El Arctic Sunrise, uno de los emblemáticos barcos de Greenpeace llegó a Chile. Esta vez, para realizar una expedición de tres meses a la Antártica para proteger el Océano Antártico Central contra la amenaza de la explotación pesquera, la contaminación y el cambio climático.
“El barco de Greenpeace arribó a aguas nacionales, porque tenemos la oportunidad de hacer historia. Esta expedición permitirá que, por primera vez, el ser humano se sumerja en el fondo del mar de Weddell para pedir al mundo un santuario antártico. Científicos se están preparando para ir con un submarino de Greenpeace a la zona en la cual se propone crear un santuario marino que sería un refugio seguro para los pingüinos, las ballenas y las focas donde no puedan entrar los barcos pesqueros industriales que quieren sacar el krill, un pequeño crustáceo que habita en las frías aguas antárticas y que es la base de alimentación de los mamíferos marinos que habitan en el océano de la Antártica. Una ballena azul come hasta 3.500 kilos de krill al día“, explicó, Mauricio Ceballos, vocero de Greenpeace en Chile.
La Comisión del Océano Antártico se reunirá en octubre de este año para discutir la creación de la mayor área protegida en la Tierra: un Santuario del Océano Antártico. Con 1,8 millones de kilómetros cuadrados, equivalente a 2,5 veces Chile.
“Vamos a hacer todo lo posible para asegurarnos que los gobiernos no pasen por alto esta oportunidad histórica de proteger esta zona tal”, finalizó Mauricio Ceballos, vocero de la campaña de océanos en Greenpeace Chile.