5% en el un año; el Nasdaq subió un 30%; por el contrario, valores de refugio, como el oro y los bonos, han ido a la baja. La política de Trump favorece, especialmente, a los especuladores de la Bolsa.

 

 

 

Rafael Luis Gumucio Rivas (El Viejo)

 

21/01/2018  

 

 

                                                                                                                          

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